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24 LA REPUBLICA. Lunes 10 de octubre de 1983 LAS HUELGAS LA ECONOMIA DE COSTA RICA Con el esfuerzo mancomunado del Gobierno y del Sector Productivo, se ha logrado una relativa estabilidad, lo cual no significa, ni mucho menos, que se haya superado la profunda crisis en que se encuentra inmersa nuestra economía. De ahí que resulta imperativo que a partir de esa relativa estabilidad, las fuerzas productivas del país inicien cuanto antes el despegue hacia una vigorosa reactivación económica.
Si el Gobierno crea condiciones favorables que estimulen al sector empresarial privado para que continúe empeñando todo su esfuerzo, la crisis bien podría comenzar a desaparecer dentro de unos pocos años.
En los casos de huelgas ilegales, así calificadas por la legislación y por los Tribunales de Justicia, las autoridades administrativas deben cumplir con las resoluciones judiciales y sentar las responsabilidades necesarias. Además, de acuerdo con disposiciones muy claras de la Ley General de Administración Pública, el régimen de salarios de los empleados públicos se regula por un régimen estaturario obligatorio, y no por convenciones colectivas. El régimen estatutario comprende la Ley General de Salarios, ahora aplicable al sector descentralizado, la que creó la Autoridad Presupuestaria, y la norma 98 y de la Ley General de Presupuesto vigente. Con base en esa norma se pretende uniformar el régimen de salarios de toda la Administración Pública, para racionalizar el gasto total y evily tar que los funcionarios de ciertas Instituciones perciban salarios que el Gobierno Central u otras dependencias no puedan satisfacer. La igualdad en las remuneraciones para trabajos similares es fundamental para mantener alta moral y espíritu y de servicio entre los colaboradores, y evitar una escalada competitiva de salarios entre Instituciones, utilizando los mecanismos de huelga y presión. Por eso consideramos desafortunado que el Gobierno se siente a dialogar con sindicatos sobre aspectos salariales que deben regirse por disposiciones estatutarias, y mucho más negativo que se otorguen concesiones discriminatorias en detrimento del principio de legalidad.
De no ser así, cada vez nos hundiremos más, con las consiguientes graves consecuencias económicas y sociales.
Costa Rica requiere urgentemente promover la inversión local y extranjera, indispensable para la reactivación de sus fuerzas productivas. Para esto es necesario estimular la confianza y la seguridad del inversionista.
Quienes propician movimientos de huelga no han entendido lo anterior, o su objetivo es entorpecer el mejoramiento en las condiciones de vida de este país. Los costarricenses debemos entender que no es mediante la paralización de actividades que podrán lograrse ventajas, pues las huelgas en medio de esta insana situación económica, lo único que aseguran es el hundimiento del país, al malograr los esfuerzos de producción y provocar desconfianza y desasosiego.
Resulta de rigurosa obligatoriedad que en Costa Rica, gobernantes y gobernados, respetemos y cumplamos en toda su magnitud las leyes y el ordenamiento que nos rige. Las y pretensiones de los sindicatos por más justificación que puedan tener, no deben ir más allá de lo que es posible y conveniente para un país que se encuentra postrado por las circunstancias que vive; aunque esto signifique un sacrificio, pues sacrificio es precisamente lo que el interés nacional exige para superar la grave situación que vivimos.
CAMARA DE COMERCIO DE COSTA RICA 9018h 105 Vou 102 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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