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LA REPUBLICA. Miércoles 18 de noviembre de 1981 Los impuestos a las importaciones y la protección industrial no puede aducir que está persiguiendo objetivos nacionales mientras que, al mismo tiempo, recauda una renta adicional.
Si hay algún impuesto que aparentemente no es doloroso, es éste. Además, aquellos que tendrán que soportar en realidad la carga de estos impuestos, quizá nisiquiera se enteren de ello, ya que se cobran legalmente a los importadores, quienes a su vez frecuentemente podrán trasladar el costo de los mismos a los consumidores.
ción interna y en parte para desalentar el consumo interno de los productos gravados.
En los últimos años, se ha analizado la protección no en términos nominales, sino en términos efectivos. Bela Balassa, entre otros, ha desarrollado y popularizado el concepto de protección efectiva.
Este concepto se basa fundamentalmente en la creencia de que no se puede medir completamente la protección si sólo se tiene en cuenta los aranceles sobre los productos básicos.
Hace falta incluir los aranceles sobre procesos de elaboración e industrias.
Solamente cuando se tiene en cuenta la protección efectiva, se obtiene una idea cabal del efecto de asignación de recursos de una estructura arancelaria. El hecho es que en una economía de mercado, los recursos los asignan las empresas y en la mayoría de los casos, esas empresas no prodcen el valor total del contenido de un producto, sino que usan insumos que compran a otras empresas o importan del exterior.
Los derechos de importación tienen un costo social que es normalmente mucho más elevado que el relacionado con los impuestos sobre el consumo o la venta de ciertos productos, independientemente de que se produzcan en el país o se importen. El único caso en el que ya no existirá este costo debido a la ineficiencia, es cuando el producto gravado con un derecho de importación no puede producirse en el país, como por ejemplo, bananos en Europa o en los Estados Unidos Los países que se han embarcado en un proceso de industrialización mediante la sustitución de las importaciones, caso de Costa Rica, a menudo fijan estos impuestos no solamente para obtener el ingreso fiscal del caso, sino también para alentar la producción nacional de ciertos productos. El principal fundamento teórico de esta política es el argumento de la industria incipiente el cual sostiene que un país obtendrá ventajas comparativas con ciertas industrias una vez que éstas se hayan establecido y hayan crecido. En otras palabras, en general se supone que una industria debe funcionar durante algún tiempo y adquirir un tamaño determinado antes de que los costos de producción permitan competir internacionalmente. Mientras tanto, los gobiernos tendrán entonces que ayudar a esas industrias.
Se puede asitir a la industria ya sea mediante la concesión de subsidios presupuestariamente directos, que cubren o por lo menos reducen la diferencia entre costos e ingresos totales o mediante la protección arancelaria frente a competidores del extranjero. Esta protección puede proporcionarse mediante un impuesto sobre los bienes importados que compiten con los producidos por la industria que el Gobierno desea proteger. Entre estas dos opciones, los gobiernos eligen normalmente la protección. Los motivos por los cuales proceden de esta forma son obvios, pues cuando se utilizan los aranceles no hay ningún desembolso presupuestario sino que, por el contrario, probablemente recibirá algún ingreso. Además, el GobierCarlos MI. Vargas Chávez Cuando la protección se extiende del sector especial de las industrias incipientes a la mayor parte del sector industrial, como sucede a menudo en nuestros países en desarrollo, de hecho los países abandonan el principio de la ventaja comparativa en el comercio internacional, incluso si se modifica el argumento de la industria incipiente y aplican políticos más autárquicas de sustitución de las importaciones. Al aplicar estas políticas confían en depender menos del resto del mundo y ser más inmunes a las fluctuaciones ciclicas; esperan también que el crecimiento industrial consiguiente facilite la modernización y el desarrollo de sus economías.
Al aplicarse políticas de sustitución de las importaciones, los países en desarrollo han tratado entonces de estimular su sector industrial especialmente en relación con los productos industriales que consideraron esenciales.
