Gabriel Gerardo Calderón Quesada, de 45 años, uno de los fallecidos en el accidente de ayer en San Ramón, Alajuela, era socorrista en la Cruz Roja de Moravia.
Este ebanista tenía tres años de servir como voluntario en ese comité.
Por razón de su labor en una fábrica de muebles, solo podía servír como voluntario todos los sábados durante las noches y cuando realizaban alguna actividad especial.
En los años de servicio se había ganado muchos amigos "pues nunca se quejaba por nada", relató ayer Katalina Webb, una de las encargadas de comunicaciones en la Cruz Roja de Moravia.
Calderón tenía una fábrica de muebles de melamina, habitualmente diseñados para cocinas, baños y escritorios.
En tanto, su esposa, Marisol Damaris Rodríguez, laboraba desde abril de 1998 en las oficinas centrales del Banco Nacional de Costa Rica (BNCR).
En esa entidad se había desempeñado en varios puestos, pero durante los últimos años fungía como cajera, dijeron familiares.