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Partido Liberación Nacional ¿Se acabaron las alfombras?

En el patio de la casa del expresidente Luis Alberto Monge, el entusiasmo era tan palpable como el calor, después de que éste anunciara, en una conferencia de prensa, su respaldo a Antonio Álvarez Desanti, quien disputará con el expresidente Óscar Arias Sánchez, la candidatura a la Presidencia de la República por el Partido Liberación Nacional (PLN), para el período 2006-2010.

En el patio de la casa del expresidente Luis Alberto Monge, el entusiasmo era tan palpable como el calor, después de que éste anunciara, en una conferencia de prensa, su respaldo a Antonio Álvarez Desanti, quien disputará con el expresidente Óscar Arias Sánchez, la candidatura a la Presidencia de la República por el Partido Liberación Nacional (PLN), para el período 2006-2010.
Álvarez Desanti, quien dijo representar un recambio generacional al interior de su partido, era saludado con fuertes abrazos por liberacionistas que ven en el apoyo del mongismo la consolidación de una esperanza a la cual ahora dedicarán sus energías. Entre esas personas se encontraban exministros de diversas administraciones verdiblancas -incluida la de Arias Sánchez-, como Edwin León Villalobos, Mario Carvajal, Luis Fernando Díaz, José Calvo, Inés Trejos, Roberto Lobo, el exviceministro Francisco Chacón, los exdiputados Álex Sibaja y Rafael Arias, la exdiputada Isabel Chamorro y el militante Mariano Figueres.
Cuando UNIVERSIDAD se acercó para entrevistar al precandidato (ver la nota «Óscar está comprometido con las grandes empresas»), un liberacionista acababa de susurrarle algo al oído, a lo que Álvarez Desanti replicó con visible alegría: «Una mitad que vale doble».
¿Le habrían comentado que ya tenía ganada a la mitad de su partido?
Esa era la pregunta del día. Más allá de las buenas intenciones y de los discursos populares, ¿podrá Álvarez Desanti -o cualquier otra persona- vencer a un «Premio Nobel»?
Un seguidor que prefirió no ser identificado, respondió de la siguiente forma: «En el PLN mucha gente cree que va a ganar Óscar Arias, y se apunta a ganar porque quiere asegurar la planilla a partir de 2006. Sin embargo, Óscar creyó que todo el mundo se le iba a poner de alfombra y en realidad hay mucha gente muy resistente a él. Por otra parte, Antonio ha ido cambiando. Está a favor del TLC, pero con ciertas condiciones. Y se opone al plan fiscal. Eso le ha ayudado a abrir espacios dentro de Liberación.»
Precisamente, el discurso de Álvarez Desanti fue uno de los elementos más notorios de la conferencia. No se sabía exactamente si lo que se había movido hacia la derecha era el espectro político -ahora que hablar de «apertura» de los servicios públicos no suena tan malo como durante la campaña pasada-, y colocado al precandidato más a la izquierda, o si, efectivamente, éste ha modificado su discurso hacia una posición más «anti-neoliberal».
El propio precandidato definió su oposición al proyecto de reforma fiscal como «una buena muestra de las diferencias que tengo con algunos de los dirigentes.»
«Yo no puedo respaldar un proyecto de ley que viene a bajar los impuestos de las grandes empresas y aumentar los de las pequeñas empresas. Que le viene a poner impuesto de ventas al agua, a la luz eléctrica y los alquileres. Esta es una diferencia fundamental. Nosotros no creemos que el ajuste económico sea a costa de la clase media y de los sectores populares, sino a cargo de los sectores acomodados de nuestra sociedad», explicó.
Por otra parte, el expresidente Monge justificó su apoyo a Álvarez Desanti en términos más amplios. Por un lado, reiteró su rechazo al fallo de la Sala IV que permitió la reelección presidencial. «La razón principal es que no se ha reformado la Constitución, y es en realidad un golpe de Estado, porque eso es lo que se ha producido: cinco magistrados han dado un golpe de Estado. Para cualquier presidente, si aspira, si lo eligen presidente, será un presidente de facto ilegítimo y espurio», dijo en la conferencia.
Por el otro, exigió que el TLC con Estados Unidos fuese ampliamente discutido, antes de ser votado en la Asamblea Legislativa. «Primero debemos saber qué puede ser más dañino, si aprobarlo o no», dijo. Y para enfatizar en que no hay prisa, recordó que el presidente George Bush no presentará el texto al Congreso de su país sino hasta el próximo año.
Y aún más, en entrevista con UNIVERSIDAD (ver «Debemos recuperar el alma popular»), dijo respaldar a Álvarez Desanti en oposición a algunos dirigentes liberacionistas que «han confundido la línea de intereses del pueblo de Costa Rica, con los intereses personales de ellos como empresarios.»

