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>Costa Rica está entre los países de América Latina que tienen peor desempeño en secundaria.
La población estudiantil de las zonas urbanas tiene mayores posibilidades de ingreso a la universidad que quienes proceden de las rurales.
Un 15% de la población joven que pertenece al estrato social más pobre del país, solo logra completar tres años de la educación básica, por lo que pertenece al estrato que se denomina personas analfabetas funcionales.
Así lo dio a conocer el investigador Juan Diego Trejos Solórzano, del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica, durante una conferencia sobre la educación básica y la demanda por servicios de educación universitaria.
Aseguró que el acceso a la educación ha mejorado en el tiempo, en todos los niveles educativos y todas las edades (de 5 a 24 años), pero se mantienen grandes diferencias entre los estratos sociales y por áreas geográficas.
A los cinco años ingresan al sistema educativo el 65% del 20% de la población infantil más rica, pero solo un poco más del 40% de la más pobre. La curva de esta última empieza a descender a los 10.5 años y ya a los 18 años solo un 30% de la población asiste al sistema educativo. Mientras que la del 20% más rico inicia el descenso a los 12 y a los 18 se mantiene en el sistema educativo casi un 70%.
Trejos presentó tasas de deserción de la población joven de 16 a 18 años por estrato social, zona geográfica y sexo, la que incluye los años 1989, 1994, 1999 y el 2003, en la cual se puede observar como ésta ha variado. En promedio para todo el país esta fue del 59% para el primer año, 49% para el segundo, 42% para el tercero y 34% para el último.
Del 25% más pobres, entre los 16 y 18 en años en 1989 desertaron un 72%, que luego pasó a un 59%, un 56% y un 46%, respectivamente; mientras que en el 25% más rico la deserción bajó de un 38%, a un 31%, luego un 19% y para el 2003 fue del 12%.
Para su estudio, Trejos divide a la población en cuatro estratos sociales; en el segundo la deserción se mantiene muy cercana al primero y en el tercero es un poco más reducida, pero aún con una diferencia muy marcada respecto a la población más ricos.
Asegura que a través de los años se ha agrandado la brecha entre la gente más pobre y la más rica, la cual pasó de 1.9% en 1994, a 2.9% en 1999 y a 4% en el 2003.
Aseguró que solo un 75% de la población del país logra terminar la secundaria, porcentaje que en la zona rural es del 20%, pero incluye solo a un 5% de quienes son pobres.
Manifestó que todo esto configura el perfil de la demanda que enfrentan las universidades, la cual está sesgada hacia las personas de mayores ingresos, situación que no ha variado significativamente en los últimos 15 años.
Las probabilidades de ingreso a la universidad para la población pobre es de un 50%, mientras para las más ricas es del 60 % y 70%, lo cual está asociado a la capacidad económica, la calidad de la educación en las zonas de menos recursos y al sistema de selección de estudiantes, entre otros.
DESERCIÓN EN PRIMARIA
Para Trejos, la deserción ha ido en descenso a través de los años, pero permanece centrada en la escuela, donde un 25% renuncia al inicio del ciclo de primaria, mientras más del 55% lo hace al terminar este. Enfatizó que «a los once años la gente debería estar terminando la primaria, pero ya un 10% viene rezagada».
Respecto a la secundaria, informó que en 1994 el 10% de la población con edad para estar en el colegio, desertaba al inicio del ciclo de secundaria, pero para el 2003 este porcentaje subió al 15%. Mientras que un 60% de colegiales tenía algún rezago.
También se determinó que los varones desertan más que las mujeres del sistema educativo.
Para el 2004 de la población joven que ya había salido de la educación básica, un 40% logró completar los 11 años de ésta, porcentaje que en décadas anteriores era de un 30%, por lo que se ha obtenido un logro, el cual se asocia con las tasas de deserción y asistencia.
Planteó que Costa Rica está entre los países de América Latina que tienen el peor desempeño en secundaria, precedido por Venezuela y Brasil. Los que tienen mejor desempeño son Barbados y Jamaica con un porcentaje casi del doble que nuestro país, pese a que tiene un ingreso per cápita mucho menor.
Sin embargo, en la educación terciaria (para universitaria y universitaria) quienes están mejor son Argentina, Nicaragua y Perú. Los que están peor son Trinidad y Tobago, Belice y Brasil.
ASISTENCIA ES VITAL
Trejos afirma que la traba mayor para acceder a la universidad es el fracaso en completar la secundaria. La tasa de asistencia del quintil más pobre del país es del 50% mientras la del más rico es del 72%.
También se da una menor demanda en las zonas rurales periféricas, donde el año pasado un 71% de la población de 18 a 24 años de edad no asistía a las universidades porque desertó de la secundaria y un 20% porque se quedó rezagado.
Si se ven las cifras por sexo se tiene que a los 24 años un 30% de las mujeres asisten al sistema educativo, mientras que solo lo hace un 25% de los varones.
En cuanto a la asistencia por zona geográfica, dijo que esta es mayor en la región central urbana que en la rural, pero en ambas empieza a descender a los once años, aunque en la rural lo hace más aceleradamente.
Para el 2004 la tasa de asistencia en preescolar fue de poco más del 90%, mientras en primaria casi del 100%, porcentaje en el que la población infantil se mantiene hasta los once años (cuando deberían estar en sexto grado); pero a partir de ahí la curva empieza a descender y continúa así en secundaria y la educación superior. A los 24 años un poco más del 10% de la población continúa en el sistema educativo.
Sin embargo, aclara que la asistencia no implica rendimiento y ofrece la tasa de ésta para el año 2004, la cual en el grupo de 5 años fue del 50%, llegó casi al 100% en el grupo de 7 años y se mantuvo así hasta los 11 años, cuando la curva inicia su descenso.
LOGRO EDUCATIVO
Respecto al logro educativo, obtenido para el 2004 por la población joven de 20 y 24 años, dijo que un 98% tenía el primer nivel, cuya cifra es igual a la de 1990; un 90% completó la primaria; y un 60% logró pasar el séptimo año, porcentaje que en el 90 era del 50%.
Agregó que solo un 40% logró completar los 11 años de educación básica, porcentaje que era del 30% en 1990, mientras que un 25% de esa población contaba con un nivel más aprobado, que en el 90 era del 15%.
El anterior es el promedio del país, pero si se ve por estratos sociales las cifras cambian mucho. También hay diferencias en el logro educativo por zona de residencia, pues para quienes viven en la zona urbana estos son mayores que para quienes pertenece a la rural (ver cuadro).
En cambio por sexo las diferencias no son tan grandes, aunque las mujeres tienen un mayor logro, el cual en el nivel 12 fue de 29%, mientras para los varones alcanzó un 21%.
INGRESO A LA UNIVERSIDAD
Para Trejos, «persiste un desempeño muy limitado de la educación básica, particularmente la secundaria, debilidad que afecta la competitividad del país y genera una demanda por servicios educativos universitarios muy sesgada hacia los estratos y zonas de mayores ingresos».
Agregó que un 45% de estudiantes que ingresan a la UCR pertenecen al 20% de las familias más ricas del país, mientras que quienes proceden de las familias más pobres lograron pasar del 3% al 4%.
En cuanto a la población joven que no está matriculada en la universidad, dijo que el 70% pertenece al quintil más pobre de la población, quienes han sido expulsados por el sistema educativo.
Trejos considera que mejorar la equidad distributiva y geográfica en el acceso a las universidades públicas significa fortalecer el desempeño de la educación secundaria y establecer apoyos para quienes proceden de los estratos y zonas de menor desarrollo, a fin de contrarrestar sus desventajas de partida.
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