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. 22LA REPUBLICA. Lunes 30 de abril de 1984 21 Neutralidad o no intervención Lic. Juan José Sobrado Ch.
ar de el de ia ar principio de la no intervención (individual. Subsiste solamente en naciones pequeñas inmediatas a naciones expansionistas demasiado poderosas, como Austria o Finlandia en relación con la Unión Soviética, o por razones muy especiales en Suiza, porque todas las potencias importantes tienen interés en su neutralidad y por que tiene un ejército importante para defenderse y una topografía que se lo permite. Tales naciones no participan ni pueden participar en pactos defensivos que implican compromisos, y que son incompatibles con el estatuto de neutralidad.
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raOSTA Rica es un pueblo pacifista por vocación propia, por sus hechos y por declaración legal. Trescientos años coloniales de vida familiar en hacienda, sobre las altas montañas del valle Central, en paz y en completo aislamiento de los conflictos sociales y políticos del área, formaron un pueblo pacifista, que detesta la violencia interna o externa y que practica la negociación y el diálogo para la solución de sus problemas sociales y económicos, y el trabajo y la educación como forma de progreso.
Este pueblo abolió el ejército, conserva el orden el orden político por el respeto de todos a la ley, y en la única ocasión en que ha invadido a su vecino fue para liberarlo del yugo esclavista extranjero, porque, si mucho ama la paz, más ama la libertad y la dignidad, de propios y de extraños. Consecuente con ello, su Constitución proscribe el ejército como institución, permanente y determina que la fuerza pública apenas tendrá el tamaño necesario para guardar el orden y la seguridad públicos.
Por ello Costa Rica es la más completa negación de la guerra, de la agresión a sus vecinos y de todo aquello respecto a lo cual, en relación con el Estado declarante, tiene sentido una declaración de neutralidad. Nada le agrega tal declaración a lo que ya es su naturaleza, y en cambio si le quita respecto a sus posibilidades de defensa, en lo cual nada debería tener que ver la neutralidad, porque neutralidad no significa suicidio nacional ni renuncia a la legítima defensa.
La neutralidad es una institución del Derecho Internacional de la Guerra. Recoge la condición del Estado que, frente a un conflicto bélico entre otros estados, se coloca al margen del mismo, en el que no participa ni podría participar ni directa ni indirectamente. y guarda una estricta imparcialidad frente a todas las partes.
Se da en las relaciones entre los Estados. No cabe neutralidad ante grupos políticos armados y en guerra, de un mismo.
país, porque no son Estado. Hablar de neutralidad ante ellos, sería concederles esa categoría y con ello intervenir en los asuntos internos del Estado en que se produce la lucha. Ante las luchas civiles, el instituto aplicable es el de la no intervención. cuya observancia es un deber internacional impuesto por los tratados suscritos por el país, y no el de la neutralidad. Neutralidad frente a las luchas entre los Estados, no intervención frente a las luchas internas en los Estados.
Tampoco cabe la neutralidad propiamente dicha, y en las luchas entre Estados antes de que se produzca la guerra, porque la neutralidad es una consecuencia del estado bélico; antes, la neutralidad es solamente la promesa o la garantía de que llegado el momento, el Estado declarante se abstendrá de intervenir.
Tal es el orden de los conceptos para denominar en situaciones diferentes, la conducta del Estado que quiere colocarse al margen de conflictos externos o internos de otro Estado. La confusión de un concepto con el otro, conduce a consecuencias dañinas, inevitables pese a aclaraciones y negaciones en contrario, porque el sistema del Derecho Internacional y la naturaleza de las cosas en las relaciones internacionales así lo imponen.
El principio de la no intervención en los asuntos internos de los otros Estados, es la regla jurídica aplicable a los conflictos internos, en todas sus faces y a los conflictos externos hasta la fase que culmina con la declaración de guerra.
La no intervención, además de ser una norma básica del actual Derecho Internacional, en el caso de nuestro país es además una regla de supervivencia, porque un Estado aislado y desarmado no puede involucrarse en conflictos sin arriesgar su existencia.
