Autoridades reconocen carencias de recursos e intereses comerciales.
Automóviles inservibles del SINART pueden observarse cerca del edificio.
La pobreza cualitativa de la programación y un supuesto mal uso de frecuencias, son las críticas que ha recibido recientemente el Sistema Nacional de Radio y Televisión Cultural (SINART).
De manera específica, Oscar Aguilar Bulgarelli, exdirector de la institución, denunció esas faltas en un artículo publicado en UNIVERSIDAD, en la edición No. 1603, donde señaló que «… el SINART tiene fuera de servicio desde hace varios meses, sus transmisores en los canales 8 y 10, que cubren las zonas Norte y Sur del país y Radio Nacional su transmisor de 10 KW en AM». Dicho sistema está integrado por el Canal 13, Radio Nacional y la revista Contrapunto.
Al respecto Fernando Vargas, representante de los trabajadores en el Consejo Ejecutivo del SINART, negó tal afirmación, aunque reconoció que días atrás hubo un problema con los transmisores.
«La institución aún trata de pagar las deudas que dejó don Óscar, por lo que lo considero la persona con menor capacidad moral para criticar al SINART», sentenció Vargas.
 
 
Al ser confrontado con las declaraciones del sindicalista, Aguilar Bulgarelli las refutó. » Yo busco el canal 8 y el 10 desde mi casa y eso es falso. Es una barbaridad que el presidente del sindicato le mienta al país».
«Para ser franco, sé que a raíz de mi artículo hubo una convocatoria urgente a los técnicos, para que pusieran a andar el canal 10 el sábado pasado,» agregó.
Sin embargo, el Presidente del Consejo Ejecutivo del Sistema,  Belisario Solano, fue categórico al señalar que las frecuencias no están en abandono, aunque se dan problemas con los transmisores.
En este punto, Vargas, quien preside la seccional de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP), reconoció que en Guanacaste funciona la frecuencia más débil de 1 KW, encadenada a la transmisión de FM.

ADMINISTRACIÓN EN LA MIRA

A parte de los señalamientos hechos por Aguilar Bulgarelli, otros sectores han manifestado disconformidad en la gestión del exdiputado Belisario Solano.
Greivin Moya, quien dirigió el noticiario de Canal 13 hasta diciembre pasado, expresó que «para que el canal funcione como un medio de comunicación alternativo, en beneficio de la sociedad y que sea diferente a los medios comerciales, debe estar fuera del resorte del control político».
En su opinión, el hecho de que el SINART trabaje en función del Estado, no significa que deba promocionar las campañas de Casa Presidencial.
Consultado sobre este punto, Solano consideró que su puesto es político porque la ley así lo definió: «es conveniente que sea un puesto político por tratarse de medios estatales, además la línea de acción la define el Consejo de Gobierno».
Sin embargo, el funcionario recordó que en Canal 13 se han hecho programas «muy rudos» sobre la contaminación, entre otros temas. Además, «se transmiten programas como La hora de la libertad, que es de ultraderecha, o Diálogo Social, que es de ultraizquierda, y nunca les hemos dicho qué decir».
Fernando Vargas fue tajante al señalar que «desde que el señor Belisario Solano inició su gestión, se arrogó atribuciones que no le corresponden, como asumir de hecho las funciones del Director General de la institución».
Añadió que se dan casos de persecución y citó su propia experiencia, pues se le rebajó de puesto: «de ser productor del noticiero RTN, pasé a realizador, lo cual es una baja de categoría sin justificación».
El sindicalista sostiene que lo anterior se dio como represalia al hecho de que ANEP solicitó la separación de Solano de su cargo, dados los cuestionamientos hechos en un diario sobre dineros manejados por Solano para un proyecto del MOPT .
Recordó que «la honorabilidad cuestionada de Solano afecta la imagen de toda la institución».
Solano se defendió al aducir que no se ocupa en absoluta de la parte interna de la institución y que respeta las funciones que le son propias al Director General.
Vargas también acusó a Solano de «aprovecharse de la institución para hacerse imagen». Citó como ejemplo de ello el hecho de que desde que asumió la dirección, el programa El abogado en su casa,(donde él participa)  cambió el horario de 10 p.m. al estelar de 8 p.m.
Al respecto, Solano adujo que ello obedece al establecimiento de una franja dirigida a la familia, la cual se definió entre las 8 p.m. y as 9 p.m.

METÁSTASIS

El actual Presidente del Consejo Ejecutivo del SINART ocupa su cargo desde el 1º de mayo del año anterior. Según manifestó Solano, al llegar a la institución su primera tarea consistió en realizar un diagnóstico: «Encontré una metástasis, tanto en lo financiero como en la producción».
Recordó que aunque la ley que creó el SINART S.A. obliga a las instituciones públicas a pautar el 10% de su publicidad con el sistema, «muchas no pagan y las que lo hacen pautan alrededor de un 8.3%»
Sobre esa misma ley, Solano opinó que se trata de un «ornitorrinco jurídico, pues debería tratarse de una empresa pública pero sin los controles de la Autoridad Presupuestaria, establecidos en el artículo 22 de la ley».
A propósito de las críticas por el contenido de los espacios, Solano reconoció que muchos programas, como el mismo Abogado en su casa, parecen radio por televisión, situación que justificó en la falta de capacidad productiva.
En ese sentido, Vargas puntualizó que se cuenta con una sola cámara portátil y otra móvil para la realización de todos los programas.
Solano explicó que la programación gira en torno a cuatro ejes temáticos: cultura, educación, ambiente y ciencia y tecnología, al tiempo que admitió la carencia de espacios dirigidos a la juventud. Mostró a UNIVERSIDAD una propuesta de cambio para los meses próximos, donde tendrá «mucho peso la televisión cultural.»
Sin embargo, al analizar el documento se constató que se califican como culturales programas como Teleclub, la Santa Misa, Titulares Deportivos y la Rueda de la Fortuna.
Sobre el futuro de la institución, Solano manifestó que solicitó al Consejo de Gobierno una inyección de recursos por ¢3 mil millones.
Explicó que ese aporte se destinaría a la modernización tecnológica, tanto del equipo productivo como el de transmisión.
Sin embargo, estimó que de no recibirse ese monto, prevé «un panorama muy crítico para el segundo semestre del año».
Mostró además preocupación por los intereses privados que puedan esconderse en la inutilización del SINART. «Para nadie es un secreto que grandes y poderosos intereses desean hacerse de las frecuencias de Canal 13. Se trata de grupos empresariales importantes que han establecido alianzas con conglomerados mexicanos para establecer una red de medios», puntualizó.