El arqueólogo Carlos Aguilar Piedra fue reconocido con el Premio Magón 2004.
Carlos Aguilar Piedra, profesor emérito de la UCR, fue reconocido con el premio Magón 2004.
Con gran alegría la comunidad universitaria recibió la noticia de que el profesor emérito Carlos Aguilar Piedra fue reconocido con el premio Magón 2004.
Según el jurado, el galardonado ha desarrollado una extensa investigación en el campo de la arqueología y fue una piedra fundamental de la museografía costarricense.
Durante su paso por la Universidad de Costa Rica (UCR) Aguilar Piedra fue maestro de varias generaciones de científicos sociales y pionero en la enseñanza de la arqueología en esta casa de estudios.
El jurado también le reconoció al académico su extensa vida como investigador, cuyo trabajo se ha traducido en obras como «Religión y magia.  Entre los indios de Costa Rica de origen sureño», publicado por la Editorial UCR en 1985.  Otras de su autoría son «Orfebrería en el México Precortesiano», «Usekares de oro», «Guayabo de Turrialba, arqueología de un sitio indígena prehispánico».
 
 
Están pendientes de publicación «El jade y el chamán», fruto de varios años de estudios sobre esa piedra y los usos en ritos chamánicos.
Sin embargo, pese a todo el gran aporte que ha hecho el Magón 2004 en la docencia y la investigación, el principal es haberle reconocido el rescate y conservación del Monumento de Guayabo, en Turrialba.
El jurado que lo designó estuvo integrado por Alegría Lores Lares, Fernando Durán Ayanegui, Juan Durán Luzio, Daniel Gallegos Troyo y Roberto Villalobos.
El acto oficial de premiación será el próximo 9 de mayo en el Teatro Nacional, cuando serán entregados los Premios Nacionales anunciados el 26 de enero por las autoridades del Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes.

UN DOCENTE DE CORAZÓN

Carlos Aguilar Piedra fue el primer costarricense en graduarse como arqueólogo.  Estudió en la Escuela de Antropología e Historia en México en 1946 y posteriormente hizo estudios de posgrado en paleontología en la Universidad de Kansas, en Estados Unidos.
Su carrera docente, que duró largo tiempo se inició en 1935 en una escuela rural en Tucurrique. Décadas posteriores también trabajó en secundaria; se retiró de las instituciones educativas en 1980, cuando se jubiló como catedrático en la UCR.  En 1981 esta Universidad lo nombró profesor emérito, aunque su trabajo investigativo continuó en los años posteriores.
Su paso por la educación lo llevó a ser inspector de escuelas indígenas entre 1947 y 1948, profesor en el Colegio San Luis Gonzaga y director del Colegio Vocacional de Artes y Oficios.
En la UCR Aguilar Piedra fue subdirector y director a.i. del Departamento de Ciencias del Hombre y fundó el Laboratorio de Arquelogía.  En éste último sus investigaciones lo llevaron a ubicar y estudiar más de un centenar de sitios arqueológicos, siendo el más destacado el de Guayabo.
Gracias a la lucha de Aguilar Piedra, los terrenos donde está ese monumento prehispánico fueron adquiridos por el Estado y  luego declarado parque nacional.
El anuncio del otorgamiento del Magón 2004 a Aguilar Piedra fue recibido con júbilo en la Escuela de Antropología y Sociología.
Su director, Sergio Reuben Soto, dijo a UNIVERSIDAD que es un merecido reconocimiento a una vida dedicada a la docencia e investigación.
Aguilar también ha sido galardonado con los premios de Historia Cleto González Víquez en 1966, el Aquileo J. Echeverría en 1972 y en 1999 con el ICOMOS, dado por la sección costarricense de ese organismo internacional.
UCR ha cumplido
Según Sergio Reuben Soto, director de la Escuela de Antropología y Sociología, el premio Magón con el cual se distinguió a Carlos Aguilar Piedra coloca a esa unidad académica en una posición relevante dentro de la UCR.
«Tanto María Eugenia Bozzoli (Magón 2001) como Carlos Aguilar son de la misma disciplina, esto demuestra la labor destacada por parte de los fundadores de la escuela, quienes han hecho grandes aportes al pensamiento y cultura costarricenses…En la escuela se escribe y se enseña pensando en el patrimonio y cultura nacional», añadió Reuben Soto.
Desde su fundación la UCR ha contribuido sustantivamente a la vida nacional, estos premios evidencian que hemos cumplido con el país, continuó.
No obstante, los galardones que destacan el quehacer de los académicos contrastan con las luchas por mantener los recursos que fomenten la investigación en todos los campos del saber.  En criterio de Reuben esto revela que prima una visión cortoplacista que no reconoce estos aportes a la vida nacional, en ocasiones se hacen tardíamente.  Afortunadamente este tipo de premio destaca la labor de toda una vida, señaló.
No obstante, expresó el director, la UCR ha reducido sensiblemente su presupuesto en inversión a largo plazo, lo que afecta el trabajo de los investigadores universitarios.
Sin duda, la UCR está llamada a jugar un rol relevante en el desarrollo científico del país, labor en la que debe conjuntar a los esfuerzos de otras instituciones, aunque debemos recuperar nuestra capacidad de inversión, afirmó Reuben Soto.
Otros docentes de la UCR que han recibido el premio Magón son la historiadora Hilda Chen Apuy en el 2003 y el músico Benjamín Gutiérrez en el 2000.