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ves 15 de abril de 1982.
EDITORIAL SPENTAGRAMA Realmente grave es el problema de las Malvinas.
Dos procesos judiciales Sobre todo desde que el presidente Galtieri, de Argentina, tuvo que proclamar a tiros la soberanía sobre el archipiélago.
Lo que les pasa a los argentinos por lerdos y perezosos, por no querer consultar a la gente que sabe de reconfirmar so.
beranías en territorios insulares.
Error que no se hubiera producido con solo haber ojeado los dia.
rios costarricenses de junio de 1978.
Tiempo en que el Presidente de Costa Rica, almirante de una flota de lucidos guardacostas, viajó a la Isla del Coco, a 365 millas de Puntarenas, en el Pacífico, y encaramado en un peñón de la costa insular, gritó al mundo que Costa Rica es la dueña y señora de esos 24 kilo metros cuadrados de territorio perdido en la inmensidad oceánica.
Derecho de propiedad que tenemos nadie sabe por qué, pero que es una cosa cierta, concreta y firme.
Tan cierta y tan concreta como el hecho de que los piratas la mantuvieron en su poder sólo por temporadas.
Los tribunales tramitan, simultáneamente, dos procesos judiciales: uno es para investigar la captura de un lote de armas que hizo el Organismo de Investigación Judicial en un barrio del oeste de la capital; el otro es también para investigar el hallazgo de otro lote de armas que hizo el mismo organismo en un barrio al este de San José. Además de la diferencia en la ubicación de los lugares en que se encontraron armas y explosivos, hay otros detalles que los distinguen: el número de armas y las personas que resultaron involucradas en su tenencia, fuera de esas diferencias, los dos casos son idénticos, según se pueden ver desde fuera, pues en cuanto a la intención de los poseedores de armamento, es uno de los aspectos que deben investigar los jueces y que para nosotros aún permanece oculto.
Hay otra diferencia que debemos señalar y que es, realmente, la que motiva este comentario: uno de esos casos ha sido planteado también al tribunal de la opinión pública, y sobre él se realizan, paralelamente, una defensa judicial y una defensa de tipo político que al formularse ante la conciencia nacional, nos obliga a dar opinión.
Tenemos que partir del principio sagrado de la igualdad ante la ley, procurando evitar, a toda costa, su resquebrajamiento, que de producirse podría causar mayores daños que los esperables de los dos grupos, juntos, de armas localizadas.
Los antecedentes históricos de una persona, por extraordinarios que sean, lo mismo conducta pasada, son, sin duda, elementos a considerar como atenuantes, pero no constituyen, en ningún caso, justificación, desde el punto de vista legal, del hecho que se investiUn hecho como la tenencia de armas de guerra y de explosivos causa, sin duda, una alteración del equilibrio social. Esa alteración es tanto más profunda cuanto la personalidad que incurre en el hecho pueda ser digna de ser emulada por sus antecedentes, por su conducta anterior. La trascendencia social del mismo hecho, está condicionada por la prominencia del autor. Así hay personas cuya conducta es digna de ser seguida en el concepto de sus conciudadanos. Esas personas tienen mayor obligación de dar ejemplo de respeto y acatamiento al ordenamiento jurídico, que las personas corrientes de las que no siempre se espera una conducta ejemplarizante hacia el bien, el orden, y la paz. El equilibrio social de be ser restablecido, o de lo contrario su perturbación causa graves daños a la colectividad.
Tratar con distinto rasero al hombre ordinario al hombre prominente, contribuye a asentuar la perturbación social y a debilitar la institucionalidad del sistema, que sin la confianza pública se derrumbaría.
Cuando el señor Presidente de la República abrió las puertas del país para que por ellas entraran las armas de Cuba, dimos con valor y franqueza nuestra opinión, estimando que el ceder a los personales sentimientos haría correr un riesgo a la institucionalidad nacional. Ese caso también se ventiló ante el tribunal del país. Ahora creemos lo mismo, entre otras cosas porque defendiendo el sistema, tenemos la seguridad de que todos los involucrados, sin excepción, contarán con las mismas garantías, oportunidades, y facilidades para defender y explicar su conducta ante los tribunales de justicia, que fallarán en definitiva alejados de toda pasión, compromiso, o presión.
Los ingleses y los franceses y los holandeses.
Sin que tuvieran el coraje de proclamar a la isla territorio colonial de sus respectivos países.
Seguro porque presin tieron desde entonces, que habría de llegar el día en que un Presidente, inflamado de ardor patrio, iba a visitar la isla dispuesto a mantener la vigencia de ese derecho. como en los cuentos epopéyicos, fue, echó pie a tierra, izó la bandera tricolor e hizo que la fusilería quebrara la tranquilidad del aire insular con disparos simbólicos.
Gesta en la que nadie murió, no hubo heridos, ningún país mandó su flota a establecer un bloqueo en el mar que rodea la posesión, ni potencia alguna de la Tierra se atreviera a discutir la nacionalidad de ese pedazo de tierra ensartado en medio del mar.
que su Es obvio que los argentinos pasaron por alto también que el presidente Carazo es ducho en andares marineros.
ga.
No por la reconfirmación del Coco, sino porque desde que está encaramado en el poder, sus discursos del primero de mayo abundan en citas, ejemplos y recuerdos oceánicos.
UN FANTASMA LLAMADO PASTORA Lo que demuestra que el hombre sabe de despeinar olas, correr pargos, salar posesiones e izar banderas. TRAE UN GALLO PARA DESTAPAR LO AQUÍ MEJOR ESE DESTAPE ME TOCA МІ Publicado por Editorial La Razón Director: Lic. Joaquín Vargas Gené Subdirector: Yehudi Monestel Gerente General: Eugenio Pignataro Pacheco Jefe de Redacción: Luis Cartín Sánchez Gerente Administrativo: Carlos Gerardo Orozco Gerente de Ventas: Javier Odio Gurdián cau Jefe de Circulación: Alfredo Brenes Beita wireleri Central telefónica: 23 02 66 y 22 28 14 Télex: 2538 Publicidad: 22 92 15 Circulación: Apartado: 2130 23 88 85 lale 82 IMPRESO POR IMPRESORA COSTARRICENSE IMCOSA TEL: 22 91 66 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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