UN DESPLAZAMIENTO

Para el excandidato presidencial José Miguel Corrales, Álvarez Desanti ha modificado su pensamiento como parte de su estrategia de campaña. «Él entiende que si es más de lo mismo, si no se diferencia, será difícil que gane», dijo a UNIVERSIDAD.
Corrales también consideró «un éxito» el respaldo recibido de Monge. «Es un gran apuntalamiento de su candidatura, pues el presidente Monge tiene estructuras en todo el  territorio nacional», afirmó. Sin embargo, consideró prematuro apoyar él mismo esta precandidatura. «Quisiera oír más del pensamiento de Antonio antes de darle apoyo», dijo.
El exviceministro de comercio exterior -y cónyuge de la jefa negociadora del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Anabel González-, Francisco Chacón, quien dijo ser muy cercano a Álvarez Desanti desde la época colegial, opinó que «un apoyo de don Luis Alberto es un espaldarazo importante porque le da seriedad y firmeza a la precandidatura de Antonio». Agregó que Álvarez Desanti se opone a la privatización de servicios públicos, más no así a la apertura. Recordó que en la Asamblea Legislativa, promovió la apertura de la banca. «Hay una gran diferencia entre apertura y privatización», dijo, y consideró que «ya es hora de que una nueva generación de líderes tome la batuta en el PLN.»
Mariano Figueres, hermano del expresidente, resaltó que el movimiento de Álvarez Desanti luchará porque en la próxima Asamblea del PLN se democratice la elección de las candidaturas a diputaciones.
«El arismo claramente quiere volver a un sistema cerrado, dedocrático, no de mal llamada meritocracia, sino de dedocracia, para tratar de manipular las cosas y elegir gente que tal vez no represente en realidad a Liberación Nacional, mientras que la gran mayoría del partido andamos buscando una solución más adecuada y no queremos volver al pasado de plenarias cerradas para la elección de diputados», dijo a la prensa.
Sobre las posibilidades de éxito de este movimiento, dijo que «en su momento hubo una emoción por el anuncio de (la posibilidad de reelección) don Óscar. Eso era natural. Siento que esa ola ya va pasando y, más bien este movimiento (de Álvarez Desanti-Monge) se va fortaleciendo a lo interno del partido, porque es el que representa a la dirigencia y a las bases de Liberación Nacional. Lo demás es gente casi externa al partido. En ese sentido, no tenemos ningún miedo.»
En la misma línea, al explicar por qué se produjo ahora el lanzamiento de este movimiento, Álvarez Desanti dijo a UNIVERSIDAD: «Ante lo resuelto por el Tribunal Supremo de Elecciones, que nos obliga a adelantar los procesos internos del partido, y por las manifestaciones de Oscar Arias de que anunciará su candidatura en pocas horas, las aguas pre -electorales se han movido mucho a lo interno y eso nos motivó a que los liberacionistas y el país en general conozcan la posición de don Luis.»
Al definir su ideología, Álvarez Desanti dijo ser «un convencido de que debemos tener gobiernos que no vengan a buscar el ajuste fiscal o el recorte de los programas sociales, sino el entendimiento económico con distribución de riqueza. Que volvamos a fortalecer la clase media y a ser un Gobierno y un país en el que se abran las puertas de las oportunidades y del ascenso social.»
En cuanto al otro bando liberacionista, el «arista», su reacción a este lanzamiento fue de restarle importancia y probabilidades de éxito.
Primero lo hizo Rodrigo Arias, hermano del expresidente, quien opinó que el anuncio conjunto de Monge y Álvarez Desanti no cambia en nada el cuadro político al interior del PLN. Después, lo reiteró el propio Óscar Arias quien, curiosamente, a pesar de ostentar dos títulos significativos: el de expresidente de la República y el de «Premio Nobel», dijo no necesitar de «muletas» para encarar a Álvarez Desanti.
Lo cierto es que, con o sin muletas -y con o sin alfombras-, todo parece indicar que el exmandatario enfrentará el esfuerzo más organizado de los últimos tiempos para cambiar el curso que lleva el PLN.

