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La Sala Constitucional ordenó suspender el despido del periodista Carlos Morales como director del Semanario y restablecerle sus derechos académicos, en tanto conoce un recurso de amparo.
Universitarios dan la bienvenida al director de UNIVERSIDAD el pasado martes 23, tras ocho meses y cuatro días de forzada ausencia.
La Sala Constitucional restituyó esta semana en la dirección del Semanario UNIVERSIDAD al periodista Carlos Morales, luego que la administración del rector Gabriel Macaya Trejos lo destituyó el pasado 4 de julio de su cargo y como académico de la Universidad de Costa Rica ( UCR).
El afectado interpuso un recurso de amparo contra el rector y los vicerrectores, Leda Muñoz y Ramiro Barrantes, este último, por firmar el despido de modo irregular. Argumentó que fue víctima de un tribunal de conciencia y este atropelló sus derechos fundamentales.
Los hechos se remontan al 2 de noviembre pasado cuando la estudiante Ivania Salazar interpuso contra el conocido periodista una denuncia por acoso sexual, ante el Centro de Investigaciones en Estudios de la Mujer (CIEM).
La resolución final del tribunal de conciencia, documentó Morales, no determinó acoso sexual, sino que quien se refiere al asunto es un inesperado voto de minoría.
Según Morales, el Reglamento sobre Hostigamiento Sexual de la UCR ha servido para violentar los preceptos constitucionales de juez regular, contenidos en el artículo 35 de la Carta Magna.
En su recurso ante la Sala Constitucional hace ver que dicho reglamento conduce directamente a la ausencia de objetividad y neutralidad de la Comisión Instructora, dado que depende y es nombrada directamente por el rector con un interés especial en los temas y denuncias sobre acoso.
La Comisión Instructora contra Morales estuvo integrada por Wilfredo Gonzaga, quien presidió, Mayela Zamora y Sonia Vargas.
Gonzaga en cortas declaraciones vertidas a UNIVERSIDAD ( ver edición 1485) dijo que el tribunal había calificado de grave la conducta de Morales por razones de ambiente laboral, pero nunca el despido.
De haberse acogido la resolución del tribunal a lo sumo se hubiera aplicado a Morales una suspensión de ocho días sin goce de salario, al no comprobarse los hechos denunciados.
Empero, un voto de minoría por parte de Zamora, calificó la acción del periodista como «muy grave», lo que equivalía a recomendar el despido sin responsabilidad patronal, como decidió al final el rector Macaya Trejos.
En declaraciones dadas al programa «Siete Días» del Canal 7 el pasado lunes 22 de julio, Macaya Trejos argumentó que dado el carácter de recomendación que tuvo dicha comisión optó por el «dictamen» de minoria.
El Semanario trató de conocer el criterio del rector sobre si cabía «dictamen» o voto de minoría en una resolución como esta, pero la autoridad universitaria estaba en España y no «regresa hasta el próximo lunes» (29 de julio), dijo Pamela Astúa, funcionaria de la rectoría.
En este programa de televisión habló además la joven Salazar -bajo condición de no aparecer en cámaras, explicó el periodista Manuel Delgado- y dijo » sentirse muy mal». Añadió que si tuviera que recurrir de nuevo al CIEM lo haría.
DE FONDO
El recurso de amparo, refrendado por el especialista Fernando Bolaños Céspedes, fue interpuesto desde el pasado 17 de julio y en él se advirtió a las autoridades judiciales de anomalías que, de comprobarlas la Sala, se estaría en presencia de mayúsculas arbitrariedades laborales, políticas e ideológicas, sin precedentes en la casa de estudios superiores.
Según se desprende de dicho recurso, el fin último del proceso contra el director de UNIVERSIDAD sería su expulsión de la UCR como periodista y profesor, dada su posición crítica.
De esta manera dejan planteado ante la Sala el aprovechamiento de un reglamento sobre el hostigamiento sexual con fines ulteriores y contrarios al pluralismo ideológico y las disposiciones constitucionales que velan por el debido proceso, el principio de inocencia y la seguridad jurídica.
Citan, a manera de ejemplo de violación al derecho constitucional de defensa, no solo la pérdida de declaraciones rendidas por cuatro testigos del acusado, sino las versiones dadas para «mejor resolver» de dos damas que aparecieron en el proceso y que al principio no estaban como tales .
Asimismo recuerdan a los magistrados que el acusado llegó hasta el tribunal de conciencia por cargos de acoso hechos por Salazar, pero en el transcurso del procedimiento, al no sustentarse la acusación, se imputaron más, nuevos y distintos actos.
DESPIDO EN EL AIRE
La resolución de la Sala Constitucional donde se acoge para el estudio las diligencias de Morales, firmada por su presidente a.i, el magistrado Carlos Arguedas Ramirez, ordena a los recurridos ( rector y Vicerrectores) no ejecutar el despido dispuesto en perjuicio del amparado», hasta que la instancia judicial no resuelva.
Como establece la Ley de la Jurisdicción Constitucional, la Sala solicitó a las altas autoridades del claustro el expediente administrativo para comprobar los hechos descritos por el recurrente.
El Semanario además del criterio del rector quiso conocer la versión de la vicerrectora Muñoz, pero ella, al cierre de la presente edición (martes 23 de julio), se encontraba en una reunión.
Mientras el director de la Oficina Jurídica, Rolando Vega, a quien también se trató de localizar, «permanecía en un reunión» con el personal de esa dependencia la tarde del martes 23.
Asimismo, el abogado Lubín Villalobos, quien en algunos juicios ha acompañado al rector, tampoco pudo atender al Semanario. A todos se les dejó mensajes sobre el asunto a tratar.
Por su parte, el licenciado Carlos Morales se presentó a laborar el martes y fue recibido con aplausos y vítores de un amplio grupo de universitarios, entre los que estaban escritores, periodistas, docentes, autoridades, alumnos y el equipo del Semanario.
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