“Silent leges inter fratres” quiere decir que deben de haber buenas costumbres y buenas leyes entre hermanos. Que interesante analizar ahora las nuevas obras en Norteamérica, en aquel increíble emporio económico, donde autores como el Dr. Nocera coinciden con toda una obra nuestra, al respecto de la adicción de la clase media norteamericana (y costarricense ) al consumerismo.
Parece que Nocera describe el fenómeno en detalle. Ya antes científicos e intelectuales también norteamericanos habían hablado del fenómeno de por qué “aun más no basta” (Why more is not enough). Yo pregunto que procesos de adicción al consumerismo azotan las poblaciones ticas y norteamericanas, sino es la falta de un capitalismo responsable ante una población humana. El “Hombre Consumerista” no es un el hombre de los evangelios. Es la víctima de un falso profeta que llevó a sus ovejas a un despeñadero. De un mercenario que en vez de proteger sus ovejas, permitió que el lobo hambriento las consumiera.
Este falso profeta lo tenemos que encontrar en el capitalismo no regulado que genera el estado económico crediticio. La no regulación o el planteo económico de “ laissez faire” ( dejad hacer, dejad pasar), viene desde finales  del siglo 19 francés. Muy distinto es el presidente actual de Francia,   que declara según reporte del Economist de hoy lunes 20 en la Nación, que el estado no regulado del lassez faire ha muerto. Y es que en forma no regulada pareciera ser que el capitalismo genera la irresponsabilidad de la economía crediticia, que fomenta el hiperconsumerismo.
Por ende me acaba de llamar un banco privado (sin que yo lo solicitara) para ofrecerme un préstamo de un millón y pico de colones. Y eso en media crisis económica. Lo rechacé. Noté que se ofrecen estos préstamos antes de días de gran consumo como el día de la Madre, la Semana Santa y las Navidades.
Es un Halloween aterrorizante de la irresponsabilidad. Un cuento gótico de horror. En media crisis financiera mundial y nacional, están ofreciendo préstamos crediticios no solicitados. Hace 25 años era lo mismo en Estados Unidos. Enviaban tarjetas de crédito por el correo, a la clase media sin que estos la solicitasen.
La problemática es que la economía crediticia y la privatización tanto bancaria como de las instituciones solidarias  creadas anteriormente por el estado social demócrata y social cristiano, producen desregulación extrema. Reproducen los sistemas de responsabilidad de gasto y crédito de la clase media. Han convertido a nuestras clases medias en adictas al consumo. Incluso postulo que sufren de un síndrome de abstinencia, cuando no les dan crédito para las Navidades u otras fiestas del jolgorio crediticio. Me pregunto que moralidad  existe en una economía crediticia que fomenta adicciones algo similares al narcotráfico, aunque de cuello blanco y de corbata. El crédito para mantener el jolgorio macabro y artificial de Costa Rica (y de los Estados Unidos) no solamente daña al capitalismo productor de verdadera riqueza, sino que  establece un público con malas costumbres de gasto personal y una superficialidad absurda y de muy mal gusto en materia vacacional. No encuentro muchos miembros de la clase media (ni se diga las demás clases enriquecidas) durante una Semana Santa en la ciudad. La propaganda ha instalado en el pobre costarricense, la falsa noción de que el tiempo vacacional (time off) es un tiempo de no estrés (stress off). Esto es totalmente erróneo.
La investigación sobre problemas cardiovasculares, hipertensión y otros índices del estrés, indican que el no trabajo es tan peligroso como el trabajo excesivo para producir el estrés cardiovascular. El estrés  resulta de una enfermedad adquirida por horarios específicos de estresamiento, no es una sobregira de carga laboral. Esto es parte de la mentira para vender el jolgorio vacacional de un sistema crediticio amoral. El crédito para el pobre tico y el inocente costarricense, actúan como una droga, que los hunde cada vez más en el endeudamiento. ¿Que si las crediticias en Costa Rica hacen lo mismo que en los Estados Unidos y aceptan en gran escala las hipotecas bancarias de los hogares para pagar las cuentas de los endeudados? ¿Y que si también manipulan los  intereses de dichas hipotecas y préstamos y los suben?
De un momento a otro, la banca crediticia se adueña de las viviendas de la clase media costarricense. El tico de clase media quedaría sin hogar. Se convierte en un miembro de un nuevo tipo de tugurio. Yo personalmente espero que el Vaticano se pronuncie sobre eso en el futuro, pues la quiebra en la banca internacional es casi análoga a Dios repitiendo sus palabras bíblicas en Génesis a un Caín maldito “la sangre de tu hermano clama a Mí en el Cielo, desde la Tierra”.
Ojalá que pronto la Conferencia Episcopal de Costa Rica hable sobre esto. Sospecho que el presente papado, lo va a hacer, pues la quiebra internacional obedece condiciones inmorales de una economía despiadada. El libro de Isaías así como los Evangelios parecen proclamar a una, que Dios ama al hombre y el hombre debe amar a Dios y a su prójimo como a si mismo. Todos los textos sagrados de la humanidad, entonan desde la antigüedad, el mismo himno del corazón.