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El filósofo y ensayista Franz Hinnkelamert, director del Departamento Ecuménico de Investigación (DEI), recibió el Premio Nacional de Ensayo Aquileo Echeverría, por su obra, El sujeto ante la ley, donde hace una lúcida reflexión de la sociedad contemporánea. Los periodista William Vargas y Manuel Bermúdez conversaron con él acerca de diversos tópicos de actualidad y la clara profundidad de su análisis apunta a descifrar algunos de ellos.
Las grandes burocracias privadas de las empresas multinacionales conforman una estrategia de dominación. Globalización es el concepto con que actualmente se aplica esa estrategia y que subvierte el concepto de globalidad que tiene el planeta. La globalidad tiene que ver con la forma en que todas las cosas se relacionan en el planeta, pero la globalización por el contrario pretende violar esa globalidad a favor de la dominación de un grupo sobre todo lo demás.
Los grandes empresarios no ven la democracia más que como otro ámbito para hacer negocios.
La actual campaña electoral en los Estados Unidos tiene una peligrosa tendencia guerrerista. Los dos candidatos demócratas que tenían una posición apuesta a la actual junta de gobierno, han sido disminuidos o derrotados por Kerry, quien se impulsa como un héroe de Viet Nam, donde los Estados Unidos de lo que menos puede hablar es de heroísmo. A Bush se le acusa de no haber combatido en esa guerra. Es decir, se disputan quién es el más militar. Esa perspectiva favorece el discurso belicista y agresor que tiene la junta de gobierno actual en Estados Unidos y su política internacional.
Para que exista una democracia debe haber libertad de opinión, libertad de elegir sin financiamiento del mercado de votos y reorganización del sistema productivo.
Pero a pesar de su duro análisis, su actitud es optimista. Considera que las cosas están cambiando en Latinoamérica, pero hay que atender a la retórica de los medios de comunicación que preparan el terreno de la intervención militar con un discurso de Derechos Humanos, a los cuales en realidad sólo invocan para violarlos.
Los derechos esenciales de la vida son violados para establecer sistema de libertad empresarial, donde lo único que interesa es el derecho a la propiedad privada y la libertad para hacer negocios.
Veamos algunos extractos de la conversación.
¿Cuán valido es un discurso de Derechos Humanos en época en que la hegemonía del poder y el miedo se erigen como los que conducen al mundo?
Hoy, los Derechos Humanos se han reducido a ser un instrumento de intervenciones humanitarias. Pero todos los que hacen esta estrategia de globalización han abandonado los Derechos Humanos completamente. No hay derechos para tener derechos. Se han anulado al menos cien años de desarrollo de Derechos Humanos y se ha vuelto a reducir todo a derechos de propiedad, y éstos no son Derechos Humanos en el sentido estricto. Son derechos a una institución, pero los Derechos Humanos, lo son de la vida humana. Al tener derecho a una institución que se llama propiedad privada, es derecho a ejercer el poder sin control. Los principales sujetos de derechos son gigantescas burocracias, dinosaurios. Ellos tienen derechos por la supresión de los Derechos Humanos y por la concentración de todo en derecho de una institución.
Los Tratados de Libre Comercio son una carta de derechos de estas grandes corporaciones multinacionales.
Claro. Sustituyen las Constituciones. Los gobiernos los firman a escondidas y cambian las Constituciones, sin voto, sin mayoría correspondiente, sin democracia.
En los años 80, la lucha por los Derechos Humanos era una bandera de los pueblos y partidos de izquierda. Pero ahora no hay incluso un instrumento discursivo que aglutine estas luchas por las personas.
Derechos Humanos en el lenguaje en que estamos son a lo mejor una decoración que no hace falta. Y la justificación para la intervención humanitaria. Cuando se prepara la guerra se habla de Derechos Humanos. Los grandes medios de comunicación hablan de la violación de Derechos Humanos para que se transformen en bandera de lucha.
Los Derechos Humanos solamente se toman en serio para violarlos. Se violan en nombre de la violación de Derechos Humanos de cualquier dictadorcillo en el mundo, a condición de que tenga petróleo, acceso a éste o una posición geopolítica clave. Cuando se trata de amigos no se habla.
La gobernabilidad para estar en crisis en el mundo.
