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F O) NUESTRO AGRO LA REPUBLICA VIERNES 16 DE OCTUBRE, 1998 IDA: El financiamiento rural Con enfoque en el manejo sostenible y participativo de los recursos naturales, el proyecto IDA FAO Holanda organizó en junio de 1998 un Foro Regional de Financiamiento Rural, del cual se presentan las principales conclusiones Las tres situaciones en sus contextos socioeconómicos inducen a pensar que seguramente se presentarán oportunidades diferentes para que sean aprovechadas por medio de los créditos otorgados a sus usuarios. Por lo tanto es urgente definir los objetivos del crédito.
2) Aspectos conceptuales nidad depende del grado de participación, que esta tenga en la gestión de los mismos, y por lo tanto los sistemas de financiamiento tienen que orientarse hacia la autogestión, bajo la responsabilidad de la propia comunidad.
Las experiencias sobre financiamiento rural, con el anterior enfoque, es decir aquellas relacionadas con aspectos de producción, protección ambiental y gestión participativa, son recientes y constituyen un tema complejo por las implicaciones que conlleva la variable relacionada con la participación social.
Debido a lo reciente de estas experiencias y por la complejidad del tema del financiamiento con participación de la comunidad, se ha considerado oportuno realizar un foro regional en junio de 1998 para establecer el estado de la situación e identificar las medidas necesarias para la consolidación de una propuesta de financiamiento rural con autogestión campesina, orientada al aprovechamiento de las oportunidades que se puedan presentar con una producción sostenible y de manejo de los recursos naturales.
Con esa finalidad, en este foro se presentaron estudios de casos de proyectos que se están ejecutando en algunos países de la región. Estos estudios fueron analizados por expertos y demás participantes de esta actividad regional. Sus resultados representan un importante aporte para la acumulación de conocimiento sobre el tema.
En este foro se ha demostrado que estas experiencias indican que el desarrollo de las actividades para encontrar las soluciones adecuadas de financiamiento ha sido orientado por un proceso de tanteos sucesivos. En algunos casos, esto ha permitido la obtención de pistas para el mejoramiento de las acciones inicialmente emprendidas y de conceptos, que en un inicio no eran suficientemente claros. En otros, los puntos de partida no han sido bien ubicados, en consecuencia necesitan una mejor definición, sobre todo en cuanto se refiere a los aspectos siguientes: tración, de mora y a aumentar el capital de los fondos.
Con los criterios definidos y fines especificados, en todos los casos existe la tendencia a promover la opinión de los usuarios para definir las tasas de interés aplicables.
También está en consideración la adopción de medidas para acortar los plazos de vigencia de las tasas de interés (anual versus mensual, por ejemplo. Esto con la finalidad de procurar una mayor equidad para los usuarios con distintos plazos de reembolso o una mejor oportunidad para tener acceso al crédito en los momentos críticos.
En lo referente a las garantías, se ha definido que existe una serie de problemas para determinar la mejor opción (entre real, prendarias, fiduciaria. En todos los casos se está tratando de apelar a la solvencia moral y al control social, como medio eficaz de garantía.
Los aspectos arriba señalados muestran algunos rasgos de la situación en que se encuentran los diferentes intentos para articular un modelo o modelos de financiamiento rural, que ayude (n) a un desarrollo rural con enfoque de sostenibilidad, tanto en el plano de la reproducción ecológica, como en la social y productiva de las comunidades de pequeños campesinos que se encuentran en situación de creciente empobrecimiento.
Estos rasgos inducen a la realización de algunas reflexiones. Algunas de carácter teórico y otras más de naturaleza práctica. Las iniciadas en el foro sobre financiamiento rural, desde una perspectiva de manejo participativo y sostenible de los recursos naturales, representan un buen inicio que quedará legitimado en la medida que se le dé una continuidad al esfuerzo por promover un intercambio regional de información y experiencias orientado hacia la extracción de lecciones y propuestas de mejores prácticas para el financiamiento rural desde la perspectiva señalada. El foro ha mostrado la necesidad de reflexionar sobre los siguEn el contexto tradicional de las formas campesinas, las unidades económicas se ven compelidas a demandar créditos baratos debido a su insolvencia y a su ineficiencia para competir con otras formas modernas de producción. Es así, que se presentan situaciones para propiciar la entrega de préstamos que son más que todo subsidios disimulados.
Por otra parte, el manejo y la conservación de los recursos naturales en la práctica no es rentable, o en el mejor de los casos tienen una rentabilidad diferida. Esto ha influido para que se busquen formas para organizar el pago por compensación de servicios de protección del medio ambiente con subsidios disfrazados de créditos.
Por su naturaleza conceptual y por ende funcional, los créditos son contribuciones en capital de gran liquidez para crear valor, mientras que los subsidios son una compensación de la sociedad para pagar los costos que producen beneficios indirectos o los provocados por situaciones de emergencia.
