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LA REPUBLICA. Jueves 13 de marzo de 1986. 17 0mm TURISMO Editora: Vilma Aguiluz Colaboradora: Marie Jean Oligger aа 10y Actualmente, al acercarse la Semana Santa, nada mejor que una visita a Quito, a sus iglesias, a sus conventos y a sus museos.
Do 意义 as: Es difícil señalar por donde se puede comenzar el recorrido. Está la monumental iglesia y convento de San Francisco, situado casi en el corazón mismo del Quito colonial, que se levanta imponente hacia el cielo azul, merecido orgullo de los quiteños.
telah rehabilid En el mismo sitio, en una esquina se encuentra la iglesia La Compañía.
Ar 25, res es ces La calle García Moreno con el panecillo al fondo Su fachada es de orden corintio exornado y llaman la atención los múltiples pormenores de su ejecución y el detalle de esculpido en piedra. Tiene además una hermosa colección de pinturas antiguas.
de Sr Quito monumental Otro sitio que debe visitar, es la Catedral, en la Plaza Central. La idea de esta obra correspondió al ilustrísimo señor Díaz Arias y fue comenzada en el año 1562, gracias al arsediano Pedro Rodríguez de Aguayo.
IOS Marie Jeanne Oliger La Plaza Grande ta. n el plano cultural, Quito es la capital de América Latina que sobresale por sus reliquias his.
tóricas, religiosas y monumentales de la época colonial.
La UNESCO la denominó Patrimonio cultural de la humanidad y es evidente que, en nuestro continente, su riqueza es comparable a la de las mejores capitales o ciudades europeas. Tanto es así que el titulo mencionado lo comparte con la ciudad de Cracovia, capital de la República de Polonia, y ambas han sido declaradas ciudades tos hermanas.
En el conjunto del patrimonio cultural de Quito, se destaca el arte religioso, el que existe en abrumadora abundancia. Arte religioso que se manifiesta a través de la arquitectura de sus iglesias, de sus esculturas y sus pinturas, así como de sus tradiciones.
Quito colonial es una de esas ciudades de naturaleza viva, en donde el pasado se entremezcla con el presente, por el movimiento constante de personas, de tradiciones que siguen aún intactas.
Su recorrido religioso deberá necesariamente incluir la basílica de La Merced; el templo de San Agustín; el templo, convento y plaza de Santo Doу mingo; por citar algunos de los más conocidos La Basilica del Voto Nacional eos la Las festividades religiosas son muy importantes para los indígenas ecuatorianos y guardan aún mucho del paganismo ingenuo de sus antepasados, incorporado hoy a la religión católica.
ntegra mas a pro hasta.
utas y sta el Coducberior, grasas on nomar Gltima ue es Un genuino venenciador de jerez me.
atar un buen vino o un jerez suele ser común. Tan común que en todo el mundo existen buenos catadores, pero hay un arte poco común, que en España goza de gran popularidad: el de los hombres que se dedican a venenciar el jerez.
Antonio Astorga es uno de esos hombres, españoles de cepa, que cultivan el arte de dejar derramar el licor en la copa, a distancia sin que se derraSu presencia en Costa Rica no es casual, precisamente ha venido para participar en nombre de la casa Pedro Domecq, en el primer festival gastronomico español, que se realiza desde el lunes en el hotel Costa Rica.
El fin principal de este festival es colaborar con la lucha contra el cáncer infantil y por ello, directamente desde España, han viajado aqui excelentes bailarines y cocineros, con todo el salero de la Madre Patil Antonio Astorga es famoso en su país y también se ha hecho famoso en Costa Rica para los que han podido tener la experiencia de verlo vaciar el jerez, sin derramar una gota.
Su delicioso jerez ha cautivado a más de uno y su arte ha provocado grandes comentarios porque venenciadores no abundan, ni siquiera en España, donde Astorga no ganado sobrada fama.
Su arte, para él, no es ningún secreto, simplemente práctica y tradición familiar Hay algo curioso: las primeras copas y las últimas, siempre, son las peores. Las primeras porque hay que esperar a tomar el ritmo y en las últimas porque el venenciador se cansa y pierde el pulso.
Sin embargo, esto es algo que dice el experto, porque los demás, los que prueban el fruto de su trabajo, disfrutan al máximo el gusto de un buen je rez, traído especialmente desde Espa na, como si se importaran pedacitos de tierra de la patria del baile flamenco.
DOMECO PEDRO Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.