El irrespeto a los Derechos Humanos subvierte la gobernabilidad. Hablar de gobernabilidad actualmente es un concepto muy dudoso. Parecen decir: violemos los Derechos Humanos a ver si aguantan y si no aguantan aflojamos un poco. Es un concepto instrumental para mantenerse en el poder.
Así aparecen posiciones como la del Banco Mundial, que entiende que tiene que soltar la plata, porque han exagerado.
En mi libro hago un análisis de esta forma de ver los Derechos Humanos, la clásica que es la de John Locke. Estos casi no existen en el siglo XVIII, sino que se desarrollan en el siglo XIX, con las luchas por la abolición de la esclavitud, las luchas obreras y las de mujeres.
Estos grupos liberados tenían que ser parte de la sociedad sobre la base de una igualdad fundamental.
Una vez abolida la esclavitud inventaron el racismo, cosa como el apartheid, que fue una imitación en Africa del Sur de los que se estaba haciendo en Estados Unidos.
La política de la estrategia de globalización, se basa en la negativa de los Derechos Humanos. Ellos usan una expresión: distorsión del mercado. Pero si hacemos una lista de los que son estas distorsiones encontramos que son la protección del obrero, de la mujer, de la naturaleza, la política de empleo, de distribución de ingreso, de salud o educación sobre la base de un criterio universal; todas esas son las distorsiones del mercado. Los tecnócratas expresan así la abolición de los Derechos Humanos. Esto lo hacen porque hay distorsiones del mercado que no afectan estos derechos, pero entonces ellos construyen este discurso, donde el derecho de poder vivir es una distorsión del mercado.
¿Cuánto puede sobrevivir esta estrategia de dominación?
Esta estrategia desemboca hoy en una decadencia. Este es un sistema decadente, eso no implica necesariamente una crisis. Se transforma en crisis cuando hay resistencia con fuerza, que ahora no hay. Millones protestan contra la guerra de Irak y la hacen igual.
En España posiblemente van a elegir a Aznar.
¿Cómo explicarse eso?
Son los terneros que eligen a sus carniceros. ¡Esa es la libertad de elección!
Pero hay cosas que están cambiando. Hay una reacción a la decadencia del sistema.
Los que tiene ahora el imperio, se comparan con el Imperio Romano, y sí, hay parecidos. El Imperio Romano desembocó en la decadencia, pero fue una decadencia muy larga, en una pura pudrición. La pudrición ahora es obvia, con Elron, escándalos de ese tipo en Italia, Alemania, Holanda, se evidencia que el sistema es corrupto y se corrompe desde dentro. Además con brutalidad. Los que ejercen la brutalidad contra otros la ejercen después adentro. Las relaciones sociales son subvertidas. No tenemos solamente exclusión y destrucción de la naturaleza, sino con el rigor cruel con el cual se imponen, se relacionan entre los dominadores. Es grotesco como la junta de gobierno de los Estados Unidos trata a sus amigos.
Esta decadencia afecta incluso la estructura eclesial tradicional y jerárquica.
Sí eso creo. Afecta todos los ámbitos. La criminalidad, la violencia familiar…, todo eso no se puede tratar como algo reducible al nivel personal, a si tengo una neurosis o no. No puedo analizar la neurosis de alguien que mata a sus hijos y compañera y luego a él, como un acto individual. Ahí hay una sociedad que hace de eso lo normal. La gente es débil y la debilidad se transforma en violencia, lo que en situaciones normales no ocurriría. Hablamos del débil, al margen, carácter fronterizo (borderline caracter), eso es simple. Pero la sociedad en determinados momentos los incita a pasar la frontera.
Creo que en la base de la decadencia de esta estrategia de globalización está la abolición de los Derechos Humanos, o peor la transformación en justificación de la agresividad humana.
Y los medios de comunicación que hacen el juego.
Sí. Los medios hacen el juego. Nace la estrategia de globalización con las grandes burocracias privadas y ellos son los dueños de los medios de comunicación.
Un gobierno como el de Bush tiene un control de la opinión pública feroz, pero no lo ejerce el gobierno, sino las burocracias privadas, propietarios de los medios. No hay problemas de censura ni de confrontación porque pertenece al mismo club de poder que impone la estrategia de globalización.
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