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LA REPUBLICA Sabado 30 de abril de 1983 15 Suplemento especial CONMEMORACION DEL PRIMERO DE MAYO (Día del Trabajo)
gh Para el primero de mayo de 1886 las organizaciones sindicales giraron instrucciones que se celebraran mítines en todo el país y eso coincidió con la huelga que a fines de abril estalló en Chicago, que paralizó a cuarenta mil trabajadores y que dislocó los servicios de transportación ferroviaria, al sumarse a la huelga todos los obreros de esta rama.
En la Harvester Plant (constructora de ma quinaria agrícola) de Chicago, había tremendas dificultades con los capataces y con los millonarios dueños del negocio, que eran los principales líderes industriales de la región, pues se oponían a la sindicalización de sus obreros. Continúa en páginas interiores)
En la mayoría de los países del orbe el día primero de mayo más que a la conquista de la jornada de ocho horas se le consagra a Los mártires de Chicago. Albert Spies, Adolf Fischer, George Engel, Adolf Parson, Luis Ling, Samuel Fielden, Michel Schwabb y Oscar Neebe, considerados como los máximos mártires del proletariado mundial, padres de la jornada de las ocho horas y causa determinante del triunfo de esa conquista.
Por los informes que se han obtenido, los sucesos transcurrieron más o menos así: En 1868 el Gobierno de los Estados Unidos de América promulgó una ley que reglamentaba la jornada de trabajo en ocho horas, debido a la presión de varias organizaciones sindicales, como: cigarreros, marinos, mecánicos, industria del vestido femenino y los albañiles.
Siendo entonces presidente de esa gran nación del Norte el general Ulises Grant, ordenó que el Gobierno Federal fuera el primero en dar el ejemplo a las industrias y talleres y para ello giró una orden a todo su gobierno para que se trabajara únicamente una jornada de ocho horas diarias. Algunos secretarios entendieron la orden a su modo y rebajaron los salarios de los cuellos blancos (así se llama en la nación norteña a los empleados de oficina. pues al disminuir la jornada de trabajo, entendieron que se debería rebajar también el salario. De tal confusión se valieron las once industrias que por aquel entonces estaban en condiciones de sostener la jornada de ocho horas para no cumplir el mandamiento legal, y eso provocó disgusto a los trabajadores y retrasó, o para mejor decir, bloqueó lo que ya se había obtenido del Gobierno Federal con el esfuerzo y sacrificio de muchos hombres y mujeres.
República SU PERIODICO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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