Entonces existe la necesidad de desvincular ambos elementos haciendo que los créditos sean instrumentos para aprovechar oportunidades competitivas y entables, mientras que los subsidios sean orientados, más que todo, al financiamiento de costos de manejo y protección ambiental, cuyo beneficio es repartido entre toda la sociedad; asumiendo que estos costos, no pueden ser pagados por las comunidades locales en vista de su incapacidad financiera.
En la práctica esto significa, articular una organización que oriente la identificación de las oportunidades para la utilización del crédito y de los subsidios como elementos complementarios, para que en sinergia propicien el advenimiento de situaciones que dinamicen el aspecto productivo sin desmedro de la perennidad de los recursos.
ientes aspectos: 1) Aspectos sociales.
Los niveles de producción y de productividad de los sistemas de producción de los pequeños campesinos se ven afectados por la degradación de sus recursos naturales, ocasionando el crecimiento de la pobreza rural.
El ambiente general actual, habida cuenta de los efectos negativos de las políticas y de los fenómenos producidos por la globalización, libre apertura de mercados y otros factores se percibe como poco propicio para que aporten soluciones políticas, legales, económicas y otras a esta situación.
Los gobiernos nacionales, los países donantes y las agencias internacionales de cooperación técnica conscientes de este problema y de su rápida evolución hacia situaciones traumáticas en lo económico, lo social y lo ecológico, han puesto en pie una serie de proyectos de combate a la pobreza rural que simultáneamente abordan los problemas de reconstrucción y protección del medio ambiente. La búsqueda de opciones que contribuyan a superar esta situación deben pasar necesariamente por la identificación de formas innovadoras que permitan la generación y difusión de tecnologías, metodologías, etc. que contemplen la movilización de los recursos internos de las comunidades locales.
Para esto es necesario contar, en las comunidades, con la participación de instituciones y actores no tradicionales con el fin de orientar y contribuir, de manera participativa, al desarrollo local (concertación, negociación, empoderamiento formación de capital social, entre otros. Se requiere, por consiguiente, el uso de metodologías, flexibles y sencillas que puedan ser manejadas tanto por los técnicos como por las organizaciones locales de base de los propios campesinos.
En América Central, con la cooperación de Holanda y de la FAO se están desarrollando proyectos orientados al manejo de los recursos naturales con participación de las comunidades locales. Estos proyectos tienen como objetivo la generación de alternativas que converjan en la solución de los problemas anotados.
Las experiencias generadas por estos proyectos que en promedio tienen más de cinco años de existencia muestran, por ejemplo, que es posible mejorar los sistemas de producción, pero a condición de que se considere la realización de acciones integradas de capacitación de las comunidades; de mejoramiento de sus organizaciones; de reforzamiento de las capacidades locales para la agregación de valor de la producción por medio de su transformación y de mejoramiento de la comercialización.
Estas acciones han do emprendidas con éxito por estos proyectos, resultando en el hallazgo de perspectivas de solución, particularmente en lo referente al mejoramiento de los actuales sistemas de producción, a fin de volverlos eficientes y en función de los objetivos de las comunidades. Con las acciones llevadas a cabo por estos proyectos, las comunidades locales se han activado para hacer sus propios planteamientos de solución y definir sus formas de organización para la comercialización y la asistencia técnica, entre otros.
Se ha demostrado que para el mejoramiento y el funcionamiento de los sistemas mejorados de producción se necesitan subsidios y créditos, puesto que el campesino no dispone de capital debido a la situación de iliquidez de la economía campesina causada por el actual proceso de descapitalización en que se encuentra. Sin embargo, más que subsidios y créditos se trata, sobre todo, de definir sistemas de financiamiento que faciliten el acceso de estas comunidades a las actividades de desarrollo llevadas a cabo por estos proyectos y por otras acciones similares.
En la práctica, esto significa la necesidad de disponer de un sistema de financiamiento que facilite el crédito para que las comunidades puedan aprovechar las oportunidades que les brinda una posible diversificación de la producción de sus tierras, y los subsidios suficientes para cubrir los costos de establecimiento de actividades de protección de recursos naturales y la conservación del suelo, cuya rentabilidad es a largo plazo. El éxito de los proyectos que promueven el bienestar de la comuLa conceptualización de créditos y de subvenciones. Ambos elementos muy diferenciados el uno del otro, que en algunos casos han sido confundidos, ocasionando la determinación de utilizar el crédito como un medio para otorgar subsidios.
3) Aspectos de organización Existe una tendencia de vincular el suministro de servicios de apoyo al desarrollo rural con el servicio del crédito. Es decir, en estos casos no se ha considerado el principio de separar ambos servicios en consideración a que tienen naturaleza diferentes y por ende esferas de decisión diferenciadas en cuanto se refiere a la demanda y oferta de servicios.
