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Mujeres exigen su derecho a decidir sobre el aborto

Myriam Aldana, representante de la Red Latinoamericana Católicas por el Derecho a Decidir planteó que la despenalización del aborto es humanizar la maternidad.

Myriam Aldana, representante de la Red Latinoamericana Católicas por el Derecho a Decidir planteó que la despenalización del aborto es humanizar la maternidad.
Que toda mujer pueda decidir si desea interrumpir su embarazo o continuarlo, es la causa que reunió la semana pasada en Costa Rica a un grupo de mujeres que exigen la despenalización del aborto.

La reunión fue dirigida por el Centro de Investigación en Estudios de la Mujer (CIEM) de la Universidad de Costa Rica, que realizó un taller el 29 de setiembre y un foro sobre el derecho a decidir la interrupción voluntaria del embarazo.

Las actividades se realizaron en conmemoración del 28 de setiembre, Día Internacional de la Despenalización del Aborto. Virginia Vargas, representante de la organización Colectivas por el Derecho a Decidir, aclaró que se trata de una fecha extraoficial, pero reconocida por sectores de la sociedad civil.

«No somos abortistas, como nos dicen, somos promotoras del debate crítico», dijo Vargas.

Quienes asistieron a ambas actividades apoyaron la iniciativa planteada de exigir la despenalización al aborto.
 



INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA



El aborto es un tema que toca todas las fibras del ser humano, desde la concepción de la vida y el significado de nuestro cuerpo, hasta las políticas internacionales, comentó Myriam Aldana, representante de la Red Latinoamericana de Católicas por el Derecho a Decidir.

Quienes defienden la despenalización buscan que las mujeres puedan decidir sobre su  vida. «La interrupción voluntaria del embarazo es un derecho sexual y reproductivo», dijo Margarita Salas de la organización costarricense Colectiva por el Derecho a Decidir.

Tanto para Salas como para Aldana, el Estado debe garantizar todas las condiciones para tener acceso al derecho de elegir.

Colectiva por el Derecho a Decidir considera que Costa Rica, por su tradición democrática y pluralista, es un país con la madurez social necesaria para abrir este diálogo.

«Nosotras confiamos en la capacidad que tienen las mujeres para tomar decisiones responsables» manifestó Aldana. Basándose en este principio, rechaza que la interrupción del embarazo se convierta en un método anticonceptivo, pues abortar es una dura elección.

Según ella, estaría en desacuerdo con una futura madre que tenga todas las condiciones para criar a su hijo y decida abortar, sin embargo, asegura que debe respetarla.



«A FAVOR DE LA VIDA»



La enfermera obstétrica, Griselda Ugalde, comentó que el aborto es la cuarta causa de mortalidad materna, pues su penalización promueve operaciones clandestinas de alto riesgo.

«Estamos a favor de la vida, porque es salvar a quienes se realizan abortos en condiciones insalubres» dijo Salas.

Para estas mujeres, existe una diferencia entre la vida de la madre y la del feto. Éste es una vida en potencia y por tanto tiene valor, pero la mujer tiene más valor porque en ella existe todo un desarrollo humano.

Las expositoras desean evitar la persecución de las mujeres y defender sus derechos humanos, los cuales, según la representante de Colectivas por el Derecho a Decidir, son violentados cuando se imponen embarazos indeseados.



ABORTO Y RELIGIÓN



Católicas por el Derecho a Decidir legitiman posiciones diversas dentro de la religión católica con argumentos válidos que, según Aldana, la jerarquía de la Iglesia esconde.

«Están ocultando principios de la tradición de la Iglesia Católica como la Ley del Probabilismo (donde hay duda hay libertad)». Basándose en esta ley religiosa Aldana afirmó que es indebido que la iglesia haga un dogma de fe, si aún falta un consenso del inicio de la vida.

El padre Glemn Gómez, director de prensa de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, expresó que en nuestros días la Iglesia es provida. Desde su posición, la vida humana es inviolable y la defienden desde su concepción.