Desde luego que ese sector ha requerido bienes de capital y productos intermedios que sólo se obtenían en los países industrializados. Para facilitar la importación de esos productos, los gobiernos de muchos países en desarrollo estimaron conveniente mantener un tipo de cambio más bajo que el del equilibrio. Esto se logró desalentando las importaciones en general, pero especialmeute limitando en la medida de lo posible la importación de aquellos productos finales que no se consideraban básicos. Estos productos, llamados normalmente bienes no esenciales o suntuarios, han sido gravados con impuestos a la importación mucho más elevados, tendientes a desalentar su importación más bien que a fomentar su producción interna. De esta manera, por lo menos según los propósitos de los rectores de la política económica, los impuestos o derechos de importación se utilizaron en parte para fomentar la producCarlos MI. Vargas Chávez Céd. 195 1449 Fábula para nuestros días La Adolescente inconclusa Casanueva maroma. La cosa no es así tan fácil, amigo. objetó hacha herrumbrada. vamos por partes. Dónde estudio pa leñador. Cómo que. En ningún lao; me enseñó mi tata. ese tata suyo. está reconoció y aprobao por este señor aquí, por el Gobierno. Qué aprobao, ni que ocho cuartas! Mi tata tiene cédula, vota, y paga todos sus impuestos. Como cualesquier pelagatos. interrumpió hacha herrum brada, mientras El Gobierno escribía, murmurando sotto voce y con desaprobación algo que sonaba a universidades privadas. De todos modos, usté no puede ser colegiado porque no estudió en una ins titución reconocía, aprobada, mantenida, regulada, controlada y mangone ada por este señor, por El Gobierno; y si no es colegiado, no puede.
El leñador empuñó su hacha con gesto amenazador y.
Hasta aquí la fábula. Si esto fuera un cuento de hadas tradicional, el honrado leñador se hubiera quejado ante el rey, o se hubiera casado con la hija del Presidente del Colegio de Leñadores, A, bueno, de todos modos, todo hubiera salido bien.
Erase una vez un leñador. No era ni más inteligente que el leñador promedio, ni más tonto; ni más ni menos apuesto; ni más ni menos pobre. Pero era muy, muy. pero muy buen leñador y de espíritu bastante independiente.
Un día como todos los días estaba el leñador volando hacha parejo allá en la montaña, cuando se le aparecieron un par de sujetos. Uno de ellos cargaba una hacha medio herrum brada y con el filo como comido por la polilla. El otro llevaba en una mano un cabo lápiz y en la otra un grueso y mugroso libro de apuntes de apariencia oficial; sobre la cabeza un quepis que parece haber sido verde en un tiempo. Dada la impresión de ser medio miope.
Después de contemplar un rato al leñador volando hacha, el recién llegado del hacha herrumbrada pregunto. Usté es leñador. No mbre. contestó el interpelado. profesor de quimica; es que. Mire, no sea malcriao. interpuso el del cabo de lápiz, usté es leñador. o no es leñador. Pos, así parece. verda. Por qué. Porque usté no es leñador reconoció y aprobao porque no es miembro del Colegio, y si no es miembro del Colegio, del Colegio de Leñadores A. Eso quiere decir Reconocíos y Aprobaos. ofreció cabo de lápiz. no puede cortar leña. concluyó hacha herrum brada, después de la interrupción Este señor, el gobierno. Del Gobierno. preguntó el leñador. EL GOBIERNO gritó el otro. le va a pasar todo eso por escrito, como una alvertensia. El aludido ya había comenzado a escribir laboriosamente en su librote. Mire. el leñador comenzaba a perder la calma. yo soy el mejor leñador de por aqui; nadie me toca. Corto más leña que cualesquier otro, y la corto mejor; nada de menudilla; la acomodo en esquivas que no se vienen abajo al primer suspiro de pájaro, ni cuando se les saca un cabillo del puro en medio; y usté me viene a decir que. Que ni que le ponga lacitos en las puntas a cada leño, ni asperjiándolos con canela. Si no es miembro del Colegio. Bueno. carajo! Apúnteme en ese bendito Colegio y déjeme seguir trabajando en paz. Cuánto me ya a costar la En la vida de un hombre todo puede suceder. El drama, lo cómico y hasta irónico, inesperadamente arremeten hiriendo lo más vulnerable del ser. Razón tenía Unamuno cuando escribía: Hombre soy y nada de lo humano me es ajeno.