Antonio Álvarez Desanti:
«Óscar está comprometido
con las grandes empresas»
Antonio Álvarez Desanti.: No por ser empresario se pierde la conciencia social.
¿Por qué parece que algunos dirigentes liberacionistas que se han convertido en grandes empresarios, han distorisonado el ideario socialdemócrata?

-No por ser empresario se pierde la conciencia social. Yo creo que más obedece a otro tipo de deformaciones, más a lo ideológico que a otro campo. Pero definitivamente se ha dado todo un proceso de distorsión en las propuestas y en los programas de Liberación Nacional.


Ud. ha criticado la manera de hacer negocios de Óscar Arias Sánchez.
-Sí. Me parece que en muchas oportunidades se ha perdido la distancia entre el político y el empresario, y eso es contraproducente. No puedo aceptar ni respaldar que se promulgue un decreto que nos obligue a que todos le pongamos alcohol a la gasolina, a partir de enero del año entrante, lo que genera un negocio de ¢10 mil millones, y que ese decreto diga que solo se le puede comprar a dos empresas, y una de ellas pertenece a la familia de Óscar Arias. Creo que eso es definitivamente crear un oligopolio en beneficio de un grupo político.


También se ha criticado a José María Figueres porque su familia tiene intereses en la cogeneración eléctrica privada, que se amplió bajo su administración.

-Lo que tengo entendido, en el caso de José María, según las explicaciones que él dio cuando yo fui diputado, es que no se dio ese proceso de ampliación cuando él estuvo en la Presidencia, sino que más bien se disminuyó su participación en la actividad. Pero estoy hablando de lo que fueron sus declaraciones y su información a la Asamblea Legislativa. Nunca he tocado ese tema con él.

Una alianza suya con José María Figueres, ¿es posible?

-Para mí sería ideal tener el apoyo de José María como expresidente que es y de otros excandidatos, como don Rolando Araya, don José Miguel Corrales, y figuras de renombre de Liberación Nacional. Pero yo no podría adelantar que eso vaya a suceder.

¿Ud. no apoya la privatización de los servicios públicos, pero sí la apertura?

-Definitivamente me opongo a la venta de instituciones del Estado y a la privatización. Creo que es conveniente la competencia y definitivamente, en el caso de los seguros, uno debe tener opciones para poder asegurarse en uno u otro lugar. Incluso yo vivo injusticias: las empresas agrícolas nuestras no tienen opción a seguro porque el INS no los da para las exportaciones. Entonces creo que allí se debe dar ese proceso de competencia, pero se debe mantener la parte social: los seguros de riesgos del trabajo, de riesgos diversos, como parte de la contribución de todos los sectores que se involucren en el negocio de los seguros para mantener los programas sociales de aseguramiento.

¿Qué papel puede jugar la socialdemocracia en un mundo en el que predomina oficialmente la corriente neoliberal?

