En Costa Rica viven aproximadamente 12 000 personas refugiadas, alrededor de 10 000 fueron víctimas de los conflictos armados en Colombia.
Las personas refugiadas son aquellas que debieron huir de su país por ser perseguidos por su raza, religión, nacionalidad, opinión política o por pertenecer a determinado grupo social, el Estado costarricense otorga la condición de refugio a través de la Dirección General de Migración y Extranjería.
Aparte del desarraigo que sufren al abandonar sus países para salvar sus vidas, en nuestro país deben lidiar, entre otras cosas, con la xenofobia de nuestros compatriotas; esta se manifiesta a través de perjuicios o prácticas discriminatorias. Por su parte, los menores refugiados, los cuales son la cuarta parte de la población colombiana refugiada, reciben insultos verbales vinculados al tráfico de drogas, sicariato y guerrilla; y son particularmente criticados por su acento y dichos propios de su cultura.
Otra problemática que deben enfrentar se relaciona con el ámbito laboral de estas personas y la duración del proceso para la asignación del estatus de refugiado. Las personas en trámite de solicitud de refugio no pueden trabajar; por lo tanto pasarían todo ese tiempo sin tener un medio idóneo para subsistir, en la Asociación de Consultores y Asesores Internacionales (ACAI) se brinda una ayuda económica, pero esta no importa la cobertura de todos los gastos.
Luego, una vez otorgada la condición de refugiado, estos deben asimilar otro obstáculo más: si bien es cierto con el documento de refugio se concede permiso laboral, no es menos cierto que nuestra población no se encuentra familiarizada con este documento por lo que rechazan las solicitudes de trabajo. Por otro lado, la persona refugiada tiene un acceso muy limitado al crédito, pese a ser este un derecho confirmado por la Sala Constitucional en el 2005; esta población ha encontrado asidero en los créditos que les otorga el ACAI, ya sea para empezar su propio negocio, o para vivienda, entre otros.
Cuando una persona entra a nuestro país en busca del refugio, debemos entender que ellos vienen con un gran trauma por la situación vivida, el abandono a sus seres queridos; por si fuera poco cruzan fronteras sin dinero, por lo cual su subsistencia mientras se otorga el refugio se ve teñida de múltiples complicaciones. En nuestro medio, las personas no tienen claro qué es un refugiado; por lo general suelen vincularlos con la delincuencia, con guerrillas y narcotráfico. No obstante, los costarricenses debemos superar los miedos a las diferencias y los cambios, y aprender que la migración es una oportunidad para enriquecer la propia cultura.
Hago un llamado a la tolerancia. Quisiera que no olvidemos cuando estamos en presencia de refugiados que son personas que han sufrido situaciones traumáticas, y un gran desarraigo, que merecen respeto y admiración por la forma como luchan por poner sus vidas a salvo.
En nuestra Universidad existe un Trabajo Comunal Universitario 480 (TCU) que se denomina: “Fortalecimiento de la Protección de la Población  Refugiada y Migrante Vulnerable en Costa Rica”. Surge por la necesidad de acercar a los estudiantes a la realidad nacional e internacional, y de reducir al máximo la xenofobia de la cual son víctimas este grupo de personas. Con la iniciativa conjunta de la UCR y del ACNUR, se ha logrado integrar la dimensión académica con el servicio social a la comunidad refugiada y al país en general.
Con motivo de la celebración del Día Internacional del Refugiado, el 20 DE junio, los estudiantes del TCU UCR-ACNUR,  desarrollaron distintas actividades, entre ellas: apoyaron una feria de microempresarios refugiados organizada por el ACAI; una exposición de afiches en el edificio de Derecho; la presentación de un video elaborado por estudiantes del TCU. De igual forma el ACNUR y el Observatorio de Medios de Comunicación sobre población migrante y refugiada  programaron el cineforo “Refugiados, dos realidades distintas”; una exposición de fotos “A través de mis ojos mi vida en Costa Rica”;  y la entrega del mural sobre la vivencia de las personas refugiadas ubicado al costado norte de la Asamblea Legislativa, frente al Parque Nacional en San José.
El domingo 21 de junio la Carrera Internacional San Juan fue auspiciada por el ACNUR para visibilizar que las personas refugiadas corren por sus vidas y que debemos darles una oportunidad.