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DESCUBRIMIENTO DE AMERICA (SEGUNDA PARTE)
se también sin fruto, regresa a La Rabida. esta vez se produce el milagro, Fray Juan Pérez escribe una carta a la reina y la carta tiene el mágico poder de que Isabel envie a Colón 20. 000 maravedises para que se presente dignamente ante la Corte. Una nueva reunión de la Junta rechaza sus planes, pero la intervención de Giraldini y del tesorero de Aragón, Luis de Santángel, que ofreció ade.
lantar el dinero para la empresa, lo resolvieron todo.
Las excesivas pretensiones de Colón estuvieron en trance de estropear nueva mente el asunto; perd a fin los Reyes accedieron a sus peticiones, y se firmaron las llamadas. Capi tulaciones de Santa Fe En ellas cedían Colón el Almirantazgo de la Mar el Virreinato y el gobierno de las tierras la jurisdicción de los plei tos que se suscitasen y el diez por ciento de lo que se extrajera en riqueza con el permiso de contri buir con un octavo a los gastos de la expedición, e igual derecho de partigi par en beneficios de la misma cuantía.
Antorcha 84 Después del estudio y del esfuerzo.
disfruta el sabor del triunfo con Tosty El proyecto colombino.
Cabe ahora preguntarse cómo concibió Colón el plan de su descubrimiento, puesto que su ciencia no podía ser la única fuente que le impulsara a la gran empresa. Ante todo es preciso admitir que ello se debió a un conjunto de circunstancias favorables, que se reúnen en Colón, y que fructifican merced a las condiciones verdaderamente excepcionales de tesón, confianza en sí mismo y genio creador que él poseía.
El mundo entero, y de modo particular Portugal y la región de Andalucía, vivían por entonces una efervescencia de preocupaciones marineras y afanes descubridores, motivados por el deseo de hallar nuevas rutas hacia las tierras de las especias.
Su matrimonio en Portugal, después del naufragio, su residencia en Porto Santo, su viaje a Islandia, las noticias de viajes ajenos, entre ellos el atribuidos a un tal Alonso Sánchez de la Huelva (quizá personificación de otros viajeros desconocidos. que parece llegó a tierras trasatlánticas arrastrando por una tempestad, las tradiciones nórdicas, que aún permanecen vivas; todo ello, decimos, contribuye a forjar la base previa de los planes de Colón, de su entusiasmo y decisión.
El objeto fundamental de sus proyectos, consistía, sin embargo, en diri.
girse a Oriente navegando siempre en dirección a Occidente. En Europa era noción muy difundida la existencia de ricos países orientales, sobre todo después de las fabulosas narraciones de Marco Polo, y en ella tenía singular cabiE da la que hacía referencia al reino del Gran Khan, payra el que Colón había de llevar en su viaje cartas de los Reyes Católicos. Ahora bien, es necesario explicar cuál era el soporte científico que podía im.
pulsar a Colón a buscar por las rutas occidentales el camino de Asia. Estas nociones del lejano Orien.
te venían confirmadas por el activo comercio seII, a quien por cierto no científicamente los prole gustó la idea, después yectos que, con cierto aire de consultar a sus hombres profético y misterioso, les de ciencia. Colón fue prehacía aquel entusiasta exsentado por un amigo de tranjero.
Martins, de quien solicito Se celebran algunas reuque se le pusiera en con niones de esta junta, cuyos tacto con Toscanelli para pareceres se oponen a los que le ampliara sus sugeplanes de Colón, a pesar rencias; pero aquél respon.
de lo cual, en el año sidió tan sólo que le alegra guiente, le entrega la Corte ba que un portugués algún dinero como ayuda. pues creyó que Colón lo Después de residir algún era ya que en este idioma tiempo en Córdoba, donde le había escrito, recogieconoció a Beatriz de Arara su idea. En las tapas na, de la cual tuvo a su hide uno de los libros que jo y futuro historiador pertenecieron a Colón se Fernando, y volver a Por ha encontrado una copia tugal para proponer al rey de la carta de Toscanelli, nuevamente su proyecto, y párrafos de ella se han identificado en el diario de viaje del almirante. De ello se deduce la gran importancia que las ideas del matemático florentino tuvieron en la génesis del pensamiento de Colón.
Gestiones de Colón en España. Fracasada, como hemos dicho, su gestión en la corte de Portugal, Colón se traslada a España en 1485, dirigiéndose primeramente a la región de Huelva, sin duda por ser zona marinera, en cuyo convento de La Rábida se detuvo algún tiempo, y donde tuvo ocasión de relacionarse con hombres importantes que a su vez le presentaron a otros. Por conducto de sus amista.
des de La Rábida, fue conociendo al legado pontificio Giraldini, a Alonso de Quintanilla, contador mayor, al Arzobispo Gon zález de Mendoza, al dominico Diego Dega, a fray Antonio de Marchena y a otros varios. En las jornaLa historia es la siguien das de La Rábida expuso te: a mediados del siglo por vez primera sus plaXV un matemático florennes, que en general hallatino, Pablo del Pozzo Tosron favorable acogida.
canelli, que practicaba sus En 1486 se dirige Colón estudios en la corte del a la Corte de los Reyes Cardenal de Cusa, llegó Católicos, a los que copor la vía matemática a mienza a interesar con el la idea de la esfericidad proyecto aunque no pueterrestre, con lo cual resuden prestarle la necesaria citaba la idea de Eratoste. atención, por estar ocunes y de Ptolomeo. Toscapados de lleno en la guenelli se atrevia incluso a rra de Granada. Los Reyes, dar medidas, y apuntaba la sin embargo, ordenan que posibilidad de que pudiera se forme una junta. que Hegarse a Oriente a través tiene casi la misma movilidel Atlántico. Estas ideas dad que la Corte, pues mulas comunicó en una carta chos de sus miembros son el canónigo portugués Fer oficiales reales o personas nando Martins, para la ilus allegadas a los soberapostración del rey Don Juan cuya finalidad es estudiar guitas Tostadas Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Posty LA REPUBLICA. Jueves 11 de octubre de 1984 das, especias, manufacturas, etc, de que eran emporios Bizancio y Alejandría. Desde 1453 el comercio con Levante (cercano Oriente) había sufrido un golpe decisivo por la caída de Constantinopla (Bizancio) en manos de los turcos otóma.
nos. La importancia comercial y política de las repúblicas mercantiles ita.
lianas en especial Venecia y Génova iba a resentirse de un modo extraordinario, ya que la relación cesa casi bruscamente o sigue de un modo ordinario encarecimiento deneral. Incluso Barcelona, también muy floreciente mercantil mente hasta entonces, inicia una etapa de decadencia económica. Era.
por tanto, preciso buscar otro camino. y en verdad era esto lo que querían los portugueses con sus viajes a partir de la muerte de El Navegante, y lo que consiguen al lle.
gar a Calicut enlazar. por la espalda de los turcos con la India. Colón convencido de las nociones de la esfericidad de la Tierra, que ya veremos de dónde le llegaronpiensa en un camino mucho más corto.
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