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12 LA REPUBLICA. Miércoles de mayo de 1984 PENTAGRAMA zdemoyo EDITORIAL Una presión demasiado pesada Pasó la Semana de la Prensa y nadie se acordo de un hecho importante: el de que una nación extranjera, en virtud de un sistema de gobierno hibrido y conculcador de ciertas libertades, ha decretado la censura contra los periódicos costarricenses. 00000No una censura a medias, de estira y encoge, como la que se le aplica al glorioso diario La Prensa. 00000No; es algo peor, hermético, cerrado. oo00oLa carga que están imponiendo los trabajadores pancarios a todo el proceso económico nacional para presionar con ella la obtención de ventajas salariales y de otras naturalezas laborales, nos lleva a preguntarnos si el fin justifica los medios que se emplean para obtenerlo. No queremos calificar las pretensiones de los empleados del Banco de Costa Rica, seguramente justas, pero sí nos interesa señalar el daño que por alcanzarlas le están infiriendo a toda la población del país, y particularmente a los sectores de trabajadores que económicamente son más débiles, y nos preguntamos si eso es justo, razonable, moral y ético.
Los entrabamientos que se están creando artificialmente a un servicio que está monopolizado por el Estado, que pueden alcanzar hasta la paralización total del mismo, afectan negativamente a todos los procesos económicos que se dan en la nación, disminuyendo su ritmo y aun deteniéndolo si la situación se prolonga o agudiza. El resultado inmediato de esa actitud en los bancos es una merma en la producción, un decaimiento en la actividad económica y un empobrecimiento general de la población. En cuanto sufran atraso los pagos de salarios, o la compra de materias primas por falta de efectivo para hacerles frente, se producirán los despidos o las angustias en los hogares que viven sin reservas monetarias.
Esas tragedias no guardan proporción con las ventajas que con su actitud pretenden lograr los trabajadores bancarios, por justas y razorables que sean.
El monopolio de los depósitos en cuentas corrientes impide a los empresarios hacer traslados de efectivo en sus cuentas bancarias y encadena el ritmo de su actividad al que impone el tortuguismo en los servicios de los bancus. Pronto los más débiles comenzarán a sentir los efectos de la situación, recibiendo castigo por algo en lo que no tienen ni la menor culpa, y ni siquiera posibilidad de intervenEN LA PARADA ción. Desde el punto de vista puramente teórico, el Estado es invencible en una huelga bancaria, porque como persona jurídica no siente las urgencias y las necesidades que crea la falta de disponibilidad monetaria. Además, los efectos que tiene la paralización del servicio en la población, desde la pérdida de tiempo en las largas filas frente a las ventanillas hasta la falta de pago oportuno por falta de efectivo, hace poco simpático el movimiento, si no es que lo hace odioso y repugnante.
Las constantes huelgas en el sector público, frente a la armonía prolongada en las relaciones obrero patronales en el sector privado, generalizan el criterio de que la burocracia estatal está imponiendo a la fuerza privilegios cada vez más insoportables, porque a la postre tienen que ser pagados por el sector no oficial, que es el que produce la riqueza nacional. Esa realidad, magnificada por el hecho de las varias nuelgas que en este momento tienen planteadas los burócratas, hace que todos los movimientos huelguísticos en el sector oficial sean calificados como buscadores de nuevos privilegios, haciéndose difícil marcar las excepciones que puede haber de huelgas para la consecución de conquistas justas y razonables.
La actitud de los bancarios está creando las condiciones para que se dé a la vida económica del país la alternativa de mantener depósitos bancarios en instituciones privadas, rompiéndose el monopolio estatal de los depósitos, pues se está demostrando en forma práctica que si en estos momentos no existiera el indicado monopolio, los empleados bancarios del sector oficial podrían estar luchando por sus ventajas, pero el país no se paralizaría en su actividad económica general.
Luchen los empleados bancarios por lo que crean justo y conveniente, pero tengan cuidado de no olvidar que el fin no justifica los medios.
Se trata sencillamente de no dejar pasar ninguna publicación costarricense que no se llame Libertad (tiene que haber una excepción) hacia Nicaragua. oo00o Todo guardafrontera por más dundito que sea, sabe que a los ticos hay que registrarlos a fondo para que no lleven periódicos de ninguna clase. o00ooNo importa si llevan latas, mercaderías, medicinas, telas, perfumes o licores. o00ooLo importante es que no pasen los diarios costarricenses. o00ooQue no pase principalmente. La República. o00ooLos caballeros que venían en los años del 78 y el 79 a darnos palmaditas en el hombro, y a decirnos que los directores de este diario eran benefactores de Nicaragua porque no sólo consignaban las noticias de la lucha contra Somoza, sino que eran los únicos que iban al frente, a sudarse con Pastora y los otros comandantes, son los que ahora nos dicen esperpentos de la contra. oo00oNo pasa La República, ni La Nación, ni La Prensa Libre; no pasa nada más que lo que sea afin, hecho por afines y llevado por serafines. 00000Pero como debe existir la libertad de prensa entonces los comandantes de Nicaragua han ordenado que se envíe para la venta en San José Barricada y Nuevo Diario. oo00oY los dunditos de las aduanas de aquí los dejan pasar. 00000Como dejan pasar la propaganda infame que tejen al otro lado contra nuestro país. oo00oPero de esto no se habló en la Semana de la Prensa. oo00oY nosotros como somos metiches queremos que las cosas se digan como son. oooooY que si la prensa costarricense es mala, hija de Satanás y engendro de los infiernos para los nicas, apliquemos la misma medida a lo que lleno de veneno nos viene de allá. TE La ASI NOS LA JUGAMOS MIENTRAS SE DECIDEN REBAJAR NOS LOS PASAJES ty PRENSA GRAFICA Publicado por Editorial La Razón Director: Lic. Joaquín Vargas Gené Gerente General: Eugenio Pignataro Pacheco Subdirector: Yehudi Monestel Gerente Administrativo: Luis Guillermo Holst Quirós Welce 84 Jefe de Redacción: Gerente de Ventas: Luis Cartín Sánchez Franklin Bernal Candanedo Jefe de Circulación: Nogui Schmidt Navarro Central telefónica Publicidad: Circulación: 23 02 66 22 28 14 22 92 15 23 88 85 23 00 76 23 06 44 Apartado: 2130 Télex: 2538 21 04 29 23 04 37 IMPRESO POR Dogo IMPRESORA COSTARRICENSE, 5231 TEL: 22 91 66 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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