Gaza. Reuters. El alto el fuego entre Israel y los palestinos se resistía ayer a romperse por los lanzamientos de cohetes registrados en las primeras horas de la tregua pactada.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, dijo que el acuerdo podría revivir el proceso de paz, que fracasó hace seis años antes del levantamiento palestino.
Por otra parte, el presidente palestino, el moderado Mahmud Abas, dio órdenes a los jefes de seguridad para que se aseguren del cumplimiento de la tregua.
El propósito inmediato es interrumpir el lanzamiento de cohetes desde Gaza por parte de grupos radicales palestinos y frenar la demoledora ofensiva del ejército israelí, lanzada después de que un soldado fuera secuestrado en una incursión transfronteriza en junio. Olmert dijo que esperaba que el soldado fuera liberado.
"Todas estas cosas podrían llevar finalmente al inicio de negociaciones serias, auténticas y directas entre nosotros", dijo Olmert.
Los extremistas palestinos lanzaron al menos nueve cohetes horas después el comienzo de la tregua a las 6 de la mañana (10 p. m. del sábado en Costa Rica).
“Mostraremos la necesaria contención y paciencia en los próximos días”, dijo Olmert durante una visita al sur de Israel.
Calma. El ejército israelí retiró sus tropas de Gaza durante la noche, antes de que entrara en vigor el alto el fuego, que llegó en un momento de creciente presión estadounidense sobre Olmert y los palestinos para que atajen la espiral de violencia y muestren algún progreso para poner fin a décadas de conflicto.
Un acuerdo podría aliviar además la presión sobre Olmert en Israel tras la guerra en Líbano y ayudar a acabar con meses de estancamiento político palestino.
Las fuerzas palestinas patrullaban con cascos y chalecos antibalas las fronteras de Gaza. Un funcionario dijo que 13.000 hombres estaban sobre el terreno para detener el lanzamiento de cohetes.
El asesor militar de Abas, Abdel-Razek al-Majaydeh, dijo que los servicios de seguridad palestinos tenían “órdenes estrictas” de implementar el acuerdo de alto el fuego y asegurar sanciones.
El primer ministro Ismail Haniyé, de Hamás, dijo que todas las facciones habían acordado, tras las primeras violaciones, cumplir con la tregua.