-La socialdemocracia es más bien la respuesta en un mundo neoliberal como el actual, porque todo este proceso promueve la concentración de la riqueza, que las transnacionales sean cada día más grandes. Promueve que Ud. vea que Más X Menos tenga cada día más supermercados y las pulperías sean cada día menos. Creo en un Estado que promueva su involucramiento para tratar de que esa pequeña y mediana empresa subsista. El reto es lograr que en la era de la globalización y de la apertura a la que camina el mundo, en la mundialización, la pequeña y mediana empresa sean una opción. Y eso se hace con un Estado que participe en la economía. Y esa es una definición totalmente socialdemócrata.

¿Cree Ud. que la correlación de fuerzas al interior del PLN le va a favorecer?

-En este momento estoy en desventaja, obviamente. Óscar es un expresidente, es una persona conocida y yo empiezo de cero. La verdad es que yo no vengo de una familia de políticos, sino de una familia de clase media, de Plaza González Víquez, donde mi papá nunca estuvo en política. Y empiezo en una situación de desventaja, pero no tengo ninguna duda de que en los dieciocho meses restantes la gente entenderá, primero, un estilo, y el hecho de que viene un candidato con energía, con ganas, con decisión, y un mensaje totalmente comprometido con Liberación Nacional, que va a ir a participar en las luchas por la clase media, como estamos viendo ahora con la diferencia que tenemos Óscar y yo sobre el paquete fiscal. Óscar está comprometido con un paquete fiscal que le baja los impuestos a las empresas grandes y se los duplica a las empresas pequeñas. Perdóneme, eso no es socialdemocracia. Y la ciudadanía se irá dando cuenta de que esas son tesis que defienden posiciones más bien de derecha, y no una posición socialdemócrata como la que el costarricense tiene y que Liberación Nacional representó en el pasado

Luis Alberto Monge:
«Debemos recuperar el alma popular»
Luis A. Monge: El Segundo desafío es retornar con energía a la guerra contra la pobreza
¿Considera Ud. que algunos dirigentes del PLN, al convertirse en grandes empresarios, han perdido de vista los ideales socialdemócratas?

-No por haberse convertido en empresarios, sino porque han confundido la línea de intereses del pueblo de Costa Rica, con los intereses personales de ellos como empresarios. Y ese es un fenómeno que se ha dado dentro de Liberación Nacional, distorsionando su ideología, su ruta. La primera vez que yo lo señalé fue en abril de 1970, después del triunfo de don Pepe. En mi discurso, que ha salido publicado en folletos, en distintas campañas, dije que había un trastrueque de valores. Que nosotros estamos contentos de tener empresarios con nosotros, pero no aquellos que van al Gobierno para defender los intereses de ellos y de su grupo económico, sino quienes que se identifican con los ideales del partido, para que los beneficios del desarrollo y del crecimiento económico alcancen a las mayorías populares.
En una época de globalización neoliberal, ¿cuál es el desafío para la socialdemocracia costarricense?

-El primer desafío es recuperar lo mucho que hemos perdido en el alma popular de Costa Rica. Y el segundo desafío, como parte de ese esfuerzo, es retornar con energía, con decisión, sin tregua, a la guerra contra la pobreza. Las banderas de la guerra contra la pobreza cesaron hace ya más de tres lustros.


¿Cree Ud. que hay una nueva posibilidad, dentro del PLN, para los cuadros intermedios y para los sectores más vinculados a la pequeña y mediana producción?

-Si no logramos que los pequeños y medianos empresarios agrícolas, industriales, comerciales, artesanales, recuperen la fe en el Partido Liberación Nacional, el partido está perdido. No hay salvación para él.

Si le pidiera evaluar cuánta fuerza tiene el movimiento que usted representa dentro del PLN, ¿diría Ud. que es la mayoría, que hay un empate?

-Es la mayoría en el pueblo, casi como una cosa instintiva, del subconsciente liberacionista, en la colectividad nacional. Pero las estructuras del partido están controladas por fuerzas que precisamente lo han descarrilado

  • Emanuel García Jiménez 
  • País
National LiberationPartido Liberación NacionalSocial Democracy
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