Las  reiteradas y sabrosas  goleadas que en estos días e históricamente  le hemos a dado a los equipos de Centroamérica nos pueden servir  como un  símil válido y comprobado  con la situación que los «países hermanos» del área tienen con respecto a la prestación de los servicios públicos de telecomunicaciones,electricidad y acueductos y en general con el suministro de los servicios  estatales de salud,educación y justicia, para con base en  esta  realidad irrefutable rechazar la asesoría que supuestos expertos en telecomunicaciones de Guatemala y El Salvador «bondadosa y altruistamente» vinieron a darnos la semana pasada según invitación o propuesta de la ANFE y la AMCHAM, según nos lo informaron los medios de comunicación.
Siendo de sobra conocida la tradicional e injustificada   animadversión que en todo Centroamérica sienten hacia nosotros  tanto en el terreno deportivo y político como en cualquier otro campo, durante nuestra prolongada carrera de servicio público siempre fuimos cuidadosos y respetuosos hacia esos países y sus representantes cuando tuvimos que acudir a reuniones o actividades técnicas con ellos, no atreviéndonos nunca  a darles consejos  a pesar de la  larga y exitosa experiencia en el suministro y regulación de los servicios públicos ya citados de nuestro país.
Ante la evidencia de índices de cobertura y tarifarios sumamente favorables como son: 98% de electrificación, 90 en telefonía, 97% en acueductos en contraste  con los  muy bajos de ellos y de muchos países de Latinoamérica, resultan no sólo inoportunos sino inaceptables los consejos de quienes partiendo de muy bajos índices de cobertura han tenido que privatizar sus principales instituciones para lograr algún avance en  sus indicadores son todavía muy inferiores a los nuestros.  Aunque tal avance  ha tenido un muy alto y hasta exagerado  costo tarifario  y por lo tanto ,ha estado   fuera del alcance de la  población de menores recursos y de los sectores rurales.
 
Ya durante el trámite del tristemente célebre  Combo, tuvimos parecidas y numerosas   visitas y consejos tanto de los «expertos» de los  vecinos países  sino de varios países de Suramérica, sin contar con los tradicionales consultores de los bancos y organizaciones multinacionales-Banco Mundial, BID,etc, por supuesto con oneroso cargo a los préstamos o donaciones  que tales instituciones hicieron para nuestro desarrollo Tanto las  estadísticas internacionales como los  mismos expertos ya citados han reconocido   el exitoso desempeño del país en general y del  ICE en particular en la cobertura universal y a precios accesibles a todos los habitantes  de los servicios públicos esenciales.  Pero ello no quiere que debamos dormirnos en nuestros laureles y seguir repitiendo y soñando con la glorias pasadas,  por el contrario debemos aceptar que  independientemente de que  estemos de acuerdo o no  el TLC es una realidad, lo mismo que la globalización de las economías  y el vertiginoso avance tecnológico  de las telecomunicaciones, debemos introducir indispensables transformaciones sectoriales e institucionales que nos permitan y garanticen nuestra inserción exitosa en el mundo del futuro.
Por ello  ante la  inminente vigencia del mencionado tratado comercial con los Estados Unidos, obligatoriamente deberían tramitarse  y aprobarse las medidas que en él se  incluyeron tanto para el necesario  mejoramiento  y fortalecimiento del ICE como para la definición y regulación del sector de las telecomunicaciones.
Nosotros los costarricenses somos los únicos dueños de nuestro futuro y no deben ser quienes nunca han sido nuestros amigos ni conocen ni les importan las necesidades y realidad nacionales los que vengan a  darnos consejos ni convencernos de adoptar medidas o políticas que según la    experiencia tampoco han sido exitosos en sus respectivos países.