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20 LA REPUBLICA. Martes de mayo de 1984 Una ocasión sistemática, y en cierto sentido, hasta un estímulo para este modo de pensar y valorar está constituido por el acelerado proceso de desarrollo de la civilización unilateralmente materialista, en la que se da importancia primordial a la dimensión objetiva del trabajo, mientras la su bjetiva todo lo que se refiere in directa o directamente al mismo sujeto del trabajo permanece a un nivel secundario. En todos los casos de este género, en cada situación social de este tipo se da una confusión, e incluso una inversión del orden esta blecido desde el comienzo con las palabras del libro del Génesis: el hombre es considerado como un instrumento de producción. mientras él. él solo, independientemente del trabajo que realiza. de beria ser tratado como sujeto eficiente y su verdadero. artífice y creador. Precisamente tal inversión de orden, prescindiendo del programa y de la denominación según la cual se realiza, merecería el nombre de capitalismo en el sentido indicado más adelante con mayor amplitud. Se sabe que el capitalismo tiene su preciso significado histórico como sistema, y sistema económico social, en contraposición al socialismo o comunismo. Pero, a la luz del análisis de la realidad fundamental del entero proceso económico y, ante todo, de la estructura de producción como es precisamente el trabajo, conviene reconocer que el error del capitalismo primitivo puede repetirse donde quiera que el hombre sea tratado de alguna manera a la par de todo el complejo de los medios materiales de producción, como un instrumento y no según la verdadera dignidad de su trabajo, o sea como sujeto y autor, y, por consiguiente, como verdadero fin de todo el proceso productivo.
ASDEROVIR ASOCIACION SOLIDARISTA DE EMPLEADOS CADENA COMERCIAL RODOLFO LEITON Entre los derechos fundamentales de la persona humana es preciso destacar el derecio de los trabajadores de fundar libremente asocia ciones capaces de representarlos de modo suficiente y de colaborar a la ouena organización de la vida económica.
Iero. DEMAYO Aprovechamos esta significativa fecha para unirnos al pueblo costarricense en sus ideales de paz por los que incesantemente luchamos. Nos solidarizamos con las constantes y justas luchas de los trabajadores por adouirir condiciones de vida acordes con la situación actual.
Se comprende asi como el análisis del trabajo humano hecho a la luz de aquellas palabras, que se refieren al dominio del hombre sobre la tierra, penetra hasta el centro mismo de la problemática ético social. Esta concepción debería también encontrar un puesto central en toda la esfera de la política social y económica, tanto en el ámbito de cada uno de los países, como en el más amplio de las relaciones internacionales e intercontinentales, con particular referencia a las tensiones, que se delinean en el mundo no sólo en el eje Oriente Occidente, sino también en el del Norte Sur. Tanto el Papa Juan XXIII en la Enciclica Mater et Magistra como Pablo VI en la Populorum Progressio han dirigido una decidida atención a estas dimensiones de la problemática ético social contemporanea. SOLIDARIDAD DE LOS HOMBRES DEL TRABAJO GABO GABÚ.
Si se trata del trabajo humano en la fundamental dimensión de su sujeto, o sea del hombre persona que ejecuta un determinado trabajo, se debe bajo este punto de vista hacer por lo menos una sumaria valoración de las transformaciones que, en los 90 años que nos separan de la Rerum Novarum, han acaecido en relación con el aspecto subjetivo del trabajo. De hecho aunque el sujeto del trabajo sea siempre el mismo, o sea el hombre, sin embargo en el aspecto objetivo se verifican transformaciones notables. Aunque se pueda decir que el trabajo, a causa de su sujeto, es uno (uno y cada vez irrepetible) sin embargo, considerando sus direcciones objetivas, hay que constatar que existen muchos trabajos: tantos trabajos distintos. El desarrollo de la civilización humana conlleva en este campo un enriquecimiento continuo. Al mismo tiempo, sin embargo, no se puede dejar de notar como en el proceso de este desarrollo no sólo aparecen nuevas formas de trabajo, sino que también otras desaparecen. Aún concediendo que en línea de máxima sea esto un fenómeno normal, hay que ver todavia si no se infiltran en él, y en qué manera, ciertas irregularidades, que por motivos ético sociales pueden ser peligrosas.
Aprovechamos esta significativa fecha para unirnos al pueblo costarricense en sus ideales de paz por los que incesantemente luchamos. Nos solidarizamos con las constantes y justas luchas de los trabajadores por adquirir condiciones de vida acordes con la situación actual.
Iro. DEMAYO El cristiano no debe estar inactivo y esperarlo todo de Dios.
Una postura tal lo haría ridículo. Ha de procurarse el pan con el trabajo de sus manos y de su espíritu.
