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LA REPUBLICA OPINION 21A Viernes de diciembre, 1997 USTED OPINA FORO WILLIAM SEGURA La República ¿Qué debe hacer la Caja para reducir la morosidad?
Matemáticas y bachillerato Hay muchos caminos. El mejor seria aplicar la ley como lo hacen con los pequenos patrones, a quienes si obligan a pagar. Socar a pequeños y a grandes para que la Caja pueda comprar el equipo que requiere, y además para sacar las presa de pensiones que existe.
SAUL SALAS PENSIONADO ELIÉCER SALAS HOTELERO Mandarlos a cobro judicial. Agarrar a todos los que deben y ponerlos en la cárcel.
No se debe andar con tanto cariño para que paguen.
Todos los fines de curso lectivo aflora el tema de la enseñanza de las matemáticas, consecuencia de las malas promociones en el examen de bachillerato.
Al respecto vale destacar algunos factores, generalmente no considerados por el grueso de la población. El sistema de enseñanza costarricense no está diseñado para promover el conocimiento, sino para rendir un examen.
Estas pruebas no reflejan las capacidades o el talento del individuo, sino su destreza en la resolución de determinados ejercicios.
Nuestro entorn credencialista, no tiene interés en lo que sabe una persona, solo interesa el título que tiene, así, aprender no es prioritario, lo importante es ganar una credencial. quiénes ganan un examen?
Los que tienen buena capacidad de reciclaje intelectual. es decir, quienes memorizan resultados y procedimientos, los depositan o utilizan en la prueba y luego los borran de su cabe za para hacer lo mismo con la materia del siguiente examen. El temario de los exámenes y la forma en que se seleccionan los objetivos, hacen que la prueba sea azarosa.
Esto a la vez obliga a los docentes a olvidarse del aprendizaje significativo, para darle cabida al entrenamiento en proce sos algoritmicos, que se convierten en herramientas de trabajo, pero que carecen de sustento racional; así, es muy corrien.
te que un estudiante sea experto en factorización de polinomios, sin saber qué es un polinomio.
Lo anterior hace que en el colegio no se enseñe matemáticas, sino a se se entrene a los estudiantes como atletas del cálculo sin substancia, a veces suficiente para ganar una prueba, pero siempre deficitario como portador de conocimientos que tengan arraigo intelectual.
Mientras el examen se siga diseñando de la manera actual, los estudiantes que lo ganan pueden presumir que conocen la carpinteria matemática, pero no la arquitectura. La disyuntiva es si las matemáticas deban enseñarse igual para todos, sacrificando tanto a quienes la naturaleza les proveyó de un talento alejado del razonamiento matemático, como a quienes poseen capacidad para ir más allá de común denominador. Las matemáticas se usan como un instrumento de control político, un filtro de acceso a la enseñanza superior, pero claro, esta es una verdad de esas que todos niegan. La misma redacción de los ítemes del último examen de bachillerato, refleja la preeminencia que tienen, en la enseñanza, las destrezas algorítmicas sobre las bases conceptuales.
Por eso el estudiante falla en el examen, porque las destrezas solo permiten enfrentar ejercicios semejantes, cualquier variación las neutraliza, en cambio las bases conceptuales tienen más amplitud.
Pero en fin, el sistema está definido así, los profesores se miden por sus resultados en una prueba que dice muy poco del estudiante y que no refleja los esfuerzos docentes en campos mucho más trascendentes como por ejemplo la actitud reflexiva, la criticidad, el razonamiento ordenado, la búsqueda de soluciones alternativas, etcétera.
En las circunstancias actuales si un docente decide enseñar matemáticas, tenga la seguridad de que fracasa en bachillerato y también en la prueba de noveno.
RAUL TORRES MECANICO JOSUA BARRANTES CHOFER FORO Una democracia viva El 40 de los costarricenses, de acuerdo con las encuestas que se han hecho, forman el partido mayo ritario, es decir, el de los indecisos y los que dicen que y no votarán. Ellos lo explican diciendo que la política es corrupta y que de los políticos es mejor olvidarse.
Ese enfoque parte del supuesto de que el Gobierno y los políticos son agentes activos y los ciudadanos agentes pasivos, incapaces de reaccionar.
El análisis se puede hacer desde el ángulo donde se encuentran los ciudadanos. Miguel de Unamuno (1864 1936, escritor y filósofo español) siempre es re cordado en este tema con su ensayo Los antipoliticistas. donde afirmó que la democracia nos impone el deber de interesarnos por el manejo de la cosa pública, debemos meternos en la política, preocuparnos por el manejo de los asuntos públicos y no dejárselos a quienes corrompen el Estado y la sociedad.
El conocimiento y la participación de los ciudadanos en los asuntos de la comunidad es fundamental para una democracia viva. La democracia efectiva, participativa, real, la construyen los ciudadanos. De todos nosotros sí es esta responsabilidad, para que después vengamos a elevar nuestras quejas contra aque llos desalmados que nos administran mal y que hemos levantado sobre nuestras espaldas.
Una democracia con ciudadanos dóciles, pasivos, inactivos y de espaldas al destino del país, no es de mocracia; es solo un turno donde cada cuatro años se hace fila para votar por los mismos y para lo mismo.
Que los administradores públicos tengan que rendir cuentas efectivas de su gestión, es democracia; pe ro ello implica ciudadanos críticos, responsables, activos y militantes en el sistema político. De lo contrario, como sucede ahora, lo que se da es un monopolio en el ejercicio del poder frente a ciudadanos ausentes, sin rostro y sin conciencia.
Ahora los partidos políticos mayoritarios proponen el tema de la participación ciudadana, pero esta participación mediante los grupos comunales, asociaciones, sindicatos, cooperativas, solidaristas, etc. y a nivel individual, no debe ser una invocación y mucho menos una concesión de las cúpulas políticas para atraer votantes (un gancho o anzuelo electoral más. sino un deber de los costarricenses ejercido todos los días.
Una democracia real no se construye con los ciudadanos metidos en su casa y en su lugar de trabajo, con los brazos cruzados esperando que el Estado resuelva sus problemas y les prometa regalos para salir de ellos. Esta es una democracia enferma, degenerada. Esto es lo que tenemos y lo que hay que revolucionar hasta sus raíces. De lo contrario, no hay futuro.
Somos costarricenses enfermos en una democracia agónica. Se nos ha olvidado que el pueblo es el soberano y el que nombra sus administradores para el bien común; y que en la Revolución Francesa se tuvo plena conciencia de que quien nombra, destituye, relevando de sus cargos a los que administran en perjuicio de la sociedad, al igual que se hace en la empre sa privada.
PROF. RAMIRO RODRIGUEZ VARGAS PARA PENSAR.
Unicamente la sabiduría puede hacer al hombre dar buenos consejos a su patria DR. JORGE ENRIQUE ROMERO PÉREZ Bias Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica

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