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Historias de animales EL PEQUEÑO CHIMPANCE Durante los primeros dos o tres meses después de ver qué comía.
haber nacido, el bebé chimpancé permanecía col.
gado a su madre.
Si trepaba muy lejos, su madre se estiraba y lo reinEl recogía comida y se la ponía en la boca a escon tegraba a un lugar seguro al lado de ella, en la rama didas de su mamá; pero ella le abría la boca del árbol.
para Explicaciones Un día se alejó solo y se divertió mucho en lo alto El resto ya se comprende. Estas velas se colocan en de los árboles meciéndose de rama en rama.
el candelabro y se encienden en el momento oportuno, aunque es conveniente probarlas con anterioridad. El hecho de La tinta que se convierte en agua que el pábilo se muestre ligeramente carbonizado aumenta.
rá la sensación de realidad, pues siempre se desconfía más Se ha de operar con un vaso cilíndrico y no muy gran de una vela entera que de otra que haya sido ya usada.
de, que se llena de agua, pero antes de comenzar se envuelve Al envolverlas en el papel de periódico resulta muy fácon una faja de papel azul hasta una altura aproximadamen cil estrujar las falsas velas. pues incluso los cabos serán tan te la mitad del vaso. De ser posible es mejor usar tela, pues pequeños que pasarán inadvertidos entre la masa de papel el papel resulta demasiado brillante y siempre produce al arrugado.
gún ruido al arrugarse. El vaso se habrá colocado previamente sobre la mesa, cubierto con un paño para evitar que alLa historia del jugador y el dado guién mire su interior. El ilusionista puede levantar el vaso con cuidado, pero impidiendo que lo examinen por encima. Este juego requiere preparación, pero si se realiza con El cartoncito blanco que se introduce en él sólo es habilidad y se sabe contar la historia del infeliz jugador, bianco por una cara, pues por la otra está pintado de azul produce un gran efecto.
hasta su mitad. Al introducirlo en el vaso, la parte blanca Ante todo se necesita un cubo de madera pintado de es la que se muestra al público, y al sacarlo se le ha dado la negro, o de otro color, y con los círculos blancos muy vivuelta a fin de que aparezca visible la parte pintada de azul. sibles. Luego se ha de construir, con un cartón de un miEl movimiento de la mano es tan ligero, que, el público, su límetro de grueso, otro cubo que encaje o forme una funda gestionado por el cambio de tonalidad, no advierte la rota sobre éste, pero con una cara menos, es decir, como una cación del cartoncito.
ja vacía. Debe estar pintado exactamente igual que el primeEl paño grande sirve para, una vez cubierto el vaso, al ro, y salvo la imperceptible diferencia del grosor, ha de ser sacarlo llevarse consigo el cilindro o envoltorio de tela igual que el cubo de madera.
azul que producía el efecto requerido. la vista del públi Finalmente, con el mismo cartón se construirá otro cuco quedará un vaso medio lleno de agua pura y cristalina. bo que sirva de funda, pudiendo ser papel o tela coloreaUna recomendación muy importante para el que se de dos, y tendrá, por tanto, mm. más de lado que el primedique al ilusionismo es la de que nunca deje de hablar para ro. Hay que comprobar que encajen bien uno dentro de con ello distraer la atención del público. Luego, el acto de otro en el siguiente orden: cubo de madera, cubo con imponer silencio debe hacerse en el preciso instante en una cara menos, funda.
que el truco ya se ha consumado. Este silencio hará creer al Antes de comenzar el experimento el dado compacto Pero cuando llegó a donde estaba una pitón enrosauditorio que en aquel momento se va a realizar la muta se introducirá en el dado vacío, procurando que los círculos ción, cuando en realidad ya está todo terminado, pero fal coincidan con toda exactitud. Para los espectadores sólo cada en una rama, salió a escape para su casa, lanta ponerlo a la vista del público.
existirá un dado. El que se haya hecho circular antes puede zando chillidos estridentes.
Otra regla general es la de que al colocar algo sobre la meterse dentro de vacío, aunque al principio, lo mejor es no mesa, se tiene gran importancia como elemento del juego el permitir que lo toquen. Basta con que lo vean y oigan el ruimovimiento se ha de hacer sin poner interés, como quien do de la varilla mágica al golpearlo.
cambia una silla de lugar porque estorba. En cambio debe Se colocan ambos, que en realidad forman uno solo, rodearse de énfasis y aparato todo movimiento que no sirva dentro del sombrero de copa. Al sacarlo, es evidente que sópara nada. En ilusionismo hay que darle la vuelta a todo, y lo se retira el dado vacío, quedando el de madera en el interealzar lo que es vulgar para no dar importancia a los movi rior del sombrero. Esta operación requiere dos condiciones: mientos trascendentes.
primera, sacarlo y mostrarlo inclinándolo ligeramente a fin Estas reglas y los ensayos constantes y repetidos, son la de que los espectadores no puedan darse cuenta de que le única clave del éxito.
falta una cara, y segunda, cubrir con rapidez el sombrero con el plato. El dado vacío se pone encima del plato, con La mirada ardiente la cara que no existe hacia abajo. Con ello, la ilusión de que el dado está sobre el plato y el sombrero vacío, resulta perEste juego requiere una preparación que no es costosa fecta.
ni difícil. Tómese una vela, arróllesele un papel blanco ama Luego cubrimos este dado con la funda y al levantarla rillento, y luego quítese la vela. Repitiendo esta operación basta con apretar ligeramente los costados para que no se cuatro veces se obtendrán cuatro cilindros del tamaño de caiga el dado negro que va en su interior. Entonces se muesuna vela, Digámoslo de una vez: las velas deben sustituirse tra que, en efecto, la funda está vacía y el dado ha pasado por cilindros de papel que debe recibir una capa de goma a al interior del sombrero a través del plato.
fin de que no sea traslúcido.
Cuando el truco ya se ha realizado, es conveniente que Se cortan ahora cuatro puntas de vela, de un par de el ilusionista se aparte a fin de que sea uno del público el centímetros de altura con su pábilo, y se colocan en el ex que descubra el prodigio.
tremo superior de los rollos respectivos. Un poco de cera En prestidigitación, lo esencial es que el espectador no servirá para disimular la juntura, y unos goterones darán la sepa en qué momento exacto se produce la transmutación.
sensación de que se trata de velas verdaderas. Hay que tener Para el ilusionista, el instante crítico es aquel en que el púen cuenta la psicología del público; cuando miramos una blico cree vivir los preparativos, pues cuando los espectadovela, por lo general sólo nos interesa el cabo que arde. El res piensan que están presenciando el cambio, el ilusionista éxito estriba en simular estas velas, incluso con ayuda de se siente perfectamente tranquilo porque el pastel ya está una pequeña capa de parafina.
cocinado. entonces su mamá le pegó para que supiera que no debía alejarse.
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