El Estado desarmado se debate entre dos alternativas igualmente peligrosas: si, aun para defenderse o para proteger sus intereses, o simplemente violando el principio de la no intervención, se involucra en problemas externos o si declarado un conflicto bélico toma partido, puede sufrir represalias incontestables o que lo hagan, desaparecer; si aunque nada haga, igual le puede pasar, si no cuenta con un mecanismo de seguridad y de fuerza que garantice su existencia frente a las agresiones, porque el desarme unilateral sin tales seguridades sería simplemente una locura.
La evolución de las relaciones internacionales le permitió a nuestro país encontrar la fórmula para guardar el equilibrio: los sistemas de seguridad colectiva de la OEA, y de la ONU, que proscriben la intervención y la agresión; que legitiman y propician la guerra colectiva contra el agresor, en garantía de la paz; y que por lo anterior descartan la neutralidad absoluta, que no cabe frente al agresor de un país ligado por el sistema colectivo de seguridad. Así, descansando en la garantía de las demás naciones, pudo desarmarse sin quedar inerme.
Pero el sistema de seguridad colectivo, es eso, colectivo y de reciprocidad multilateral. Los Estados no se comprometen gratuitamente, sino por la obligación de los demás de acudir en su auxilio si les tocare el turno de ser agredidos. Los derechos son la estricta contrapartida de las obligaciones, que si se repudian, aquellos desaparecen.
La neutralidad permanente y como naturaleza que se ha propuesto, comprende también inevitablemente la negativa a participar en aquellos conflictos en que la intervención o la guerra es colectiva como parte del pacto de seguridad. De otra forma no sería neutralidad, y si se hace tal salvedad entonces ya no hay neutralidad sino cumplimiento puro y simple de las obligaciones internacionales, y no tiene sentido hablar de neutralidad (con el peligro de que se crea que si existe. La defensa por otros solo existe como derecho unilateral, cuando los otros unilateralmente se lo imponen (lo que cuando ocurre, tampoco lo es por filantropía sino por algún interés importante. Tal es la condición de los estados neutralizados (por otros. diferente a la de los simplemente neutrales (por sí mismos. La neutralidad, y con ello la seguridad, del neutralizado, provienen de las potencias que lo neutralizan, lo que sí es congruente, tanto porque no tiene sentido, la neutralidad sin seguridad, como porque la realidad del desarmado (neutralización y desarme generalmente van unidos. es que su seguridad tiene que ser dada por otros.
Lo que no tiene sentido es autoneutralización sin seguridad propia y con renuncia inevitable e implícita a la seguridad colectiva. Tal hibrido contradictorio no puede existir, como lo demuestran las numerosas reservas hechas en la Proclama de Neutralidad. que en realidad la dejan sin tener de ello más que el nombre, y en realidad como una proclama de reinteración del principio de la no intervención, aunque con otra forma y otro nombre. Lo que no quita, por las imágenes y los conceptos que el nombre de neutralidad connota, que no pueda causar un efecto negativo para los intereses del país, haciendo creer que en realidad se ha producido, con todas sus consecuencias.
El juego más superficial de la propaganda y de la política se basa en el poder de las imágenes y de las asociaciones para movilizar las mentes de los demás.
La neutralidad, que estuvo en boga en los siglos 18 y 19, es un régimen en decadencia, por las experiencias negativas de la primera y de la segunda guerra mundiales, la evolución de las relaciones internacionales hacia la seguridad colectiva y el Costa Rica, participante en el Pacto Interamericano de Asistencia Recíproca. TIAR. que es el único verdadero fundamento que le ha permitido desarmarse sin quedar inerme, no puede adquirir un estatuto de neutralidad sin renunciar al TIAR, de hecho o de derecho, y con ello a su única protección verdadera.
Para justificar tal cambio habría que sostener que en relación con Nicaragua, está en la situación de Austria o de Finlandia con la Unión Soviética, lo que es absurdo, porque ni Nicaragua es la Unión Soviética, ni los Estados Unidos están a la distancia que están de Austria y lo que es peor el armamento de Nicaragua lo ha financiado en buena parte nuestro país (por lo menos en ciento cincuenta millones de dólares, a que ascienden las compras impagas. al haberle extendido un crédito que no atiende y que le ha permitido desviar esa misma suma para la compra de armamento.
