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LA REPUBLICA. Viernes 24 de enero de 1986 11 OPINION Los centros de atención de ancianos Lic. Luis Fernando Moya Mata Eureka Arturo Uslar Pietri ADA me hizo más gracia que lo que me contó un señor amigo hace varios días. Resulta que él, y un viejo compañero de juventud, ambos ya entrados en años, de pronto se reunieron en uno de los costados del Parque Central de Heredia. Y, ya metidos dentro de una conversación liviana, uno de ellos le dijo al otro: Hombre. qué se habrán hecho aquellos viejos de antes, esos que veíamos en este sitio conversando tranquilos y disfrutando de su retiro. no es cierto que no se han vuelto a ver? lo que la respuesta no se hizo esperar: Pues como los vamos a ver, si esos viejecitos de antes, ahora lo somos nosotros. Los jóvenes de hoy así nos miran. Claro, de inmediato soltaron la risa que más que de alegría era un himno a la nostalgia y al reconocimiento de ese hecho incontrastable: los años pasan y no en vano.
Traigo a colación esta anécdota para reforzar un tanto mi meditación sobre el transcurso del tiempo. Los años van ca.
yendo sobre nuestras espaldas como pequeñas gotas sobre la piedra, sin aparente daño a la vista, pero, conforme pasa el tiempo, con consecuencias visibles y lógicas. Quizás lo más hermoso, y que viene como compensación a la pérdida de la losanía del cuerpo y en muchos casos hasta de la salud, es la consecución de la madurez en el pensamiento. De allí que en épocas antiguas, las grandes culturas como las griegas, las romana y la oriental, el pensamiento del anciano tuvo una ingerencia prácticamente ineludible. Su voz, aunque quebrada por el desgaste de los años, fue escuchada con respeto y acatadas sus sentencias a las que se les reconocía la fuerza de la experiencia. El pater familias de los romanos fue una figura con gran poder político sobre su prole ante cuya autoridad se mantenía la unidad familiar y se acataban sus disposiciones En las épocas modernas, en las cuales al hombre se le divide en primera, segunda y tercera edades, al anciano se le ido desplazando a tal extremo, que el régimen de pension ya cubre no a éste precisamente, sino al propio hombre en plenitud de la madurez y de la capacidad laboral. En otras palabras, que la situación ha dado un vuelco radical y, entonces, vemos hoy a hombres relativamente jóvenes ya alejados de sus funciones y a otros que, aunque pensionados, se dedican a otros oficios privados, en un afán de renunciar al estado de inercia y de contemplación a los que parecen destinados los hombres en retiro.
En Costa Rica ignoro en los demás países, pero es posible que así lo sea también se ha venido cultivando el amor al anciano a traves de un programa muy bonito que se llama Centros de Atención al Anciano, el cual consiste en que los ancianos, quienes viven en sus hogares particulares, acuden diariamente a un centro en el cual van a realizar labores de acuerdo con sus propias habilidades. Entonces, cada quien será recogido del hogar, como se hace con los jóvenes estudiantes durante el tiempo lectivo, y es llevado a los centros en donde permanece durante todo el día. Allí, los ancianos de uno y otro sexos hacen sus trabajos, almuerzan juntos y, al final de la jornada, regresan a sus casas ya debidamente dispuestos al descanso. De esta manera, no se sienten una carga familiar, se ufanan de estar inmersos dentro de una actividad creativa y mejoran su carácter al mantener una terapia ocupacional muy importante para ellos.
Este programa aún es incipiente. La sociedad no ha tomado aún idea de lo importante que es, porque no se trata de meter a un pobre anciano a un hogar de ancianos para que alli, resignado a su suerte, simplemente espere el momento de su fallecimiento, como en una antesala de la muerte o del cementerio. Todo lo contrario, estos centros lo que propenden es a darle ocupación al hombre o mujer que por sus años avanzados se han sentido desplazados por una sociedad que exige cada día gente más joven incorporada a los centros de producción.
El Estado debe tomar este programa con mayor fuerza y con la colaboración de la empresa privada, básicamente grupos organizados de personas de buena voluntad, darle el impulso que necesita para que no solamente sea un éxito, en cuanto a su funcionamiento sino, sobre todo, una meta adecuada para todos aquellos que transitamos por la vida y que algún día podríamos hacer uso de esta actividad. Aquella frase de que los niños de hoy son los hombres del mañana, debe reforzarse con esta otra: los hombres de hoy serán los ancianos del mañana. Y, salvo que la muerte nos sorprenda antes, nadie escapará a esa suerte final, propia de nuestra condición humana.
imbólica y tenazmente, en la memoria colectiva de nuestra cultura, está la imagen casi ingenua de Arquímedes que al sumergirse en su baño descubre una de las leyes fundamentales de la física, que es la base de infinitas aplicaciones prácticas y consecuencias técnicas. La leyenda dice que en la remota Grecia de hace 24 siglos Arquímedes con su hallazgo salió a la calle, chorreando agua y gritando a todo pulmón: Eureka. lo he hallado.
