Entre los 200 proyectos que se exhiben este año están un detector de metales en minas con rayo láser, de jóvenes del Vocacional Monseñor Sanabria y una batería orgánica que genera electricidad a partir de jugo de piña y de limón, del Centro Educativo Judas, de Chomes, Puntarenas.
Después de arrancar la admiración de quienes visitan esta semana la XVI Feria Nacional de Ciencia y Tecnología, los proyectos ganadores reciben la premiación el 1 de noviembre.
Quienes aún no han conocido las innovaciones de la feria, pueden visitarla en las instalaciones de portivas de la Universidad de Costa Rica (Sabanilla) de 8 a.m. a 12 m., ya que a partir de las 2 p.m. será la ceremonia de premiación.
El año pasado, por ejemplo, los estudiantes Liseth Hernández, Paola Chavarría y Edgardo Martínez, de la sede de San Carlos del Colegio Científico Costarricense, recibieron un premio por su trabajo. La aplicación de descargas eléctricas para estimular el procedimiento de germinación en el árbol maderable fue el tema de su proyecto que, por ser uno de los mejores en innovación científica, les permitió asisitr a la Feria Internacional de Ciencia e Alimentación durante una semana en Estados Unidos. Esto incluyó pasaje y alojamiento y fue patrocinado por Componentes Intel de Costa Rica.
Esta semana las instalaciones deportivas de la UCR han estado llenas de camisas y blusas celestes y blancas. El pasado 29 de octubre fue la inscripción y acreditación de las delegaciones y en medio de gran algarabía se instalaron los proyectos; el miércoles 30 estos fueron inspeccionados y sus creadores entrevistados por el Comité Científico. Ese mismo día fue la inauguración oficial; pero la exposición de proyectos al público fue limitada a la tarde del jueves 31 y la mañana del viernes 1 de noviembre.

200 PARA ESCOGER

Entre los 200 proyectos que se exhiben este año están un biodigestor, que viene desde la región de Coto Brus; un detector de metales en minas a base de rayo láser, de jóvenes del Vocacional Monseñor Sanabria; y la obtención de cal, a cargo de estudiantes del colegio Máximo Quesada, en Patarrá de Desamparados.
Más allá enseñan cómo hacer jabón de jengibre (Liceo Luis Dobles Segreda) y la forma en que se conduce electricidad a través del agua con sal (Técnico Profesional Calle Blancos).
Por su parte, entusiastas jóvenes del Centro Educativo Judas, de Chomes, Puntarenas, aprendieron a construir una batería orgánica y ahora enseñan al público cómo se genera electricidad a partir del jugo de piña y de limón.
Los proyectos abarcaron diversas áreas temáticas y así se organizaron en el espacio. Gerardo Valverde, representante de la Vicerectoría de  Administración y quien trabajó en el apoyo logístico de la Feria, precisó que las áreas son ciencias sociales, bioquímica, botánica, ciencias de la computación, ciencias de la tierra y del espacio e ingeniería.
Otros abordaron las ciencias ambientales,  matemáticas, salud y medicina, microbiología o zoología.
Una categoría es la de proyecto de redescubrimiento, como un trabajo de un  sensor al tacto, del Liceo de Alajuela, explicó.
Jóvenes de Coto Brus, por ejemplo, construyeron un biodigestor, que transforma los desechos órganicos producidos por animales para generar energía en forma de gas.