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8C LA REPUBLICA. Lunes 19 de junio de 1995 Deportiva Por la angustia se llega al delirio NA LUX SAPRISSA CAMPEON AMADO HIDALGO Colaborador especial La fiesta morada fue una mezcla de sensaciones arrastradas a lo largo de una mañana inolvidable para todos, vencedores y derrotados. Alegría incompleta para los morados, que perdieron, tristeza a medias para los liguistas, que otra vez aguaron la fiesta del campeón.
El desfile al estadio empezó temprano, cuando la gran mancha negra del cielo presagiaba una lluvia que nunca llegaría. En 590 buses y carros viajaron ilusiones, forradas en camisetas, gorras, sombreros vikingos, tatuajes, mascotas, banderas, y cuanto objeto de adoración estuvo al alcance de esa nube morada que se apoderó de la capital y voló camino a Tibás Los liguistas se quedaron en casa. Apenas unos cuantos levantaron la bandera de la esperanza y se alojaron en la esquina del graderio norte, tímidos al principio, envalentonados conforme pasó el tiempo y su equipo dio razones para creer.
Las gradas del sur, como siempre, fueron para la ultra. Allí saltaron y gritaron durante horas y horas los más fervientes saprissistas, con la cara pintada, el torso al viento, la camiseta como emblema agitado al viento.
Vikingo saprissista. Con cuernos en la gorra y en la boca. Una estampa destacada en medio de la ultra.
Una fauna humana se alojó en esa zona: Un tipo con enorme afro, mitad blanco, mitad morado, otro con un sombrero con que las memorias rencorosas no lo ol bante morado apretaba la cuerda atada al de penales. La música de los parlantes susde cornamentas al mejor estilo vikingo, vidan. El agitó los brazos en una especie cuello de su mascota, como algo incons tituyó a la Ultra, afónica.
muchos con la cara totalmente morada, no de reto que, una hora después, se conver ciente, para aflojar la presión.
El segundo período enervó los sentipocos con figuras del monstruo estampa tiría en venganza. los 10 minutos un tiro libre de Argue mientos, hizo latir corazones a todo galodas en ambas mejillas. Toda una gama de Mientras la cancha empezaba a calen das, a la misma distancia del gol de 15 días pe y llevó los ánimos hasta la desesperahombres y mujeres unidos por la causa co tar, los morados descubrieron a un teme atrás, despertó un silencio temeroso. La ción. Las emociones en uno y otro lado enmún del futbol.
rario liguista infiltrado en sus filas, en el pelota casi sorprende a Lonnis y todos de cendieron el tic tac en el pecho. Sale, sale, sale campeón. empezaron propio corazón de la ultra, y lo bombar jaron exhalar un suspiro cuando el porte Badilla y Gómez estuvieron a punto de a gritar a falta de una hora, mientras un dearon con papel, mientras unos pocos in ro conjuró el peligro.
anotar la igualdad, pero el primero quiso ataúd rojinegro se paseaba en los más al tentaron calmar a sus compañeros. Al fi Al reaccionar Saprissa, con balazos de culminar la jugada con un taconazo. Cuanto del graderío sur, donde la ultra empeza nal, logró quedarse.
Vladimir y Fonseca, las cornetas desper do la pelota iba al fondo y un nudo apriba un entierro prematuro.
Nubes de humo blanco y morado, arro taron el enjambre humano y los chilenos sionaba las gargantas moradas, la pierna Mientras los revendedores fruncían el jado de cilindros, recibió al equipo mora subieron a la malla para dirigir la orques de Ronald González alivió el sufrimiento ceño, renegaban de los periodistas y espe do, mientras un estruendo de bombetas ta desde lo más alto.
y encendió de nuevo el canto de la triburaban el milagro de una afluencia de pú anunciaba su llegada. Salieron de las ma Aquíii, estoy, morado soy na.
