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La negociación de azúcar, de aspectos ambientales, de café y de banano entraban el avance hacia la firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea (UE).
En todos los casos hay aspectos muy duros de resolver y el Istmo está a la espera de una respuesta europea que desentrabe el proceso, reconocieron por separado ayer el jefe negociador costarricense, Roberto Echandi, y representantes del sector privado.
Los obstáculos quedan más al descubierto ahora, mientras se realiza una ronda técnica comercial durante esta semana en Bruselas, Bélgica, cuyo objetivo es avanzar en varios temas para cerrar las negociaciones en julio.
Los dos bloques negocian un Acuerdo de Asociación desde el 2007. En este momento tienen la meta de terminar la negociación técnica durante una ronda que se realizará en la semana del 6 de julio, también en Bruselas.
Sin embargo, el jefe negociador costarricense advirtió ayer de que el país "no se casó con fechas" y que quiere un acuerdo “balanceado y ventajoso”. Se firmará, dijo, en el momento en que se logre ese objetivo.
Condiciones. Echandi reconoció ayer que la UE pidió una serie de condiciones, a cambio de otorgar una cuota de azúcar al Istmo. Se trata de concesiones para que ellos puedan vender con ventajas en Centroamérica algunos lácteos, quesos, cerdo, varios embutidos de cerdo, una línea de pastas alimenticias y otras de cerámica.
El Istmo le dio ayer una respuesta de consenso a la UE y quedó a la espera de la reacción.
En el caso de los temas ambientales, los negociadores de la UE mantienen su posición en el sentido de que los controles (monitoreo) del cumplimiento deberán estar en manos de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) o grupos de la sociedad civil, como es su costumbre.
Centroamérica y Costa Rica, en particular, no aceptan esta posición, pues la tesis es que estos controles deben estar siempre en manos de instituciones estatales.
Xinia Chaves y Laura Esquivel, integrantes de la junta directiva del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), expresaron ayer su preocupación por la poca claridad en las negociaciones sobre la norma de origen (de donde procede el producto) para ese grano.
Explicaron que la UE quiere ahora una norma que permita importar café de otros países (Brasil, por ejemplo), tostarlo y molerlo en Centroamérica y exportarlo a Europa con beneficios.
Esta posición es inaceptable, pues el sector cafetalero pide una norma de origen rígida. Esto es que el grano sea cosechado de una planta en un país adscrito al Acuerdo (los 27 de la UE y los cinco centroamericanos).
Finalmente, en el tema bananero los centroamericanos están a la espera de movimientos en la propuesta europea.
En el Acuerdo los europeos proponen bajar el arancel de 176 euros a 95 euros por tonelada en diez años, pero Costa Rica estima que es casi igual a lo ofrecido en la Organización Mudial deL Comercio (OMC).
El Acuerdo se negocia, precisamente, para tener beneficios mejores, dijo ayer Echandi.
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