Costa Rica fue la sede de encuentro numismático internacional.
Tres exposiciones simultáneas presentan diferentes aspectos de la historia costarricens
Para los amantes de la numismática nacional es este uno de los momentos ideales para observar monedas, billetes, sellos, boletos de café y documentos relacionados con el mundo de los medios de pago.

Estas exhibiciones se inauguraron en el marco de la XII Reunión Mundial del Comité Internacional de Museos Monetarios Bancarios (ICOMON), que reunió en el país a 40 expertos de 27 países.  Desde el 31 de octubre hasta el 3 de noviembre pasado los expositores compartieron las experiencias de sus países de origen.

En las ponencias se examinaron temas como la «Historia de los retratos en el papel moneda en Japón», expuesto por Takashi Uemura ; y  «Oro y plata de América Latina encontrados en el corazón de Europa», a cargo de Hortensia von Roten.

Ayesha Ghanchi, representante de Inglaterra, habló sobre «Promoviendo el diálogo: Cómo el estudio de la numismática puede tratar temas de identidad nacional y religiosa»; el ecuatoriano Carlos Irza expuso sobre «Lo lúdico en los museos» y el sueco Ian Wiséhn analizó el  tópico «¿Tienen futuro los museos de la moneda?».

Al finalizar el encuentro recorrieron el Museo de Numismática, parte de los Museos del Banco Central de Costa Rica.  La organización convocante presentó un proyecto de investigación internacional denominado «Monedas de oro 1252-1535:  Monedas de oro italianas y sus imitaciones en el mundo». La próxima cita se realizará el próximo año en Alemania.



MONEDAS CON MEMORIA



Desde el 1 de noviembre se puede visitar en el Museo Nacional «Monedas que cuentan historias», que reúne 260 monedas, billetes, boletos y objetos de las colecciones propias y otras del Banco Nacional de Costa Rica, que datan de 1828 a 1949.  Algunas se exponen por primera vez, y la «estrella» de la selección es una moneda de 1788.

La muestra incluye 120 monedas acuñadas en oro y plata, algunas de la época cuando Costa Rica era parte de la República Federal Centroamericana y continúan hasta el establecimiento del colón como moneda oficial en 1896.  El billete más antiguo de los 82 que se pueden apreciar en «Monedas que cuentan historias» es uno emitido por el desaparecido Banco Anglo Costarricense en 1863.  Boletos de café de la década del siglo XIX y una prensa utilizada para imprimir sellos blancos complementan la exposición.  Estará abierta al público hasta 31 de mayo del 2006.

Otra de las opciones para recorrer algunos pasillos de la historia costarricense es el nuevo guión del Museo de Numismática: «Del real al colón: historia de la moneda en Costa Rica»,  en el cual es posible observar la colección más amplia de este tipo en el país.  El recorrido lleva al espectador de 1502 hasta el presente y se complementa con un guión educativo que relaciona la evolución de los medios de pago con aspectos de la vida cotidiana de la población costarricense.

A diferencia de guiones anteriores, éste ofrece una propuesta temática que acerca al visitante a la historia detrás de las monedas y billetes mediante anécdotas con personajes ficticios ambientados en distintas épocas y datos curiosos, explicó Vivian Solano, encargada del área educativa de los Museos del Banco Central.

«Nuestro deseo es que aquellas personas que nos visiten puedan conocer los datos históricos y de la investigación realizada, una aproximación muy acertada de cómo se desarrollaron los medios de cambio y sus implicaciones en la vida del país», agregó el curador Manuel Chacón.

El Museo de Numismática está ubicado en los bajos de la Plaza de la Cultura, abre sus puertas de 9:30 a.m. a 4:30 p.m. y la entrada tiene un costo de ¢1000; los miércoles y los primeros domingos de cada mes es gratuita.



HISTORIA CON SENTIDOS



En el Museo de Formas, Espacios y Sonidos (MUFES) se produjo un montaje multisensorial sobre boletos reales de café, dirigido especialmente a escolares  y personas con discapacidad.  Está ambientado con plantas y canastos que contienen café en grano y molido para que mediante los sentidos pueda vivirse las texturas y aromas de este producto.

Los boletos de café fueron un medio de pago privado, con el que los hacendados pagaban a sus trabajadores y ellos los cambiaban en los comercio de los pueblos cercanos.  Algunas haciendas acuñaban los propios y otros adquirían los fabricados fuera del país y los perforaban con marcas que los diferenciaban de otras fincas.

El guión del MUFES se complementará con otro didáctico para visitas guiadas.  Estará en exhibición hasta marzo del 2006 .  El museo ocupa las antiguas instalaciones de la estación del ferrocarril al Atlántico, cerca del Parque Nacional.