blico a última hora, adentro la gente se ter nos, entrelazando sentimientos, forjando Jamás, jamás, jamás serán campeo Después de la media hora, el reloj fue minó de acomodar con facilidad, gracias a vibraciones comunes.
nes, liguistas maricones, lo dice su papá. motivo de consulta cada minuto. Rostros un ingreso modesto y a que muchos prefi La Liga también, incluyendo a Badú y Un ambiente tenso bajó al escenario desdibujados por la angustia y el temor, rieron verlo por televisión antes que caer su asistente, Juan Diego Quesada. El pri conforme transcurrieron los minutos y las en medio de una batalla futbolística a to en manos de la reventa.
mero con un saco verdusco y el segundo oleadas ofensivas de la Liga rompían con do tren, fueron el marco uniforme en el esUn trío de jovencitas que bailaban a con pañuelo rojinegro en la cabeza, agui tra el marco morado, con contragolpes sa tadio.
más no poder, en medio de la ultra, deja zotes ganadores.
prissistas que nunca pudieron sorpren Para los manudos, el tiempo volaba con ron su huella sonora cuando por los par LLora, llora, la Liga llora. estalló en der.
prisa de gacela, mientras los morados no lantes se anunció la formación morada. todos los rincones, mientras los titulares Cuando iban 45 minutos, Badilla atro veían llegar el momento del festejo.
Chillaron con frenesí al escuchar los nom manudos se estrechaban en abrazos emo pelló por la izquierda con una corrida lar La turba perdió el ánimo a falta de 10 bres de sus mimados, aunque a algunos tivos con sus compañeros suplentes, en ga, amagó un centro y engañó a todos. El minutos. La mayoría se derrumbó en sus apenas premiaron con las palmas. una especie de conjuro para la buena suer gol produjo un silencio instantáneo, de po sillas a esperar el pitazo con el corazón he Aquíii estoy. Morado soy. vocifera te.
cos segundos, mientras el liguista se fue cho un puño. La ultra desgranaba su enerba la masa eufórica, acallando el con el mismo gesto con que salió a la can gía con aliento postrimero. EEEoooo, Liga, Liga. que intentaba co Los nervios a jugar cha, a celebrar con su turba. Ahí, ahí, ahí está el campeón brar vida en aquella esquina de minoría, El enjambre de banderas moradas sa Eeeeeooooeeee, Monstruo, mons Llora, llora, la Liga llora.
donde los rojinegros tejían entre todos el ludó la la entonación del Himno Nacional, truo. atinó a reaccionar la Ultra antes de El pitazo final sorprendió a la gente de sueño de un imposible.
mientras sobre la estructura de un rótulo que el árbitro terminará la primera parte. pie, apretujada contra las mallas, rostro falta de media hora para el inicio sa comercial, en lo más empinado del esta Al dejar la cancha, entre la lluvia de pape desencajado, ilusiones palpitando en milió la Liga a calentar, encabezada por Ja dio, alguien agitaba una bandera de Esta les, Badilla le recordó a los aficionados, les de ojos.
vier Delgado, quien se fue directo a sus se dos Unidos.
con un dedo, que llevaba uno y advirtió Un estruendo libero toda la tensión acuguidores para alentarse mutuamente, pu Cuando el árbitro sonó su pito empezó que faltaba otro.
mulada a lo largo de la mañana, y en ese ños en alto, esperanza enarbolada.
la guerra de nervios. La Liga acorraló a El descanso apenas sirvió para norma grito eufórico se vació el corazón de muje Cuando le llegó el turno a Víctor Badi Saprissa de entrada y una secuencia de lizar las pulsaciones y cargar baterías pa res y hombres que subieron al cielo, con lla, ex saprissista, una rechifla se apoderó cuatro tiros de esquina arrancó aullidos ra la segunda parte, mientras Alejandro sus ídolos, para tocar el trono de la victodel escenario, seguida del perra, perra. en las gradas, donde una jovencita con tur Rueda montaba su show de lanzamiento ria.
66 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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