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Heredia. El buen encuentro realizado ayer por el Herediano fue tal que hasta las graderías se atrevieron a corear el "ole" cuando ya el marcador decía 3-0 sobre el conjunto de Pérez Zeledón.
A pesar de que el partido arrancó con un equipo visitante de mejor toque y orden, fueron los rojiamarillos quienes terminaron por dominar un juego que hoy los tiene casi en semifinales.
Claro, hay que reconocer que el triunfo florense se gestó gracias al tiro libre que Mauricio Alpízar, y un desvió defensivo, ubicaron en el fondo del marco de Dexter Lewis al minuto 42.
Antes de ese disparo Pérez Zeledón era el que manejaba el balón, mas luego del remate todo el esquema generaleño se vino al suelo y, entonces sí, apareció el mejor juego de los locales.
La daga clavada por el “7” rojiamarillo desordenó el esquema defensivo con que Johnny Chaves, técnico del Sur, había iniciado.
El golpe anímico retumbó de tal forma que dos minutos más tarde, al ‘44, el goleador brasileño florense, Leandro Barrios, puso el segundo después de un servicio de Cristian Blanco desde la derecha.
Ahí se terminó de resquebrajar la propuesta visitante, y se terminó de afianzar el juego del anfitrión.
Fluido. Gracias a la ventaja de 2-0 el Herediano encaró el complemento con bastante inteligencia.
Guiados por Blanco, motor florense, los dirigidos de Carlos Watson arribaron con constancia al marco de un Lewis desprotegido.
Blanco siempre tuvo la compañía de Alpízar en la distribución, además de que estuvo acuerpado por Félix Montoya en la contención, y Carlos Johnson y Leonardo González por las bandas.
Caso contrario se dio en Pérez Zeledón, donde el colombiano Tirso Guio nunca tuvo la sociedad de Rodrigo Cordero –supuesto compañero en el armado–, y eso redundó en muy pocos balones para su compatriota Luis Lara o el tico Luis Steward, los puntas generaleños.
Dicha situación se complicó aún más por el hecho de que el estratega sureño tardó mucho en ingresar a Bill González y Windell Gabriel, hombres de área que con 16 y 14 minutos, respectivamente, en el campo, pudieron hacer muy poco.
Para colmo de males, pocos minutos antes de que ambos entraran ya había caído el tanto de los locales, en una jugada electrizante.
Fue así: Leonardo González le tiró un pase a Kenneth Vargas hacia la izquierda y buscó el espacio, mientras Vargas se fue a la línea de fondo y de ahí le devolvió la redonda a González.
Leo disparó a gol y aunque en el camino la pelota fue desviada por Leandrinho, ya lleva sello de gol.
Luego de esto vivo el “ole, ole” de la feligresía, que por fin vio a su equipo vencer y gustar.
Participó en esta cobertura el corresponsal Francisco Angulo.
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