En resumen, lo que conviene no es una neutralidad que nunca va a respetar un régimen expansionista, fanático y agresivo como el de Nicaragua, sino la exigencia del principio de la no intervención y del respeto mutuo, tanto de la propia como del régimen de Nicaragua en los nuestros, claramente expresado, sin ambigüedades o concesiones para las izquierdas y los compañeros de viaje, y hecho valer mediante los principios del régimen de seguridad colectiva, que ahora más que nunca es indispensable para la supervivencia de nuestra nación.
na toCOS de gia on ias do le to se de kis SO el Tia el no se ais Casa de sus pa ello, digan lo que digan las izquierdas vergonzantes de la social democracia europea, del gobierno mexicano y del New York Times, que en el caso presente siempre hablarian mal de nuestro país.
La Proclama de Neutralidad sólo puede tener el efecto de una táctica equivocada como los hechos lo están demostrando, y por supuesto debe desecharse para los efectos de una reforma constitucional.
Las opiniones que contienen los artículos que se publican en esta página, son las personales de quienes los firman y no coinciden, necesariamente, con las del periódico. La imagen de Poncio Pilato grandiosa historia de Roa gritos, crucificarlo. El Procurador roma, del enorme imperio que mano, veterano de muchos combates en creó e hizo predominar dulos confines del imperio, comprendió que rante muchos siglos, ha sido tenía que elegir entre la vida de un solo materia mal enseñada y peor hom bre o masacrar a todo un pueblo, medida que su prudencia le decía no conveaprendida en nuestros centros docentes, nía a la politica de Roma en ese país paen todas las épocas, desde la colonia espaAlfredo Vincenzi cificado.
ñola hasta el día de hoy. No sucede lo De esta manera, se lavó las manos. mismo en los países o regiones más podehizo que la sangre de aquél justo recayera rosos de la actualidad: Estados Unidos, dos como a sus vencedores romanos.
le hizo una indagatoria. El lo encontró sobre quienes debía recaer. Los judios Europa, Repúblicas Soviéticas, porque sa Los romanos sólo actuaban con terri libre de toda culpa. Lo juzgó inocente.
sintieron, después, el terrible castigo de ben que de la historia se obtienen siempre ble dureza con aquellos que se les subleva Pero la muchedumbre judía seguía insatisMassa da cuando quisieron sublevarse. Cograndes enseñanzas.
ban, como Espartaco, o con los que les fecha, por oscuras razones que le inculcamo lo sintieron muchos otros pueblos enEs así como se ignora, generalmente en oponian una resistencia obstinada, como ban sus sacerdotes. Poncio Pilato, aunque tre ellos Inglaterra. cosa que no olvidan nuestra patria, que una de las prácticas los tracios, galos, cartagineses o británi pudo declararse incompetente en el sentilos ingleses. los galos, los cartagineses, los usuales de los romanos al ponerse en con COS. La imagen de Poncio Pilato se nos do jurídico de la palabra, por tratarse de egipcios, los celtiberos, etc.
tacto directo con los pueblos sojuzgados aparece, entonces, distorsionada totalun extranjero, sujeto a las leyes de su pue Poncio Pilato fue, en realidad, un tipipor ellos, era la de respetarles su religión, mente. Hay quienes creen que fue un blo, intentó, esta vez, sacarlo libre de co soldado romano: fuerte, práctico, su gobierno interno, sus costumbres, sus hom bre pusilánime cuando bien pudo acuerdo a la costumbre. Los judíos, ante astuto, y pleno del sentido de equidad creencias, sus leyes, y, en fin, su total destruir a los judíos que execraban a Je ese intento, prefirieron a Barra bás.
que rebosa del Derecho Romano. Fue un idiosincrasia. Sólo les exigían el tributo. sucristo, en menos de un abrir y cerrar de Poncio Pilato, impaciente, mandó a auténtico Procurador, quien, si sintió alY, en ocasiones, la mano de obra necesa ojos.
azotar a Jesús para conseguir calmar a guna debilidad, fue ante la sobre humana ria para realizar edificaciones de infraes Cuando acusaron a Jesús, ante él, de aquella muchedum bre vociferante. Tampresencia de Jesús, sin saber casi nada de tructura que servian lo mismo a los venciEste documento sporopiedad And Bioteca Nacionar Mer sciogoPilata del Sistema Naci harcte fittatecas augnsasti Eulturns upendítosta Rica, el, ni mucho menos entender su doctrina.
el César

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