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Un candidato presidencial, el jefe del equipo económico de su contendor, y el Director de Comercio Exterior, aseguran que Costa Rica no firmará un TLC que perjudique al país. El problema es que lo afirman cuando está pendiente la segunda vuelta electoral del próximo 7 de abril.
El tamaño sí importa. Si no, presten atención a lo que acaba de hacer Estados Unidos sin tomarse la molestia de dar explicaciones. Contra las reglas de juego de la Organización Mundial de Comercio (OMC), y en contradicción con la receta que impone por todos lados, estableció un arancel del 30% a las importaciones de acero que ingresen a su territorio.Robert Zoellick, su ministro de Comercio, dijo que «este remedio de salvaguarda da a la industria estadounidense de acero un alivio temporal luego de años de alzas en las importaciones y prácticas comerciales injustas, que han dañado su habilidad para competir y prosperar.»
«¡Pero si usted habla como uno de nosotros, señor Zoellick!», se oyó decir a un papero de Cartago, quien, ingenuamente, olvidó que el tamaño sí importa.Como se informó en la edición 1468, en febrero se realizó en nuestro país, la segunda reunión de los expertos técnicos que preparan el terreno para la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Centroamérica, por iniciativa del país del norte.
Con una preocupación a lo Zoellick, pero por las productoras y los agricultores nacionales y, sobre todo, por la suerte de los servicios todavía públicos, UNIVERSIDAD preguntó a Fernando Ocampo, director de Comercio Exterior, (COMEX), cuáles son los términos en los cuales los técnicos costarricenses participan en tales reuniones.
«Estamos en una fase exploratoria. Todavía no hay acuerdos ni decisiones de Estados Unidos en cuanto a iniciar negociaciones. Es una fase de intercambio de experiencias. Se trata de discusiones conceptuales, por ejemplo, con respecto a lo laboral y ambiental, pero no hay nada fijo», aseguró.
Ocampo agregó que en la reunión que sostendrán el 24 de marzo en San Salvador, «los presidentes simplemente conversarán.»
Pero ¿cuál será la posición del país cuando Estados Unidos demande la apertura de los mercados de las telecomunicaciones, los seguros y la banca pública, como con seguridad hará el «socio» del norte?
«Es muy difícil establecer la posición de Costa Rica, que será según los intereses del país. Estados Unidos va a tener interés en abrir el mercado de las telecomunicaciones, pero Costa Rica no», dijo.
Aseguró que, para el caso de los servicios cuya propiedad es pública, «el COMEX llevará a cabo un proceso de consultas con toda la sociedad.»
Y A MÍ, ¿QUIÉN ME PREGUNTA?
Más estrecho es el proceso de consultas que promete hacer el candidato a la Presidencia de la República por el Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), Abel Pacheco, quien dijo a UNIVERSIDAD que, en caso de alcanzar el poder, las consultas se centrarán en los empresarios, los productores y los sindicatos, (ver nota «Es cosa de cerrar filas»), inclusive cuando se discuta el destino de los servicios públicos.
Esto dejaría por fuera a vastos sectores de la población, como las comunidades, las amas de casa, los estudiantes y los grupos ambientalistas, que participaron decisivamente en la lucha contra el «combo» del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), en 2000, y cuyos intereses pueden no estar representados por los sindicatos, los productores o los empresarios.En la acera de enfrente, Herman Hess, coordinador del equipo económico del candidato presidencial liberacionista, Rolando Araya, aseguró que un eventual gobierno verdiblanco no dudaría en aplicar salvaguardas para proteger a la producción nacional.
«Es totalmente improcedente y contraproducente iniciar un TLC frente a una economía de tal magnitud como la estadounidense. En todo caso, se trata precisamente de negociar. Habrá que aplicar salvaguardas para proteger a una economía pequeña como la nuestra», afirmó.
Agregó que, entre los temas por negociar, estaría «la desgravación arancelaria, contra una mayor erosión tributaria», y aseguró que «la apertura de mercados, especialmente de telecomunicaciones, banca, seguros, habrá que tratarlos selectivamente, pues los efectos serían importantes.»
