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10 LA REPUBLICA. Sábado 30 de abril de 1983 EDITORIAL 8PENTAGRAMA ¡Dios del Cielo: este país se nos ha vuelto gelatina!
Gelatina de la temblona, la que se sirve en potes y como que danza y como que se desparrama, pero sin desparramarse.
El ejemplo de Taboga Porque ya no andamos, ni vivimos, ni trabajamos, ni hacemos el amor de sol a sol, sino de temblor a temblor.
Es un viaje sísmico el emprendido.
La crisis golpea por igual a grandes y a chicos. Afirmar que son los más débiles los que padecen los más fuertes mandobles de los fenómenos inflacionarios o del enloquecimiento cambiario, suele ser un espejismo que se deriva de la realidad de que los más débiles son los que más intensamente sufren con los embates de una economía adversa, aunque tales emba tes sean menores que los que padecen empresas proporcionalmente grandes en relación con nuestro medio.
hacer frente a importantes deudas contraídas en dólares cuando el tipo de cambio estaba al 60 y que ha tenido que pagar al 45 o más; no, lo importante es que dentro de todas esas circunstancias adversas, las mismas que han padecido las demás empresas, logró aumentar su producción hasta alcanzar un récord nacional. Si tal hazaña se hubiera producido en épocas normales, habría sido admirable y dig.
na de felicitación, pero habiéndose producido dentro de las condiciones y circunstancias actuales, hay que colocar su valor, su tesón, su decisión y su coraje como ejemplo que debe ser imitado por todas las demás empresas del país.
Orbitamos de un sismo a un chorro de microsismos y de ellos a los macrosismos, que son manganzones de pantalón largo, de esos tan difíciles de tragar como un hueso en pescado que no filetearon bien.
Cuando comenzó la temblorera fue solo de piernas y de manos.
Iba acompañada de taquicardia y nacía y moría en la visión de la crisis económica, que aún tenemos encajada en los hombros, y en las volteretas del dólar, que de vivir a ras del piso, un día se volvió come.
ta, al otro jet y finalmente aerolito, cultivador de fuego en extravagantes alturas siderales.
De un brinco los costarricenses pasamos del temblor muscular al de tierra.
Ya no nos movíamos nosotros, sino la tierra, y encima de ella de rebote y como titeritos, nos capturó el sangoloteo.
Eso fue la víspera del Domingo de Resurrección.
Producir 620. 000 bultos de azúcar, aun en las circunstancias óptimas, es muy difícil en nuestro medio actual. Haberlo hecho en las condiciones en que lo logró es digno de admiración.
La inflación, y fundamentalmente el desenfreno que tuvo el régimen cambiario, práctica mente llevaron al borde del aniquilamiento a muchas empresas. El resultado es que la producción nacional ha venido declinando a la velocidad del vértigo. Las exportaciones, única manera sana de combatir la escasez de divisas y de regularizar el cambio, han bajado ya a casi 850 millones, cuando hace pocos años exportábamos casi 400 millones de dólares.
Han sido muy pocas las organizaciones productivas que han sido capaces de encarar la crisis con coraje, con eficiencia, con más esfuerzos e imaginación. Entre esas empresas está el ingenio Taboga, al que debemos poner como ejemplo.
Durante él y el rosario de días subsiguientes.
Costa Rica entonces agarró la calambrera, se descoyuntó, zarabandeo, calipseo, mambeo y hasta valseó al influjo del destartalamiento sísmico, sobre cuyos caprichos epicéntricos y sus calentu.
ras afincadas en magnitudes e intensidades, se jugó un buen partido de béisbol.
Cuando ya la meneadera había parado, resucita sin aviso previo.
No la sacudida brutal, retumbante, estremecedora, sino la casicosa, la chica pica y la siesnoés del enjambre microsísmico.
Lo que hizo Taboga le está señalando al país dos cosas: que a pesar de la adversidad podemos continuar avanzando, y que Costa Rica tiene un potencial azucarero muy importante que debe ser aprovechado. Desde luego todas estas cosas deben enfocarse con mesura y prudencia, pues levantar la producción azucarera sin tener mercados seguros para colocar el producto sería una torpeza. Esforzarse para abarcar el mercado mundial azucarero a precios de explotación y de hambre, sería contraproducente. los grandes países desarrollados no les pedimos limosnas, sino que nos com pren nuestros productos, lo que le sacamos a la tierra con esfuerzo. Los Estados Unidos pueden ampliar la cuota azucarera que nos tienen fijada, y eso sí sería una gran ayuda, que nosotros, con el ejemplo de Taboga, sabremos aumentar la producción, parando la caída que durante los últimos años ha tenido. los científicos dicen que en los últimos días hemos sido desequilibrados por unos 30 microsismos.
Mientras la producción general del país se ha venido derrumbando como una piedra que cae en el vacío, Taboga alcanzó en la zafra de este año la mayor producción de azúcar que haya logrado ingenio alguno en toda la historia del país, con la circunstancia en su beneficio de que si hace dos años no estaba preparada para producir azúcar blanco de consumo interno, en esta zafra que representa un hito, de los 620. 000 bultos que elaboró, un alto porcentaje fue de azúcar blanco.
No es que a la empresa azucarera de Taboga no la alcanzara la crisis, o que no tuviera que Encapuchados perdonavidas que no teniendo fuerza para convertirse en un tortazo que nos mate del susto, van de sustito en sustito, afectando nuestros aparatos cardiovasculares para que se nos escocheren.
Así que oremos, hermanos, para que los microsismos cambien de territorio, y se vayan co viento fresco a sa cudir lugares despoblados, o molleras de ministros de dos aguas, doble vertiente, jugadores de OBA y enternecidos amigos de los sacristanes marxistas que nos quieren descomponer la casa.
EN MILÁN, ITALIA La UNA EXPOSICIONE SOBRE 300 AÑOS DE MACHISMO QUÉ INTERESANTE MOLTO INTERESANTE LASTIMA QUE NO PUEDAS IR, MÍA CARA PRENSA GRAFICA Cara Publicado por Editorial La Razón Director: Lic. Joaquín Vargas Gené Gerente General: Eugenio Pignataro Pacheco Subdirector: Yehudi Monestel Gerente Administrativo: Luis Guillermo Holst Quirós Jefe de Redacción: Luis Cartín Sánchez Jefe de Circulación: Nogui Schmidt Navarro 83 Central telefónica: 23 02 66 y 22 28 14 Télex: 2538 Publicidad: 22 92 15 Apartado: 2130 Circulación: 23 88 85 halos 10 Surabajo o IMPRESO POR On aport ou utoll 30 4s viups bebis sacrae IMPRESORA COSTARRICENSE IMCOSA Stor tasto IoTEL. 22 91 66, 100m 1829 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de coiture VJáventud Costa Rica.
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