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Con el fin de colaborar en la segunda etapa de atención de la emergencia en la zona afectada por el terremoto de Cinchona, doce especialistas de la Escuela de Nutrición y de la Finca Experimental de Fraijanes de la Universidad de Costa Rica, realizan un diagnóstico de necesidades en el caserío Villa Santa Fe.
Este caserío, cercano a la finca de la UCR en Fraijanes, alberga a cerca de 200 personas pertenecientes a 46 familias que viven en extrema pobreza y está construido en tres terrazas de tierra que corren el riesgo de derrumbarse en el período de lluvias como consecuencia del movimiento de tierra producido por el sismo.
Por esa razón, un grupo liderado por Jorge Morera Monge y Patricia Sedó Masís, realiza un estudio para conocer las necesidades reales de la comunidad y canalizarlas a las instancias gubernamentales correspondientes.
Desde que se suscitó la emergencia el pasado 8 de enero, las instalaciones de la Finca Experimental se convirtieron en un minicentro de acopio, en donde se distribuyeron más de 250 diarios, ropa y utensilios donados por la comunidad universitaria y se dio albergue temporal a tres familias vecinas que perdieron sus viviendas. Dada la magnitud de la situación, se decidió concentrar las acciones trabajando con un grupo en riesgo, con el fin de visualizar soluciones integrales.
ENTRADA A CLASES
Según lo detalló Jorge Morera, actualmente se coordina con mujeres cabeza de familia y líderes comunales con miras a suplir de zapatos, uniformes, libros y útiles a los niños, niñas y adolescentes del lugar, de cara al próximo curso lectivo. Para ello se conformó una base de datos con información sobre edades y tallas.
Además, se coordina con las vicerrectorías de Acción Social y de Vida Estudiantil para que, con intervención del Trabajo Comunal Universitario y el Servicio de voluntariado y de unidades académicas como Geología, Geografía y ciencias sociales, se desarrolle un diagnóstico que permita elevar a entidades públicas como DINADECO, el IMAS, la Comisión Nacional de Emergencia y el Ministerio de Vivienda, las necesidades reales de estas personas. “Como Universidad tenemos el reto fundamental de ayudar a estas personas a ordenar la información, para que la ayuda llegue de forma eficiente”, indicó Morera.
Entretanto, académicas de la Escuela de Nutrición están asesorando a estas personas sobre el uso adecuado de los alimentos que les donan, las condiciones en que deben almacenarse, cómo deben prepararse y cómo aprovechar los productos frescos que están a su alcance en la zona, para una mejor nutrición de la población infantil y adulta mayor en particular.Por su parte el personal de la Finca Experimental buscará la forma de apoyar a sus vecinos, para buscar formas de superar los problemas que experimentan sobre todo en la producción de fresas, plantas ornamentales y leche, golpeados duramente como consecuencia del terremoto.
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