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LA REPUBLICA. Lunes 17 de junio de 1985 21 La República, un periódico diferente cuel zioarU Héctor Hernández casi lesileN dia me dijo un fotógrafo que sentia dudas sobre la publicación de un articulo enviado a La República, aduciendo que dicho periódico es muy sensacionalista. En aquel momento omiti la respuesta porque me di cuenta que se desconocía el concepto mismo del término referido a un medio informativo como el periódico. La verdad es que encontrar en nuestro medio un periódico que no sea sensacionalista es algo así como pretender tocarle los bigotes al sol.
Este preámbulo solamente justifica el deseo que he sentido para reconocer a La República el buen gusto de darle un nuevo rostro a su presentación; y lejos de congraciarme con el medio para el cual ras un periódico pues cosa aparte resulta la de si quienes ejercen el periodismo son capaces o no, porque también existen muchos que esperan a que las noticias lleguen a su escritorio, en lugar de llevar el escritorio hasta el sitio de los acontecimientos.
Termino reconociendo una vez más la excelente presentación del periódico, en espera de que las cosas nos resulten todavía mejor a la par del esmero de las personas eficientes quienes forman ese bello y gran mundo periodístico. No vaya a ser que nos ocurra lo que le sucedió a alguien por alli: Sintonizo equis emisora y escucho con atención cuando el periodista informa. Sensacional accidente acaba de ocurrir, y nos disponemos en este momento a darles todos los detalles desde el propio sitio de los acontecimientos.
De pronto se escucha una algarabia infantil, a la vez que una voz femenina dice: Charía, ya está listo el desayuno!
colaboro, se trata más bien de reconocer con objetividad lo que dicho periódico es. une también a ello el recuerdo viejo de este periódico porque a la edad de siete años lo reparti por mucho tiempo a los grandes hacendados de mi pueblo.
En aquella añeja época jamás se me ocurrió pensar que muchos años después algunas de mis tonterias serían leídas y comentadas por los respetables lectores de este periódico.
Con la vista más o menos en buen estado me detengo ahora para apreciar el excelente combinado de colores en sus páginas, y de la misma manera me detengo para leer las líneas en una nueva impresión, pues se refleja la actualización de acuerdo con las moderJiucico vanas formas tipográficas.
No sólo deben comentarse las cosas malas que se hacen; también deben reconocerse las buenas, aunque muchos dicen que los periódicos defienden intereses clasistas. pero pocos dicen que la tarea del periódico es sacrificada; y con ello uso el símil si se admite de que así como el gallo vigila las horas, el periódico vigila el cosmos entero para darle a sus lectores las últimas nuevas. Esta es la función de cho rinta, mojefe Las opiniones contenidas, en los artículos publicados en esta página, son las personales de quienes las firman y no coinciden, necesariamente, con las del periódico.
ley Císes yetcado sión imiEugenio Pignataro Pacheco por nos, que Lo que oi e interpreté en la OEA rostro de su propia vergüenza.
Pero ese dia se jugaban otra carta. Se jugaba el destino de ese anquilosado aparato tras el que quedaban el desaire que le hizo Alejandro Orfila y otros lunares en su historial.
fundo respeto a la ley y ello nos da suficiente autoridad moral para reclamar ante el mundo entero lo que legítimamente nos corresponde: el derecho de vivir en paz.
Pero aquí no acaba todo. Algo debemos hacer para consolidar esta posición.
es a ictizíses icen ele.
este del nena de o en EÑOR presidente, señores miembros del Consejo Permanente. en nombre del Gobierno de Costa Rica solicito al Consejo Permanente, aprobar el siguiente proyecto de resolución: EL Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, vista la exposición presentada por el gobierno de Costa Rica ante el Consejo Permanente, y de conformidad con el Capítulo XIV de la Carta Resuelve. Autorizar con la urgencia que el caso requiere, al Presidente del Consejo Permanente, para que con el concurso del Secretario General de la Organización, designe una comisión de observadores del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos para que investigue in situ (en territorio costarricense) los hechos denunciados por el gobierno de Costa Rica y rinda un informe a la brevedad posible, sobre los mismos a este Consejo Dos muertos sagrados para el pueblo costarricense demandan la acción de este Consejo. Contribuyan ustedes a que no haya uno más. Con estas palabras y ante un cielo oscuro, el día de junio del año en curso a eso de las 12:30 en la ciudad de Washington, dio principio y fin el canciller Dr. Carlos Gutiérrez, al discurso con el que nuestro país levantaba en el seno de la OEAante la opinión pública americana y mundial una vehemente protesta ante la ingrata agresión que sufrió un grupo de guardias civiles y que dejó como saldo dos víctimas. Varias horas de negociación la noche anterior y otras el mismo dia del debate no fueron suficientes para lograr eso que en la jerga diplomatica llaman consenso y que al fin y al cabo no es otra cosa más que un escudo para que muchos oculten el a decir verdad, ante la vehemencia y la firmeza de nuestra posición, muchos así lo entendieron.
