Tras una gestión de la Comisión de Valores de EE.UU., Óscar Arias admitió ser el dueño ahora de la compañía Rica Foods que cobija a Pipasa y As de Oros.
El anunciado precandidato presidencial por el Partido Liberación Nacional (PLN), y expresidente, Óscar Arias Sánchez, sí es uno de los compradores del conglomerado Rica Foods Inc., integrado por las corporaciones Pipasa y As de Oros, que hasta el año pasado pertenecía al empresario Calixto Chávez y sus descendientes.
Como informó UNIVERSIDAD en su edición 1560, Rica Foods Inc. fue adquirida por Avícola Campesinos, a su vez perteneciente a Tenedora G S (Grupo SAMA).Como accionistas de esta última figuraban varias empresas que a su vez pertenecen a integrantes de la Junta Directiva del Grupo SAMA -cuyo vicepresidente es Arias Sánchez-, así como otra -Adral S.A.- propiedad de Mariángel Solera, asistente de Arias Sánchez, quien labora como secretaria en la Fundación Arias para la Paz.
En esa oportunidad, ante la consulta de UNIVERSIDAD Mauricio Marenco, asesor legal de Rica Foods negó que el expresidente Arias Sánchez estuviese entre los nuevos dueños de Rica Foods. Por su parte, y a pesar de figurar como dueña del 100% de Adral S.A, Solera dijo entonces no estar autorizada para dar información.
No obstante, en su edición 451, el semanario El Financiero reportó que el 19 de febrero pasado, es decir, una semana después de la publicación de UNIVERSIDAD, Rica Foods cambió la información que proporcionó a la Secutiry Exchange Comission (SEC), de la Bolsa de Nueva York, en el sentido de que Árias Sánchez es realmente el dueño de Adral S.A.
«El principal cambio es la aparición de Arias como accionista de Corporación Adral, pues en la información enviada a AMEX a finales de diciembre se indicaba que la dueña de esa firma era Mariángel Solera, secretaria que labora precisamente en la Fundación Arias para la Paz. El nuevo documento indica que Arias es el único accionista y que tanto él como su hermano (Rodrigo) y Solera son representantes de esa sociedad», dice la nota periodística.
Esa publicación añade que el cambio ocurrió porque, según Víctor Oconitrillo, presidente de la Junta Directiva de Rica Foods, la SEC les solicitó «aclarar aún más la información de Tenedora G.S.»
UNIVERSIDAD intentó preguntar tanto a Oconitrillo como a Marenco, por qué razón la SEC solicitó información más clara sobre las empresas compradoras de Rica Foods, pero al cierre de esta edición, no obtuvimos respuesta.

PRÁCTICAS DIFERENTES

UNIVERSIDAD consultó con dos abogados especialistas en el tema, sobre el hecho de que mientras las sociedades que operan en la Bolsa de Valores de Nueva York deben publicitar los nombres de sus accionistas, así como reportar cualquier cambio ocurrido en ellas, esto no sucede en Costa Rica.
Uno de ellos, quien solicitó no mencionar su nombre, dijo que «lamentablemente, en Costa Rica tenemos el problema de que no existe como en otros países, un registro de accionistas que permita saber quiénes son los diseños reales que se esconden detrás del velo de las sociedades. En nuestro país, para inscribir una sociedad solo es necesario registrar quiénes constituyen inicialmente la Junta Directiva, pero después no es obligación registrar los cambios.»
Explicó que «se encuentra muy difundida la práctica de utilizar testaferros o prestanombres, es decir, personas que ponen sus nombres para aparecer como accionistas, pero que no son los verdaderos titulares. Otra práctica es la de utilizar cadenas de sociedades, que pueden ser interminables, y que pueden usarse de forma fraudulenta para evadir responsabilidades.»
Ejemplos frecuentes, agregó, son inscribir el patrimonio personal a nombre de sociedades para evitar que, tras un divorcio, las esposas puedan acceder a esas propiedades, o inscribir el auto o inclusive el perro, a nombre de una sociedad, para evadir las responsabilidades de un accidente o de un ataque de la mascota a otra persona.
Por su parte, el abogado Carlos Salgado dijo que en Costa Rica las sociedades anónimas «son muy usadas para evadir impuestos. Se fragmentan las sociedades para repartir las responsabilidades entre ellas y pagar un menor Impuesto de Renta, o se venden productos de unas a otras a precios inferiores para pagar menos Impuesto de Ventas.»
A esto se le llama «abuso de la personalidad jurídica», explicó. «El principal escollo de cualquier Sociedad Anónima o de Responsabilidad Limitada es que los registros de accionistas son privados. Entonces se pueden utilizar los nombres de personas muy allegadas, tanto para efecto de apoderadas como de accionistas, para tener una sociedad fantasma a través de testaferros, mientras quienes están detrás son otras personas.»
Salgado enfatizó en que en nuestro país estas prácticas todavía «son perfectamente legales», y solamente existen exigencias de una completa transparencia en lo que se refiere a las entidades del sector financiero.

GRAN COMPRA

Como informó UNIVERSIDAD, la compra de Rica Foods es un negocio significativo pues este conglomerado representa el 62% del mercado nacional de pollo. Según la agencia Reuters, el negocio principal de Pipasa, As de Oros y sus respectivas subsidiarias «se deriva de la producción y venta de pollo rostizado, procesado, derivados de carnes de res y cerdo, huevos comerciales y alimento premezclado y concentrado para ganado y animales domésticos.» Añade que Rica Foods posee 91 expendios urbanos y rurales en todo el país, tres plantas procesadoras y cuatro plantas de engorde animal.
También que As de Oros opera dos cadenas de 28 restaurantes de comidas rápidas en Costa Rica (As de Oros y Kokoroko) y exporta sus productos a Centroamérica, Colombia, República Dominicana y Hong Kong.
Además, el asesor legal de Rica Foods, reconoció que dicha firma podría comprar la compañía Logística de Granos S. A., actualmente propiedad de José Pablo Chávez, hijo de Calixto, que es una de las adjudicatarias de la concesión de Puerto Caldera, una vez que la concesión entre en efecto.