Hay cosas que nos dejan perplejos por tristes, increíbles o injustas, otras quizá inmerecidas. cada instante, la duda espolea ¿Por qué? tratando en vano de auscultar los designios de terminantes de acontecimientos descabellados. Los hechos vencen, la historia nos enseña doctas lecciones al respecto. Es precisamente Beethoven, genio musical, quien mereció una sordera absoluta. En medio de la pasión dolorosa que lo asesinaba compuso su Novena Sinfonía. a golpe de timbal, testimonio trágico que afirmó ante la humanidad lo que la naturaleza la arrebató: la sensación del sonido. Colette Audry, en su libro Sartre. dice que: La obra de arte, percibida en el mundo, al mismo tiempo que sustraída de lo real, aislada del mundo, logra pues, conciliar inconciliables en la experiencia y hacernos creer en la posibilidad de esta conciliación. Gracias a ello, ésta puede representar para el artista la salida que se inventa cuando no existe salida alguna para él en la vida.
Cuando las contradicciones de lo real resultan insuperables en su existencia.
La Adolescente. es un tronco socavado por el filo de la guvía. Ingenua y triste como cualquier muchacha, mirada pulcra y cabiz baja, resignada porque no tiene ya esperanzas. Bajo las tejas de una casa herediana nació, a golpe de martillo.
Quien le dio aliento aún vive, recluido y solitario en un hospital provinciano; luchando con la muerte, asido a la tierra cual añoso roble. Un filósofo sentenciaba. La vida no es más que el conjunto de funciones que se resisten a la muerte ¿Y, no es esta una manera de ser inmortal. La Adolescente. és it escultura que Juan Rafael Chacón regalo a mi madre, Juan Francisco Hernández último retoño de una existencia fecunda, estigmatizada por la fatalidad: sus ojos de artista buscaron tantas formas en piedras y maderos que, ya cansados, no miraron nunca más: Juan Rafael Chacón quedó ciego mientras esculpía su Adolescente figura femenina de porte delicado, deja entrever destellos de líneas exquisitas fugándose en las vetas: es la visión desnuda y truncada de la belleza resentida. En ella, el despertar vital aflora esplendorosamente. la adolescencia es un extenso mundo de esperanza. Por qué Beethoven perdió el oído y no otro. Qué débiles se muestran los razonamientos ante un hecho que los desafía. escribía Walt Whitman. Cómo hubiera sido terminada? Sólo un hombre atesora este secreto. La lógica no da para tanto. Se llamará para siempre: La Adolescente Inconclusa.
Heredia 18 de octubre de 1981.
Desgraciadamente la realidad moderna es otra. Aquí no hay más rey que El Gobiero, y éste prohibió al leñador no colegiado (ni colegiable) ejercer su oficio.
Este a su vez emigró con todo y hacha y allá parece que le va muy bien; igual hicieron otros leñadores de la misma talla y a todos les va muy bien (uno se caso con una gringa de plata, dicen. Pero a los leñadores colegiados les va mejor todavía. Como no tienen competencia ni la pueden tener todo se lo arreglan entre ellos y la pasan de lo lindo. Claro, casi nunca hay leña, y jamás de la buena, ni bien esquivada. Porque cuando no quieren picar no prestan el ha cha; y por eso cada día más ciudadanos tenemos que cocinar el arroz (frijol no hay; y la cebolla está por las nubes) con el producto del ICE, que no es ninguna ganga, o con gas, que es menos ganga todavía.
Moraleja: Hacha herrumbrada y sin filo hace tanto daño como una nueva, especialmente en manos de incompetentes. talvez más.
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