De nada valió la excelente oratoria del cura Parrales, quien con singular maestria trató de variar la tónica de un asunto en el que según se dijo entre corrillos periodisticos, quizás ni él mismo creia, y que defendía bajo los estribillos clásicos de las consignas comunistas que sólo reconocen el imperialismo y la intromisión extranjera en la presencia y la asistencia de los Estados Unidos, mientras que todo lo que viene de atrás de la cortina de hierro le llaman corriente liberalizadora. la cual por lo general implica la mordaza a la opinión pública y la sentencia al destierro de todo aquel que sin someterse a los designios del régimen procure el acceso al poder.
Costa Rica debe virar sus ojos hacia su servicio exterior. Nuestra labor diplomática no puede ni debe ser configurada al calor del compadrazgo político. El hecho de que una embajada como la de Washington esté abandonada resulta ser algo imperdonable. Los preparativos para nuestro reclamo ante la OEA, ponen en evidencia que no podemos depender simplemente de la entrega de un personal que si bien tiene mucho mérito por su espíritu de trabajo, es poco lo que puede hacer al tanto en que carece del poder necesario para establecer los vínculos pertinentes propios de trabajos de esta naturaleza.
Washington, a la larga resulta ser algo así como la Meca de la diplomacia. Entre sus largas y floridas avenidas y de oficina en oficise tejen una serie de negociaciones que darán marco a derroteros internacionales que bien pueden determinar el destino de una nación. Por eso, resulta indispensable tener poder de negociación. No en vano los gobiernos de corte comunista no escatiman esfuerzo en conquistar todos aquellos campos del quehacer humano que puedan de alguna manera dar contenido y difusión a sus tesis.
Está claro ante los ojos de cualquier persona con tres dedos de frente que las corrientes socialistas han logrado a través del uso de exquisitas técnicas de desinformación, manipular en buena forma la opinión pública mundial en áreas de enorme importancia. Dominan y mueven grandes corrientes en cualquier latitud del mundo.
Miente, miente que al final algo quedará. Sobre esta sentencia ha montado más de un déspota su aparato de propaganda y sobre esta misma sentencia montan los comunistas su embate publicitario.
Su labor es tan intensa y productiva, que durante el debate de la OEA el señor Parrales se dejó decir entre otras cosas que prácticamente hasta contaban con el apoyo de órganos de difusión como el Washington Post y el New York Times. Sus arremetidas son tan bien enervadas que la opinión pública norteamericana casi que no sabe ni entiende lo que está pasando en Centroamérica y aquellos que apenas lo entienden apoyan tesis evidentemente contradictorias con lo que realmente deberían ser las tesis de un país que por su grandeza democrática en medio de todos sus errores representa un ejemplo para el mundo. El potencial de manejo de lo que los expertos llaman IM (Información Movilizadora) adquiere especial relevancia en los regímenes comunistas. Su refinamiento en el manejo de estos quehaceres ha dado margen para pensar que con su agresividad dan contenido a aquella frase de que han llevado al norteamericano a aceptar el privilegio de su nacionalidad, pero no la responsabilidad, que ello conlleva.
Contrarrestar esta corriente requiere de un gigantesco esfuerzo que sólo podrá ser implementado en el tanto en que demos a nuestro servicio exterior el sentido que verdaderamente requiere.
He aquí un gran reto que no podemos evadir.
na No sirvieron tampoco esta vez los susurros con los que el embajador de México quería posiblemente orientar a su colega. Bien señaló tanto el canciller Gutierrez al manifestar ante ese foro que una cosa es lo que dicen y otra es lo que hacen. como el embajador de El Salvador ante ese organismo, quien frente al cinismo del nicaragüense le manifestó claramente que los pueblos de América buscan cambiar su sistema de vida y no el color del látigo.
Costa Rica triunfó en su tesis.
La primera batalla se ganó con hidalguia en el campo que nos corresponde. Somos un país de proón. 85 22 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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