Dom TENERIA JUAN ACUÑA CHAVEZ PRODUCTOS CON EL SELLO INDISCUTIBLE DE SU ALTA CALIDAD DIRECCION:A 3C 17 19 TELEFONO: 51 42 43 CON NUESTROS PRODUCTOS DE SUELA MATERIALES DE TALABARTERIA PARA COSTA RICA CENTROAMERICA Precisamente, a raíz de esta anomalía de gran alcance surgió en el siglo pasado la llamada cuestión obrera, denominada a veces cuestión proletaria. Tal cuestión. con los problemas anexos a ella, ha dado origen a una justa reacción social, ha hecho surgir y casi irrumpir un gran impulso de solidaridad entre los hombres del trabajo y, ante todo, entre los trabajadores de la industria. La llamada a la solidaridad y a la acción común, lanzada a los hombres del trabajo sobre todo a los del trabajo sectorial, monótono, despersonalizador en los co industriales, cuando la máquina tiende a dominar sobre el hombre tenia un importante alor y su elocuencia desde el punto de vista de la ética social. Era la reacción contra la degradación del hombre como sujeto del trabajo, y contra la inaudita y concomitante explotación en el campo de las ganancias, de las condiciones de trabajo y de previdencia hacia la persona del trabajador. Semejante reacción ha reunido al mundo obrero en una comunidad caracterizada por una gran solidaridad.
Tras las huellas de la Enciclica Rerum Novarum y de muchos documentos sucesivos del Magisterio de la Iglesia se debe reconocer francamente que fue justificada, desde la óptica de la moral social, la reacción contra el sistema de injusticia y de daño, que pedia venganza al cielo, y que pesa ba sobre el hombre del trabajo en aquel periodo de rápida industrialización. Esta situación estaba favorecida por el sistema socio politico liberal que, según sus premisas de economismo, reforzada y aseguraba la iniciativa económica de los solos poseedores del capital, y no se preocupaba suficientemente de los derechos del hombre del trabajo, afirmando que el trabajo humano es solamente instrumento de producción, y que el capital es el fundamento, el factor eficiente y el fin de la producción.
Desde entonces la solidaridad de los hombres del trabajo, junto con una toma de conciencia más neta y más comprometida sobre los derechos de los trabajadores por parte de los demás, ha dado lugar en muchos casos a cambios profundos. Se han ido buscando diversos sistemas nuevos. Se han desarrollado diversas formas de neocapitalismo o de colectivismo. Con frecuencia los hombres del trabajo pueden participar, y efectivamente participan en la gestión y en el control de la productividad de las empresas. Por medio de asociaciones adecuadas, ellos influyen en las condiciones de trabajo y de remuneración así como en la legislación social. Pero al mismo tiempo, sistemas ideológicos o de poder, así como nuevas relaciones surgidas a distintos niveles de la convivencia humana, han dejado perdurar injusticias flagrantes o han provocado otras nuevas. escala mundial, el desarrollo de la civilización y de las comunicaciones ha hecho posible un diagnóstico más completo de las condiciones de vida y del trabajo del hombre en toda la tierra, y también ha manifestado otras formas de injusticia mucho más vastas de las que, en el siglo pasado, fueron un estímulo a la unión de los hombres del trabajo para una solidaridad particular en el mundo obrero. Así ha ocurrido en los paises que han llevado ya a cabo un cierto proceso de revolución industrial; y así también en los países donde lugar primordial de trabajo sigue estando en el cultivo de la tierra u otras ocupaciones similares.
Movimientos de solidaridad en el campo del trabajo de una solidaridad que no debe ser cerrazón al diálogo y a la colaboración con los demás, pueden ser necesarios incluso con relación a las condiciones de grupos sociales que antes no estaban comprendidos en tales movimientos, pero que sufren, en los sistemas sociales y en las condiciones de vida que cambian, una proletarización efectiva o, más aún, se encuentran ya realmente en la condición de proletariado. la cual, aunque no es conocida todavía con este nombre, lo merece de hecho. En esa condición pueden encontrarse algunas categorías o grupos de la inteligencia trabajadora, especialmente cuando junto con el acceso cada vez más amplio a la instrucción, con el número cada vez más numeroso de personas, que han conseguido un diploma por su preparación cultural, disminuye la demanda de su trabajo. Tal desocupación de los intelectuales tiene lugar o aumenta cuando la instrucción accesible no está orientada hacia los tipos de empleo o de servicios requeridos por las verdaderas necesidades de la sociedad, o cuando el trabajo para el que se requiere la intrucción, al menos profesional, es menos buscado o menos pagado que un trabajo manual. Es obvio que la instrucción de por si constituye siempre un valor y un enriquecimiento importante de la persona humana; pero no obstante, algunos procesos de proletarización siguen siendo posibles independientemente de este hecho.
Por eso, hay que seguir preguntándose sobre el sujeto del trabajo y las condiciones en las que vive. Para realizar la justicia social en las diversas partes del mundo, en los distintos países, y en las relaciones entre ellos, son siempre necesarios nuevos movimientos de solidaridad de los hombres del trabajo y de solidaridad con los hombres del trabajo.
Conscientes que el trabajo es el instrumento que engrandece al hombre y solidarizándonos con la justa lucha de los trabajadores nos unimos con gozo en este día especial al pueblo trabajador costarricense.
CARTAGO DO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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