18 REPUBLICA. Lunes de setiembre de 1984 EDITORIAL PENTAGRAMA Cada año son toneladas las cantidades de petróleo que se arrojar a los mares.
Una oportunidad que no debe perderse De la misma manera se lanzan a ellos químicos, materiales de de.
sechos bélicos y toda suerte de porquerías.
Si bien se sabe que los oceános pueden digerir esta carga tóxica, no puede decirse lo mismo, por ejemplo, de los lagos. mucho menos puede aceptarse la teoría de tal digestión. en aquellos depósitos de agua lacustre que, como en Costa Rica, son exiguos y superficialmente pigme os Sin embargo, no hay ningún mecanismo en movimiento para conjurar la lenta y visible contaminación que algunos de nuestros lagos y lagunas están sufriendo.
con este año, para que se establezcan en el extranjero a fin de que puedan gozar de las exenciones fiscales que se les otorgan. Parece lógico que las grandes compañías norteamericanas estén en este momento examinando las naciones que pueden ser la sede de sus empresas exportadoras con el fin de afincarse en ellas. Costa Rica, por muchas razones, podría atraer a un altísimo número de esas empresas, compitiendo con Inglaterra, República Dominicana, Haití y otros estados que ya están interesados en atraer masivamente a esas compañías.
Tal vez porque siendo pequeños como son, y no teniendo significado en lo que concieme al mundo del transporte, el fenómeno de su envenenamiento pasa inadvertido.
Es lo cierto, en todo caso, que algunos lagos nuestros como el Cote, acusan una merma notable en su población ictiológica y una peligrosa transformación de sus aguas.
Lo mismo se aplica a otros lagos o lagun as como los que dan vida al sistema de canales intercosteros del Atlántico, o los que están per: didos e incógnitos en la contrastada geografia de Guanacaste.
La Ley de Reducción del Déficit de 1984, dictada en los Estados Unidos, brinda a este país una oportunidad magnífica que no dehe perderse. Establece la legislación a que se hace referencia que las empresas que exporten productos norteamericanos al resto del mundo, podrán gozar de una serie de exenciones fiscales a condición de que cumplan una serie de requisitos, entre los que están el establecimiento de esas compañías en algún país fuera de los Estados Unidos.
Lo importante es que la legislación referida toma las providencias necesarias para impedir que las empresas norteamericanas funden en el extranjero meras compañías de papel, con lo que no sólo montarían una burla, sino que no dejarían prácticamente nada al país escogido para sede. Entre los requisitos que señala la nueva legislación está la obligación de las empresas de mantener en país sede que sea escogido una oficina, así como sus libros de contabilidad, incluyendo los balances periódicos y el balance anual. Por lo menos un miembro de la junta de directores deberá no residir en los Estados Unidos y, además, deberá celebrar las sesiones de asamblea general en el país sede escogido.
La legislación norteamericana otorga a las compañías exportadoras de esa nación un plazo que vence y que según entendemos vence No se trata aqui de contaminación por sustancias hidrocarbura.
das, sino de contaminación por insecticidas o pesticidas, de los que son comúnmente usados en el agro costarricense.
Y, en algunos casos, de aguas negras o de desechos industriales que, a la larga, resultarán tan nocivas para la vida lacustre, como el petróleo.
Se nos ocurre que la creación de las condiciones que hagan de nuestro país uno de los elegibles, es una interesante posibilidad que se abre para la señora Muni Figueres, recientemente nombrada en el CENPRO, que podría organizar la acción oficial, que incluye la suscripción de un convenio con la Administración norteamericana, para que el país pueda aprovechar el convertirse en un importante foco de las grandes empresas de los Estados Unidos.
No se tiene mucho tiempo para llevar adelante el propósito a que se hace referencia, por lo que es imprescindible una acción inmediata y enérgica si se quiere aprovechar la posibilidad que para nuestro país abre la nueva legislación norteamericana.
El problema es fácil de detectar cuando los pesca dores de portivos del pasado, encuentran en el presente una cataclistica merma en la existencia de peces.
Hay más que eso, y en algunos lugares, a espaldas de las autoridades, se siguen usando los sistemas de pesca exterminadores a base de explosivos y venenos vegetales, quellas prácticas del bom beo de bobos y guapotes, y de encerronas en ríos que van a desembocar a estos lagos, para disolver barbascos y otras sustancias que causan una dramática matanza de peces, perviven aún. si no queremos lagos muertos, rios envenenados y un país cada dia más cercano a la debacle, tenemos que encontrar una solución a título de urgencia.
JUEZ ARGENTINO EMITE FALLO SOBRE LA MORALIDAD DE LOS MOVIMIENTOS DE MICHAEL JACKSON CHE.
PERO SI ESTO ESTA FENÓMENO!
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