Martes 17 de febrero de 1981.
PENTAGRAMA EDITORIAL Don Trino Araya en CODESA Estamos en tiempos de los hombres gelatina.
Son los que siempre tiemblan, los que tremolan y de tanto baik teo corporal y mental, no actúan.
Un típico hombre gelatina es pariente cercano de los yes man 事来来来来 Es obvio que un tembeleque cualquiera no tendrá jamás el vala de decir no.
Los que dicen no por necedad son idiotas, pero los que dicen ne ante una indignidad, un acto corrupto o una orden injusta, son hon.
bres verticales.
que han luchado. Ese fenómeno humano es muy frecuente en nuestros días, pero no fue capaz de arrastrar al ingeniero Araya Borge, que respaldó con su renuncia al cargo máximo que puede ofrecer CODESA por cuanto no está de acuerdo con las trabas que se han puesto a la devolución de las empresas montadas por ese organismo oficial a la empresa particular, impidiendo así que CODESA sea un verdadero ban co de desarrollo, dejándola convertida en una entidad generadora de empresas oficiales; por cuya ineficiencia el país viene soportando anualmente pérdidas millonarias el sistema una creciente participación del Estado en los medios de producción, como propietario, lo que contradice los principios democráticos de la organización del Estado costarricense.
De verticalidad no tienen nada los gelatinosos.
Tienen de lacra social, de manjarete, de barrizal arcilloso, perc nada de actitudes dignas y altivas.
Uno encuentra esta clase de hombres encaramados en todos lo árboles de la burocracia estatal y hasta en el mundo de las cosas pri vadas.
Con su manera de actuar son culpables de que muchos delitos de cuello blanco se lleven a cabo, o de que muchas injusticias se co metan.
No es frecuente, en este tiempo, comprobar cómo la conducta de un funcionario se produce en forma congruente con la filosofía política o económica que ese mismo funcionario pregona; de allí que por ser excepcional resulte relevante la adoptada por don Trino Araya Borge como presidente de CODESA.
Don Trino es un abanderado de la libre empresa y del sistema democrático, que está convencido de que este país requiere para su desarrollo del aporte permanente y abundante del sector privado, preferiblemente costarricense, pero si éste no está en condiciones de realizar inversiones importantes en la creación de nuevos centros de producción, el aporte, por imprescindible, debe venir del extranjero a través de una legislación que no lo limite, pero que defienda adecuadamente el interés nacional. Dentro de esos conceptos, ha defendido la tesis de que CODESA no es otra cosa que el instrumento a través del cual el Estado impulsa la creación de nuevas empresas, especialmente de aquellas que por el volumen de su inversión quedan fuera de las posibilidades de la iniciativa particular, a cambio de que, una vez montadas, se sustraigan de las incapacitadas manos de una administración burocrática y se vendan a la empresa privada, ya sea colocando en ella acciones, ya sea vendiéndolas a un solo empresario. Estima el señor Araya que de esa manera CODESA recupera sus inversio.
nes para iniciar otros desarrollos y evita la burocratización empresarial con todas las nocivas consecuencias que ese fenómeno entraña. Lo relevante es que don Trino ha procedido conforme a un pensamiento que tiene reiteradamente expuesto, y tal actitud ahora resulta ejemplarizante.
pocos funcionarios públicos, acomodados en un alto puesto de mando, en el que reciben remuneraciones jugosas en efectivo y en influencia, ceden al genio de la burocratización acomodan a un cargo que tiene todos los halagos del poder, y en el incrustados aceptan las situaciones que se presenten, aunque estas contradigan aquello en lo que creen y por lo En una sociedad actual corrupta, patizamba, camino al despeña dero, a ellos tenemos que cargarles una buena dosis de culpa de todo lo que nos debilita.
Al retirarse de CODESA, debemos reconocer a don Trino que ha logrado sacar algunas de las empresas de esa institución de la corriente de pérdidas crecientes en que se venían precipitando por su ineficiencia. Tal es el caso de CATSA que este año, por primera vez, está produciendo algo más de treinta mil bultos de azúcar por semana y que, de continuar así, tendrá una importante participación en la producción azucarera nacional. También es el caso de DAISA que exporta frutas por cantidades significativas y ha logrado una organización cooperativa digna de encomio.
Culpa de la podredumbre que ha desbarnizado el nombre de Cos ta Rica en el mundo, y que a veces nos pone a nosotros frente a la porqueriza.
El gelatina conoce la cobardía tan bien como el médico conoced estómago del paciente a través del palpo.
Además tiene amor por los quelonios.
ALUNASA, que está en estos días iniciando sus operaciones, ofrece perspectivas magníficas, si bien el país no conoce aún si está obteniendo en Venezuela la materia prima que necesita a precios adecuados o si, por el contrario, no tiene trato preferente en esas compras, situación de la que de pende fundamentalmente que esa empresa sea para el país un mal o un buen negocio.
No por conservacionismo, sino porque ama la lentitud con que mueven, pidiéndole una pata permiso a la otra para avanzar, y admi ra esa enorme, dura, brillante concha que toda tortuga tiene.
No Concha en que mira su propia concha.
que se se se Además, un hombre gelatina es también un mentiroso, porque no sabiendo decir no, ni asumir actitudes dignas, actúa como le dicen que lo haga y dice lo que le dicen que diga.
No cabe duda de que todo esto ñala se debe, en buena parte, al Ing. Araya Borge, merecedor por ello de nuestro reconocimiento, pero más por el hecho de que su conducta, acorde con lo que piensa y dice, ha de servirnos de ejemplo. habiendo descubierto que también es megafónico. digamos que es una lástima conocer a tales individuos y una tristeza darse cuenta como proliferan actualmente.
BUSCO MILLONES PARA CODESA ¿Y USTED DON RODRIGO?
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