Aldana afirmó que como católicas pueden cuestionar a la Iglesia y diferir de las interpretaciones que los sacerdotes hacen.

«Algunos padres y obispos no nos consideran católicas pero no pueden tomar ninguna medida porque estamos dentro de la norma de fe» añadió.

Gómez manifestó que cualquier grupo que se haga llamar católico debe apegarse totalmente a las enseñanzas de la Iglesia. «Este grupo (Católicas por el Derecho a Decidir) se aparta de la sana y legítima doctrina de la Iglesia», argumentó.

Para Salas, es contrario a la tradición de un país, que exhorta la libertad de culto, cerrar una discusión porque toma como referente único a la religión católica.

«Hay pluralidad de posiciones dentro de la Iglesia Católica y variedad de religiones en Costa Rica. Tenemos derecho a una decisión basada en algo más que en una posición moral religiosa específica» opinó.

La Conferencia Episcopal asegura que los términos «interrupción voluntaria del embarazo», «derecho a decidir» o «derecho a la salud reproductiva», son empleados por defensores del aborto en un intento de cubrir la naturaleza criminal. Insistieron en que  «ninguno de estos engaños del lenguaje oculta que el aborto es un infanticidio».

Católicas por el derecho a decidir
Mónica Morales Moya

[email protected]



Myriam Aldana fundadora en Brasil de la organización Católicas por el Derecho a Decidir comentó a UNIVERSIDAD sobre la interrupción del embarazo como un derecho en el marco de la religión católica.



¿Cómo interfiere la religión en la vida sexual y reproductiva?

La Iglesia ve la sexualidad como algo sucio e inmoral y siempre vinculada a la reproducción, negando todo el placer que implica. La iglesia interfiere de muchas y variadas maneras en las políticas públicas de los estados a través de posiciones doctrinales.



¿Cuál es el objetivo de la organización Católicas por el derecho a decidir?

Queremos la despenalización del aborto, sin embargo, nadie esta a favor de la interrupción del embarazo.

Obtener el derecho a decidir es la posibilidad de reconocer que las personas podemos tomar decisiones éticas en nuestra vida reproductiva.

Esto es un imperativo de respeto a la mujer y su dignidad, ya que tendrá derecho a decidir sobre su cuerpo y su existencia.

Despenalizar significa dejar la decisión en las manos de la mujer como la persona afectada. Es amoral que el Estado o la religión decida sobre mi vida. Un Estado es ético y humano si da las condiciones para que las mujeres puedan ejercer este derecho.



¿Qué implicaciones tendría el decidir sobre el aborto?

La posibilidad de analizar las opciones y tomar una decisión es humanizar el proceso «procreativo», pues la mujer elige si realmente quiere tener un hijo.

Considerar que las mujeres deben concebir porque es biológica o genéticamente posible es deshumanizar la maternidad.

Sería grave tomar el aborto como un método contraceptivo. Debemos evitar la posición fría de afirmar que el feto no tiene ningún valor.



¿Cómo se puede evitar que el aborto se use como método anticonceptivo?

Necesitamos una educación sexual, una transformación de las relaciones en las cuales la mujer deje de ser objeto. Hay que reflexionar sobre la violencia existente y repensar la concepción de la sexualidad.

Debemos educar sobre la vida sexual para que realmente hayan posiciones éticas. El aborto es una cosa dolorosa, es una decisión difícil, afecta la vida de las mujeres, por eso nadie quiere el aborto.



¿Hasta que límite se apoya el derecho a decidir libremente?

Desde la posición de Católicas por el Derecho a Decidir no se pueden establecer límites, nadie vive la vida por otro, cada uno es dueño de su vida.

Si alguien quiere abortar aunque tenga todas las condiciones de tener al hijo, yo estaría en desacuerdo con esa persona, pero ella tiene el derecho a decidir y debo respetarla. Además yo no creo que todas la mujeres quieran tomar esa decisión, yo creo que las que optan por el aborto es porque están en una situación difícil.

  • Mónica Morales Moya
  • Universitarias
Violence
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