Hess también fue enfático en afirmar que el PLN está decidido a dejar atrás 25 años de políticas neoliberales y a «retomar las ideas socialdemócratas». (Ver recuadro «Estaremos celosos»)
De cualquier manera, los contendientes del próximo 7 de abril enfrentan su primera batalla al respecto el 14 de marzo, cuando en la Comisión de Asuntos Internacionales de la Asamblea Legislativa, se inicie la discusión del TLC con Canadá.
Los parlamentarios no pueden hacer cambios al tratado, sino simplemente ratificarlo o rechazarlo (¿será por eso que el presidente Rodríguez sigue firmando TLC a diestra y siniestra?). Y mientras las objeciones de los productores cartagineses de papa no parecen haber cambiado la decisión del PUSC de llevarlo adelante, algunos liberacionistas se han pintado la cara para el combate.
Abel Pacheco:
Cerrar filas
El presidente Bush quiere un TLC con Centroamérica, que incluirá abrir los mercados de las telecomunicaciones, los seguros, la banca pública a las inversiones privadas estadounidenses. ¿Cómo manejaría un gobierno suyo este tema?
-Con lógica y patriotismo. Yo respeto mucho al presidente Bush, y considero que Costa Rica no puede cerrarse, porque sería albanizarse, y perderíamos todo. Tenemos que abrirnos, pero con patriotismo e inteligencia. Hay muchas medidas que se pueden aplicar para evitar una apertura tipo Argentina o tipo Sudamérica, que acabaría con nosotros. Es cosa de mantener un diálogo abierto con los norteamericanos y, aquí, cerrar filas los sindicatos y el eventual gobierno, que sería de este servidor, para presentar propuestas viables para todo el mundo.
Costa Rica no se puede quedar atrás, y estoy seguro de que sabremos salir adelante sin tocar nuestra soberanía y sin que sufra el agricultor costarricense.
En los temas agrícolas, es lógico que antes de negociar un TLC se llame a los agricultores para considerar sus planteamientos, pero tratándose de sectores que son públicos, como las telecomunicaciones, los seguros, la banca, ¿a quiénes consultaría su gobierno?
– He hablado mucho de que nuestro pacto social se va a realizar entre empresarios, Gobierno y sindicatos.
Pero hay sectores de la sociedad que no están representados por ninguno de ellos tres sectores. Por ejemplo, las usuarias y usuarios de los servicios que presta el ICE.
-Si metemos en un diálogo de este tipo a todos los sectores de la sociedad, vamos a naufragar. Mejor tratemos de buscar soluciones entre estos tres grupos y presentemos esas soluciones a la gente, a ver qué piensa. Incorporemos lo que sea lógico, y tratemos de convencer. Lo importante es que trabajadores, empresarios y Gobierno, en representación de todas las fuerzas políticas, nos sepamos poner de acuerdo. Porque, créame que yo no iré allí como miembro del PUSC, sino como Presidente, si es que gano las elecciones.
Herman Hess:
Estaremos celosos
El economista Juan Manuel Villasuso, quien renunció al equipo económico del candidato Rolando Araya tras argumentar que Fernando Naranjo y otros economistas neoliberales tomaron el control, afirma que usted también está molesto.
-Molesto es un poco más fuerte. Lo que me interesa es que se respeten los lineamientos del programa de gobierno. Esto no es privativo de un solo grupo. Tenemos que velar porque las posiciones socialdemócratas priven en todo momento frente a cualquier intento por continuar implementando proyectos de corte neoliberal o reduccionista, según los cuales las finanzas del país se arreglarán vendiendo activos del Estado.
Hemos planteado reactivar la economía nacional. Estaremos celosos de que se retome el desarrollo estratégico de Costa Rica.
Hay que dejar atrás el período de ajuste estructural, que por más de 25 años se aplicó, y que ha resultado en una economía anémica, con una inflación promedio de 15% y un crecimiento promedio de 4% del PIB. El proyecto privatizante del ajuste estructural ha dado muestras de que no tiene la suficiente fuerza para activar la economía.
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