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La conservación, protección, producción y comercialización de las orquídeas fue ampliamente analizada durante el I Congreso Internacional de Orquideología Neotropical, realizado en la UCR.
Esta es una de las tantas especies de orquídeas que posee el Jardín Botánico Lankester. (Foto Lisbeth Huertas Jiménez
Modificar la Ley de Vida Silvestre para que se excluya como actividad permitida la división vegetativa de plantas, es una de las propuestas del I Congreso Internacional de Orquideología Neotropical, realizado la semana pasada en la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Esto por cuanto es prácticamente imposible sostener la producción comercial de orquídeas basada en divisiones; por el contrario, un sistema que permite su uso sostenible es la propagación artificial a través del cultivo in vitrio, con la ventaja adicional de que permite una adecuada fiscalización de los viveros e impide la extracción de estas de la naturaleza.
De acuerdo con el Director del Jardín Botánico Lankester, Jorge Warner, con la propagación vegetativa permitida actualmente se corre el riesgo de que una persona al obtener un permiso para vender plantas propagadas por división pueda traerlas del campo, tenerlas un año o dos en su casa, dividirlas y después vendarlas legalmente. Esto por cuanto es muy difícil identificar si la planta fue traída o no de la vida silvestre, pues sus características han variado y se asemejan a las de una planta cultivada artificialmente durante muchos años.
El congreso reunió a más de 220 personas de 24 países y fue organizado por el Jardín Botánico Lankester y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, junto con la Fundación Lankester, bajo la primicia «para conservar hay que conocer y para conocer hay que estudiar». Debido al éxito obtenido con este primer congreso, en adelante se realizará cada tres años.
Durante toda la semana, se realizaron cerca de 60 conferencias impartidas por importantes especialistas del mundo en cuanto a orquídeas, plantas que pertenecen a la familia de las productoras de flores que es la más grande pues tiene entre 20 y 25 mil especies distribuidas en el planeta.
Según Warner, era oportuno aprovechar la reunión de tantas personas que se dedican a investigar sobre estas hermosas plantas, para tratar el tema de la conservación, pues se trata de traducir la información que manejan a términos sencillos, que permitan establecer recomendaciones para las personas encargadas de tomar decisiones sobre la conservación de los recursos naturales.
Agregó que el aporte de todas estas personas, que manejan datos sobre la distribución de las plantas en la naturaleza y las áreas de distribución de las especies, permitió conocer información valiosa para la conservación, eje temático importante en el congreso, durante el cual se discutió sobre la legislación que regula la protección y uso de las orquídeas, la forma como se aplican esas leyes, los criterios que regulan la existencia y establecimiento de los viveros comerciales, el papel de las personas regentes de esos viveros y la posición de viveristas en cuanto a la legislación.
ESPECIES FRAGILES
A pesar de los esfuerzos de conservación que el gobierno ha realizado en los últimos años para proteger un alto porcentaje del territorio bajo el Sistemas de Parques Nacionales, Warner reconoce que aun existen puntos que deben ser mejorados, como es la rigurosidad en la aplicación de las leyes para evitar la deforestación y la extracción selectiva de algunas especies que son muy frágiles, pues solo se conocen pequeñas poblaciones. Tal es el caso de la especie Kefersteinia retanarum de la que se conoce una población con menos de 20 individuos.
De igual manera, durante el Congreso, se dieron a conocer avances en la filogenia o clasificación de las orquídeas. Sesión en la que el doctor Robert Dressler presentó su trabajo sobre el cambio de nombre de nuestra flor nacional, la Guaria Morada, de Cattleya skinneri, género de orquídeas tropicales que se encuentra desde México hasta el sur de Suramérica. El cambio de nombre a Guarianthe skinneri , que significa flor de guaria circuló recientemente en más de 70 países por medio de la revista Lankasteriana, lo que deja claramente establecido el cambio de nomenclatura de dicha planta.
Otros temas de interés para la comunidad científica discutidos durante el congreso fueron los avances en el manejo de información para la conservación de especies, proyectos para hacer inventarios en diferentes áreas y países, avances en la propagación de orquídeas por métodos artificiales o de cultivo «in vitrio», así como la posibilidad de dar incentivos a las personas propietarias de bosques donde crezcan poblaciones importantes de flora menor, básicamente plantas herbáceas, de las cuales el 10% son orquídeas.
GRUPO CONSERVACIONISTA
Durante la semana también se reunió un grupo que promueve la conservación de las mismas en toda el área mesoamericana, el cual tiene dos años de conformado y uno de sus objetivos es obtener listados actualizados de las orquídeas presentes en cada uno de los países de mesoamérica. Costa Rica cuenta con una lista realizada el año pasado por el profesor Franco Pupulin, del Jardín Botánico Lankester, que reúne más de 1400 especies, lo que nos hace -por el tamaño de nuestro territorio- el país con mayor diversidad de orquídeas del planeta.
Después de obtener el listado a nivel mesoamericano se podrá determinar las especies presentes en la región y las áreas geográficas o fitogeográficas donde hay mayor concentración de orquídeas, para establecer la meta de definir una lista más pequeña de especies prioritarias, en cuanto a un esfuerzo de conservación, donde cada país determinará cuáles serán las orquídeas «bandera» que obtendrán el apoyo de las instituciones para el esfuerzo de su conservación.
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