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Los tsunamis se pueden definir como oscilaciones del agua del mar o del océano, generadas por grandes y abruptas perturbaciones del fondo marino (oceánico) o de la superficie, tales como desplazamientos en fallas (lo que a su vez genera un temblor), erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra e impacto de meteoritos.
La localidad de Baie Martelli, en la isla de Vanuatu, Pacífico Sur, después del tsunami, en noviembre de 1999. Solo edificios de concreto quedaron en pie.
El término tsunami es japonés y proviene de las raices TSU (Puerto) y NAMI (Ola), lo que en conjunto significa Ola de Puerto; lo utilizaron los japoneses para referirse a grandes olas que impactaban sus puertos después de la ocurrencia de grandes temblores. El sinónimo en el idioma español es Maremoto, aunque este término no es adecuado porque da la idea de que el mar interviene en su génesis. Las tres etapas de un tsunami son: generación, propagación e inundación.
Para entender los tsunamis es útil distinguirlos de las olas generadas por el viento o por las mareas. Las brisas que soplan a traves del océano pliegan la superficie del agua en ondas relativamente cortas que crean corrientes en la capa superficial, o sea, la mayoría de su energía está cerca de la superficie y el movimiento del agua inducido por esas ondas decae exponencialmente con la profundidad.
Las mareas terrestres producen corrientes que alcanzan el fondo del océano, pero estas son provocadas por fuerzas gravitacionales entre la Luna y el Sol. Los tsunamis son diferentes de las ondas generadas por el viento y por las mareas, pues en ellos el flujo es en toda la columna de agua, pero a diferencia de las ondas de marea, son provocados por la fuerza gravitacional.
GENERACIÓN
Es el proceso mediante el cual una columna de agua del mar o del océano es alterada por procesos geológicos del fondo (movimiento de fallas, deslizamientos, erupciones volcánicas) o por caída de meteoritos, perdiendo tanto su forma como su equilibrio, dando origen a ondas de agua similares a las que se observan cuando un objeto es lanzado a un estanque de agua.
El repentino desplazamiento de una gran falla bajo el piso oceánico mueve el agua como si estuviera siendo empujada por un enorme remo, y produce grandes ondas de agua en la superficie del océano llamadas tsunamis.
PROPAGACIÓN
Estas ondas de agua se dispersan desde la vecindad de la fuente y se mueven a traves del océano, hasta alcanzar la linea de costa.
En aguas profundas alcanzan velocidades que pueden sobrepasar los 700 km/h, pero aún así no son peligrosos porque en tales condiciones su altura es apenas de pocos metros y la longitud de sus ondas superior a 750 km por lo que la pendiente que crea en la superficie del agua es tan pequeña que apenas pueden ser percibidos por personas que se encuentren en un barco.
Conforme la onda de agua se aproxima a la costa produce un gran ruido, y por las irregularidades de fondo, pierde velocidad. Al disminuir la profundidad del agua, las ondas pierden todavía más velocidad, por lo que las postreras alcanzan a las primeras, sobreponiéndose y aumentanto con ello la altura de las que finalmente llegan a la costa.
INUNDACIÓN
Si la fuente es cercana, estas ondas pueden cubrir por completo una comunidad costera minutos después de su origen y causar pérdidas de vida, destrucción de la estructura e infraestructura y severa erosión de la línea de costa.
La gente es arrastrada junto a otros materiales en las corrientes inducidas por el tsunami a velocidades arriba de los 60 km/h, lo que resulta en muerte debido a múltiples lesiones.
En las horas posteriores al ataque del tsunami, los sobrevivientes pueden sufrir por la exposición al medio, ya que heridas no tratadas pueden favorecer la gangrena y por ende, la muerte.
Las olas se regresan con una fuerza similar a la que traían al llegar, arrastrando árboles, estructuras y personas al océano. Grandes corrientes arrastran edificios, vehículos, embarcaciones y materiales pesados a las áreas costeras, transformándolos en proyectiles que arrasan todo a su paso; por esa razón muchos no mueren ahogados, sino por los golpes recibidos. Un período de seductiva calma puede ocurrir entre ondas suscesivas, lo que invita a los confiados a retornar a la costa, ignorando el peligro de la próxima onda.
POTENCIAL, ALERTA Y EDUCACIÓN
Los tsunamis, aunque escasos, son muy peligrosos por las grandes areas geográficas que afectan y por su alto poder destructivo. Se estima que temblores gigantescos son capaces de poner en movimiento toda la masa de agua del Pacífico, trayendo muerte y destrucción a costas lejana,s lo que hace que este fenómeno ocupe un segundo lugar entre las amenazas naturales, solo superados por fenómenos meteorológicos.
Algunas investigaciones sugieren que en Hawaii han habido deslizamientos que podrían haber provocado tsunamis de hasta 325 metros de altura, que habrían erradicado civilizaciones de islas oceánicas aún a grandes distancias.
Los tsunamis son inevitables y la tecnología por sí sola no puede salvar vidas. Por ello, los residentes costeros tienen que ser capaces de reconocer los signos de un potencial tsunami y saber que deben buscar inmediatamente los terrenos más altos.
Como la mayoría de los tsunamis son causados por grandes temblores, para los residentes costeros cercanos a un epicentro, el fuerte movimiento del suelo es el mejor indicador del potencial tsunami.
Muchos de estos tsunamis son precedidos por abruptos descensos de la superficie del océano, exponiendo el piso oceánico (o marino) costero, lo cual es otro indicador del inminente tsunami.
La educación sigue siendo un aspecto fundamental en la mitigación de la amenaza por tsunamis. Usted mismo puede salvarse de un tsunami aún sin ayuda del experto, como lo confirma el siguiente relato sobre el tsunami de Vanuatu de 1999, que causó mucho daño pero pocas muertes: «El pequeño número de víctimas se debió a previa educación y a una fiesta. A causa de una boda en el día del temblor, casi todos (los habitantes de Baie Martelli) estaban aún en pie celebrando cuando el evento ocurrió. Un vigilante fue enviado a mirar la condición del mar. Cuando él reportó que el agua estaba retrocediendo, los pobladores concluyeron que un tsunami estaba por venir, y ellos corrieron a las laderas cercanas para escapar de la onda. Los pobladores dieron el mérito de su respuesta a un video del tsunami de Papua Nueva Guinea de 1998, que ellos habían visto unos meses antes. Las únicas víctimas fueron aquellos demasiado ancianos para poder escapar de la onda, aquellos que regresaron por sus posesiones después del paso de la primera onda, y un hombre muy borracho en Kava que ignoró a quienes lo estaban señalando el refugio».
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