En el manejo directo de fondos por parte de los proyectos. Esto ha incidido en la conjunción de servicios financieros, con los no financieros y con el objeto de amarrar los créditos a la divulgación de la oferta técnica del proyecto.
Se estima que todavía es necesario realizar un esfuerzo para precisar los objetivos y legitimar más el impulso de establecimiento de un sistema de financiamiento en función de los objetivos y características de las unidades económicas que son objeto de preocupación de estos intentos.
Siendo el sujeto de crédito el pequeño productor campesino, corresponde indagar si existe una correspondencia entre sus objetivos y los del crédito. Los objetivos de los pequeños agricultores dependen de las características de sus unidades económicas. En este caso, la producción agrícola campesina, está basada en unidades económicas familiares no asalariadas, cuyos objetivos no son de rentabilidad económica, sino el asegurar, vía la producción, el consumo de la familia.
Por la influencia del desarrollo económico, han surgido formas campesinas que han generado unidades de producción que participan de los procesos de cambio de la agricultura y que disponen de capacidad de acumulación de capital y cuyo objetivo es la capitalización de la unidad económica además de producir para satisfacer las necesidades propias de consumo.
Además de estas características, que definen los objetivos de estas unidades económicas, es el carácter comercial que tienen para insertarse en los mercados en una sociedad mayor por la vía los mecanismos del mercado.
De lo anterior se deduce la necesidad de analizar cada situación para definir los objetivos del crédito. Es decir, para fijar qué función tendrá el crédito en diferentes situaciones: En la falta de previsión sobre el futuro de los fondos una vez que los proyectos finalicen. Esto significa, que actualmente los fondos puestos en funcionamiento por los proyectos no tienen una garantía de permanencia.
Tradicionalmente, existe la tendencia de amalgamar los servicios financieros con los de apoyo y asistencia técnica, con el fin afianzar el proceso de introducción de una nueva tecnología o de un rubro nuevo. Esto tiene diferentes implicaciones, haciendo más fuerte los riesgos que corren los prestatarios y los prestamistas.
En consecuencia, se infiere la necesidad de separar ambos servicios, por lo que se debe buscar agencias que de oficio sean especializadas en el tema de créditos, para que estas asuman el papel de intermediación financiera y de la gestión del crédito. Esto además facilitaría un acceso rápido a los créditos de sus usuarios, el abaratamiento de los costos de manejo y con una mayor eficiencia, sin descuidar una cuestión muy importante: solucionar el problema de la falta de permanencia del sistema de financiamiento al finalizar los proyectos, otorgándole autosostenibilidad a la organización transcurrido el plazo del proyecto y al momento de lograr su institucionalización.
Adicionalmente, cabe reflexionar sobre la necesidad de enfocar la unidad económica sujeta de crédito, como un sistema de producción, por lo que el análisis para determinar la factibilidad del crédito debería partir de la viabilidad en sí del sistema, para aprovechar una determinada oportunidad y en función de su potencialidad se debe diseñar un crédito que tenga un carácter integral.
En lo que toca a la relación del financiamiento de créditos y de subvenciones para asegurar también la sostenibilidad ambiental, es necesario incluir en las variables de análisis de factibilidad, la medición de los impactos ambientales. Esto se evidencia por la necesidad de buscar formas de incentivos para fomentar una producción con el menor daño ambiental posible y a la vez evitar que sean acordados créditos que promueva la aplicación de técnicas productivas que tengan influencia negativa para el medio ambiente.
Además de lo anterior, en ciertos aspectos funcionales de los sistemas de financiamiento se evidencian tendencias comunes.
Por ejemplo, la capitalización y en esto se considera más el mantenimiento del valor real. de los fondos semilla, otorgados por los proyectos o provenientes de otras fuentes, constituye una preocupación en todos los casos. Es por ello que han sido puesto en marcha diferentes mecanismos. En un caso la dolarización de las deudas y del mismo crédito, ha sido una alternativa para por lo menos mantener el valor real del dinero. En otros ha sido el establecer tasas de interés reales, que incluyen la desvalorización de la moneda, un porcentaje de reserva para moras y un remanente para alimentar el rendimiento del capital en términos reales.
En este orden, los intereses son establecidos en función de la tasa de inflación oficial y de otros criterios que están orientados a sufragar los costos de adminisa) En el contexto tradicional del pequeño campesino, donde su reproducción simple se ve en peligro por los factores provocados por las nuevas ópticas de desarrollo.
b) En el contexto moderno de algunas formas campesinas que concurren y se complementan con estas ópticas.
c) En el proceso de inserción del campesino en los mercados definidos por las necesidades de una sociedad mayor.
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