Eureka es el nombre que 18 países europeos han escogido para designar un nuevo y ambicioso proyecto de cooperación científica y tecnológica que permita equipararse con el adelanto que en esas vitales materias tienen los Estados Unidos y el Japón. En los y primeros días de noviembre se reunieron en Hanover los representantes a nivel ministerial de esos países para crear el nuevo organismo y definir sus propósitos y planes. Se puede decir que ya Eureka existe y que Europa se ha puesto de acuerdo para cooperar en la forma más práctica y eficaz para el desarrollo tecnológico, particularmente, en aquellos aspectos más avanzados y fundamentales en los que hasta hoy norteamericanos y japoneses han alcanzado una considerable ventaja.
Es la primera vez que se logra establecer un acuerdo de esa magnitud en ese campo. Hasta ahora la investigación científica y tecnológica había sido estrictamente nacional y realizada, principalmente, por grandes consorcios industriales y por universidades e instituciones científicas. Ahora, por primera vez, se da el caso de que 18 países sobe anos, de gran adelanto científico y tecnológico, pongan en común sus medios para lograr un mayor y más efectivo progreso.
No ha sido fácil y no deja de presentar grandes dificultades el proyecto. Los intereses nacionales de mercado y de nivel de desarrollo presentan otros tantos obstáculos.
El proyecto tiene características muy originales.
No se trata de que los respectivos gobiernos se unan para realizar un esfuerzo combinado en proyectos de avance tecnológico, sino para que los realicen empresas privadas. Los más calificados y poderosos consorcios en la química, la electrónica, la biología, se pondrán de acuerdo para realizar proyectos concretos que tengan una posibilidad inmediata de aplicación práctica en el mercado. Los Estados se limitarán a dar facilidades y a aportar alguna ayuda monetaria.
Entre los proyectos originalmente admitidos están, principalmente, los que se refieren al campo de la informática y la electrónica, como también al de la tividad y esa ma nueva que se llama robótica. Se ha decidido producir un robot especializado en la industria textil que permitiría aumentar notablemente la productividad y la eficiencia. También se trabajará en la utilización y mejoramiento del rayo lasser. Son proyectos caracterizados por su posibilidad de inmediata utilización industrial, aun cuando no faltan algunos que se refieren a las técnicas de protección del ambiente, purificación de aguas y control de la solución atmosférica.
No tardará mucho en conocerse los primeros resultados prácticos de Eureka. Las grandes empresas nacionales europeas que se han asociado en cada proyecto garantizan el sentido pragmático y utilitario del esfuerzo. Los Estados aportarán facilidades y ayuda económica y la garantía de un mercado continental.
Lo que ha precipitado esta decisión es el desarrollo del proyecto SDI que realizan los Estados Unidos, la Iniciativa de Defensa Estratégica conocida popularmente como la Guerra de las Galaxias, que va a inducir en muchos campos de la computación, la electrónica y las técnicas avanzadas, enorme progreso en la industria norteamericana. Para no quedarse atrás los 18 países europeos han establecido la audaz forma de cooperación que representa Eureka.
El adelanto tecnológico en los Estados Unidos se ha hecho básicamente al través del trabajo de investigación y desarrollo de los grandes consorcios industriales que sostienen departamentos científicos del más alto nivel para asegurarse el predominio en los campos de su especialidad. Es así como han aparecido las sucesivas generaciones de equipos cada vez más sofisticados en toda la gama de la electrónica.
El caso del Japón es similar. Los países europeos, con todas las dificultades que presentan las rivalidades de los intereses nacionales, pretenden lograr los mismos resultados por la cooperación entre las grandes empresas especializadas. En este aspecto, Europa se unifica y reúne sus recursos humanos y materiales para entrar con más seguro pie en el combatido campo del progreso tecnológico mundial.
No sin cierta melancolía tiene que observar un hispanoamericano estas nuevas realidades que modifican el panorama mundial. Mientras aquellos viejos países, separados por tantas barreras históricas nacionales, hacen el esfuerzo de sumar sus posibilidades de desarrollo científico, para poder mantenerse al día frente al Japón y los Estados Unidos, nuestros países no han sido todavía capaces de ponerse de acuerdo para formar grandes centros comunes de desarrollo avanzado y de ciencia propia. No parece cercano el día en que investigadores iberoamericanos puedan gritar Eureka ante el nuevo hallazgo que han hecho, para que el mundo entero tenga que tomarlos en cuenta.
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