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En las últimas semanas, los medios de comunicación nos vienen preparando e informando acerca de la nueva Ley de Tránsito. Es absolutamente necesario que el pueblo sepa cuándo empieza a regir y cuáles son las normas que contiene.
También es importante reconocer que en los últimos años se ha dado casi una guerra en las carreteras, donde las víctimas por irresponsabilidades de los conductores son un número realmente alarmante. No obstante, importa ver las condiciones económicas y las predicciones inflacionarias del país. Por ejemplo, se prevé una inflación de 7,5% para el presente año –dato que es cuestionable debido a la fuerte alza prevista para el petróleo y las fuentes energéticas y los $815.000.000.000 que EE. UU. está imprimiendo–.
En estos días, estamos viviendo una de las crisis energéticas y económicas más grandes en la historia. Debido a esto, tenemos empresas que han congelado los salarios y otras aplican los despidos masivos para contrarrestar los efectos de la crisis. O sea, el precio de los productos aumenta; por ende, la gente gana menos cada día.
Para el primer mundo. La nueva Ley de Tránsito parece estar diseñada para un contexto de primer mundo. En Costa Rica, el salario mínimo es un 1% de un salario base en países desarrollados. Me parece que este dato debe ser tomado en cuenta a la hora de regular con precios. Para muestra un botón, el ejemplo de un trabajador no especializado de construcción cuyo salario puede ser ¢200.000 como máximo. Digamos que este empleado tiene tres hijos, que puede ser la media. Seguro, usará su propia energía para llegar a su lugar destino. Es increíble que esta nueva ley lo obligue a hacer un gasto de ¢60.000 –un 30% de su salario– en un kit para poder andar en bicicleta. Por otro lado, los precios de las multas son salarios completos, multas para países desarrollados con autopistas decentes de varios carriles en ambas direcciones, no "carreteras" hechas para carretas y con leyes creadas para ser irrespetadas, debido a la pobre infraestructura. Yo nada más le pido al Gobierno que haga un análisis del costo que sufrirían los de menos recursos por esta nueva ley, porque para nadie es un secreto que la inflación les quita dinero día a día y las leyes tienen precios realmente desajustados en relación con la realidad económica del país.
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