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Sábado 20 de mayo de 1995 La República CANCION de la Canción omo a una enorme abeja de rubí. Para verte comer y echarnos a reír la rosa, cerrabas el clavel.
entre las flores, esperába corríamos a la Huerta del Torotoronjil. la ronda corría, corría a tu mos ver a Doñana ¡y no la la canción volante nos burlaba di vergel. Mas la canción volante nos burlaba lográbamos ver!
ciendo, diciéndonos así: Doñana no está otra vez. Acaso allá en la aquí; anda en su vergel, abriendo la rosa, Esperábamos ver a Doñana, y no la Huerta de Torotoronjil? cerrando el clavel. Esperábamos ver a lográbamos ver. Acaso entre las rosas abiertas del vergel? Doñana y no la lográbamos ver. Doñana. Doñana, clara, de claridades, en la Doñana, roja, como las rosas; Doña reina de la mañana; Doñana, llama, como añoranza de la canción. Flor temblorosa rena, blanca como el jazmín; Doñana, casi, el clavel; Doñana lirio de mayo, lirio des cién abierta en la áurea rama de la ilusión!
casi azucena; Doñana dueña de mi jardín. pierto en el aire del amanecer. Doñana, dónde. Dónde, Doñana. Esperábamos verte, Doñana!¡Y no ¡Vergel de la rosa abierta y el cerray ¡Ya sólo un eco de la canción!
te lográbamos ver. Huerta del perejil! do clavel! Doñana, abejarrona, abeja de ¡Doñana conejil! Conejita blanca con ojos miel, equién te pudiera ver? Florista, abrías MAY Fren on Braun, lo encumbraba; lo encumbraba may fren. Ya en el cielo, alzado con buen viento, más arriComo eras negro, el único ne ba de la torre, bañado de sol, cercano a los cegro que vivía en la ciudad; como lajes, todo vibrante y tronando, me dabas a teeras negro, mi padre me enseñó a ner la cuerda de manila gruesa que lo sujetadecirte adiós en negro: ba, por mi mano, a la tierra. Qué bueno, pero Gud bai, míster Braun.
qué bueno, may fren! Me envidiaban los Pasabas todos los días, mañana y tarde, otros: a ellos no les prestaba la con la gran canasta de pan a la espalda y yo no cuerda del encumbrado faltaba en la puerta de mi casa, atisbándote, barrilete de manta para decirte en cariñoso negro: lavada. Ese era un Gud bai, gud bai.
honor reservado Sonreías al pasar sonrisa de dientes sólo para mí.
blancos. te hacía gracia el niño sin miedo a Por supuesto, tu persona, y le enseñaste a completar aquel pues yo era adiós con dos palabras plenas de humanidad: amigo de may Gud bai, may fren.
fren. Yo le dePapá me tradujo el may fren. Desde en cía gud bai; yo tonces ya no entendía por qué los otros chicos lo esperaba en de la pandilla del barrio, siempre que se refe la puerta, para rían a un negro, lo llamaban con desprecio un hablarle en negro.
Me hice amigo tuyo, may fren, míster ¿Pero de Braun.
veras era negro may Por las tardes averanadas de noviembre fren?
y diciembre, me iba contigo a la Calle Real a encumbrar tu barrilete tronador. Bueno, yo no may fren. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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