Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
LA REPUBLICA. Jueves 27 de junio de 1985 TURISMO Editora: Vilma Aguiluz Colaboradora: Marie Jeanne Oliger Panchito y su harén.(Cojal)
Un modesto zoológico con gran encanto para los niños El rey de los zopilotes. Cojal)
gozar de café.
OR sólo 10, cualquiera pue Una chimpancé que barre su jaula Ahora, su dieta natural es a base de de tener un agradable encuenfrutas, pero Judy sigue conservando tro con la avifauna y Cerca de Panchito y sus mujeres, parte de su ingenio y si se le acerca lo lindo con personajes como Panchi decididamente Judy es centro de una escoba hasta barre su jaula, clato. el mono que no admite competen atracción. Tiene la fuerza de hom ro. tirando toda la basura hacia las cia en su harén. o con Judy. la bres y la gracia de un payaso.
aceras.
chimpancé que þarre su propia jaula. En realidad, la historia de Judy es pocos metros del centro de San grande. Primero fue la atracción de un El rey de los zopilotes José, el Parque Nacional Simón Bolícirco, luego fue adquirida por los duenos de un zoológico, en La Garita, y Un poco cerca de la vivienda de var, el tradicional zoológico de los costarricenses, tiene para ofrecer una vahace algunos años pertenece al Parque los cocodrilos, el rey de los zopilotes Bolívar.
riada gama de posibilidades, desde el sarcoramplus papa es una de las essimpático pizote nasua nasua. hasta Judy sólo le falta hablar. Sabe an pecies más llamativas. Aunque se enel exótico león africano o el oso negro.
dar en bicicleta y hasta comer gallo cuentra en vías de extinción, su plumapinto con cuchillo y tenedor. Por su je blanco y negro y su roja cabellera El Parque Bolivar. como se le co puesto, esas eran algunas de sus anti le convierte en uno de los favoritos, noce cariñosamente, ha sido por más guas costumbres circenses, cuando su junto a papá y mamá jaguares.
de 60 años el paseo obligado de los es dieta diaria consistía en melcocho Papá jaguar varias veces ha intencolares y de los estudiantes en general. nes con mantequilla, gallo pinto y tado tener sus propios crios pero nunca También, no falta uno que otro adulto ha tenido suerte y la mayoría del tiemque goce del plácido ambiente del lugar.
En un área aproximada de y media hectáreas, el parque Bolívar es una reunión de los más raros personajes. el cargahuesos, el aguililla blanca y negro, los mapachines, los pavones, con su negro plumaje o los monos colorados.
Uno de los más graciosos persona.
jes, Panchito. está acompañado en su jaula de concreto por compañeras, pero no admite ningún macho en su campo de acción. En ocasiones, cuan.
do se ha querido cambiar la norma, rá.
pidamente Panchito pone de manifiesto su fuerza y expulsa al enemigo.
En la jaula de los monos Valentin es el crío más pequeño, de sólo meses, apenas si se puede apreciar, cuando, prendido de su madre, recorre las ramas y casi se confunde con mamá mona en apretado abrazo.
Decididamente Judy la gorila, es una de las nuevas atracciones del Parque (Cojal)
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón tizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y uventud, Costa Rica po luce plácidamente, panza al sol, mostrando su hermosa piel cubierta de negras manchas.
Al frente los cuilitos. seguros familiares cercanos de los ratones, se la pasan comiendo repollo y haciendo las delicias de los niños visitantes, que gozan y hasta algunas veces pueden acariciarlos.
Papá león Definitivamente el animal rey parece triste. Sus rugidos se dejan escuchar por todo el parque, pero nadie se le puede acercar lo suficiente, a no ser los guardianes o quienes le suministran su comida y hay una razón para ello.
El veterinario del Parque, ingeniero Alfonso Matamoros, asegura que los motivos para tener en aislamiento al león africano, tienen que ver con alguno que otro accidente, que se quiso presentar, cuando visitantes atrevidos se acercaron al animal y lo perturbaron y claro: a pesar de las fuertes rejas, un león tiene la fuerza de 10 hombres y puede romperlas.
Más alejadas, las tranquilas tortugas se broncean encantadas, a la par de apacibles cocodrilos. Hasta se animan a montar sobre sus lomos, como ignorando que, de vez en cuando, los temibles anfibios también comen tortugas.
En general, la visita al Parque Nacional Simón Bolívar suele ser un agradable encuentro con la naturaleza.
Aunque no es el zoológico más grande del mundo, es el zoológico de los costarricenses, por naturaleza.
El Parque es un lugar especial, donde hasta la sencilla sonrisa de Judy o el sueño silencioso de Beto el gran zaino, tienen encanto, porque se trata de un encuentro con la avifauna, sin par en el país.
Este documento no posee notas.