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Analistas políticos critican que la alta inversión del Gobierno en publicidad se decante a promover la imagen de Óscar Arias y Laura Chinchilla.
Un paralelismo entre las campañas publicitarias a favor del Gobierno y la candidata del Partido Liberación Nacional, Laura Chinchilla, puede representar una estrategia de comunicación que encubre la propaganda, aseguraron varios especialistas a UNIVERSIDAD.
En el mes de setiembre, la administración invirtió ¢60 millones, en 351 anuncios en diversos medios, según datos facilitados por la agencia MediaGurú (Ver nota aparte: “Gastos de promoción”).
CAMPAÑAS PROSELITISTAS
Aunque estos productos no solo son campañas publicitarias, sino informativas, como por ejemplo sobre normas de salud o informes de instituciones públicas, se han incrementando los anuncios a favor de la administración que está finalizando, al mismo tiempo que las agrupaciones se preparan para las próximas elecciones. La politóloga y especialista en comunicación política Gina Sibaja, dijo a UNIVERSIDAD que hay dos tipos de mensajes en estos casos: las campañas de información o educación y las que difunden los logros de un gobierno. Las últimas buscan generar una percepción de cumplimiento y legitimidad al cierre de la administración. Ahora, el ambiente muestra una estrategia de continuidad por parte del Poder Ejecutivo hacia la que fue la vicepresidenta y ahora candidata del partido oficialista, Laura Chinchilla. Dicha táctica es un posicionamiento poco usual, comentó Sibaja, porque generalmente se pretende diferenciar a los mandos del Gobierno de los aspirantes, aunque sean del mismo partido. De esa forma, Chinchilla se puede beneficiar de ese discernimiento positivo del Estado, sin invertir ningún monto, al sumar, promocionar, y visibilizar logros mediante la publicidad.Para la experta, es esencial que en los medios de comunicación, más que anuncios, exista pluralidad de enfoques, para que los y las habitantes construyan opinión a partir de diferentes fuentes, algo que en estos momentos no existe. Valoró como negativo que la ciudadanía está medianamente instruida, y que carece de una cultura política muy crítica, en momentos en que los partidos dejaron de ser canalizadores de demandas, para convertirse en máquinas electorales. Señaló que además de los comerciales, la difusión de logros se combina con el otorgamiento de recursos a parte de la población que no se habían dado en los años anteriores en el poder, como entrega de pensiones pendientes o construcción de infraestructura, beneficiando la percepción de la gestión saliente.“Si solo fuera publicidad, podría ser que la gente no se lo crea, pero es una combinación. Las personas perciben la política como algo que le resuelve lo cotidiano, son procesos de individualización: el candidato que más me solucione problemas es por quien voto”.Para el analista Francisco Barahona, la llegada de Laura Chinchilla al poder se ha convertido en una tarea para el Poder Ejecutivo.Arias, convertido “en el presidente con más poder en Costa Rica”, ha logrado ejercer influencia no solo en su área de trabajo, sino también en los poderes legislativo y judicial, disipando la independencia de los tres mandos. “Es fácilmente entendible tanta presencia de la imagen de Arias en las últimas semanas, ya que goza de buen prestigio, de acuerdo con las encuestas, y es para afianzar a su candidata”. El abogado y politólogo manifestó que las inversiones en publicidad son legales, pues fueron contempladas en el presupuesto nacional desde el año pasado y aprobadas por la Asamblea Legislativa, por lo que es válido pero reprensible. Aún así, añadió que la propaganda difundida es superficial y que podría resultar contraproducente, en caso de que la población más activa muestre una actitud crítica. Las personas, prosiguió, pueden amonestar o creer dicha publicidad, tomando en cuenta que ahora no es una campaña “del miedo”, como en el proceso del referendo del 2007, además de que muchos y muchas se muestran cansados por una estrategia que ya es común observar. En e-l bombardeo mediático, el uso primordial de la televisión y los signos externos dominarán el ambiente dentro de unas semanas, dando pie a esa propaganda. Para Barahona, esta técnica no es mala en sí, en tanto que no se desvirtúe al basarse en mentiras o falta de verdades. ESTRATEGIA DE TRADICIÓN
Mariela Castro, politóloga, afirmó que la propaganda política es tan clásica como el ciclo electoral, ya que en el último año suele dispararse la inversión en obra pública y su consecuente divulgación. En época de campaña electoral, mencionó que por más regulación que el Tribunal Supremo de Elecciones efectúe, si ese tipo de promoción se da a conocer, esta entidad puede hacer control solo de forma posterior, ya “cuando se realizó el daño”, y pese a que los medios están informados sobre la tregua electoral.Citó como muestra clara de esta táctica el referendo del 2007, al que calificó como el mayor ejemplo de involucramiento del gobierno y fraude mediático, “Estar en el poder permite un manejo importante de recursos y acceso a ciertos espacios que otros candidatos probablemente no tengan. La gente duda de que haya neutralidad del Gobierno saliente y que no se trate de influenciar. Promocionan igual a un jabón que un candidato, es ‘marketing’ político, vender un producto”. Otra de las medidas para ganar votos es buscar el apoyo de las clases sociales más desfavorecidas, sectores excluidos por esa misma política, y a la vez, los grupos más fáciles de persuadir o manipular a través de promesas.
“Injerencia es una realidad”
Mario Céspedes, integrante de la Red de Control Ciudadano, iniciativa que buscará velar por un adecuado accionar en el proceso electoral, consideró que hay una necesidad de que la población vigile la imparcialidad de las autoridades de Gobierno y funcionarios públicos en esa etapa. Reconoció que la injerencia del Poder Ejecutivo es una realidad, a través del uso de propaganda y recursos públicos de las instituciones. Subrayó que desde el presidente, pasando por los ministros y hasta los jerarcas, confunden la rendición de cuentas con la propaganda, que se observa en cadenas de televisión, por ejemplo.Desde la auditoría ciudadana, mencionó que se debe colocar atención a que las autoridades no vinculen obras sociales con condición de votos, ya que favorecería el clientelismo electoral.“La campaña ligará las acciones de gobierno con la candidatura del PLN, hay un desbalance de recursos colocados a favor de una visión de país y ofrecidos desde el gobierno y empresariado costarricense. La ciudadanía debe estar preparada, capacitada y organizada para vigilar, auditar y denunciar esos comportamientos”. Aunque aseveró que las personas no creen todo lo que se les dice, opinó que el bombardeo de información produce inequidad en el proceso electoral. Con la injerencia incluso de empresarios cercanos a las cúpulas, y anuncios publicitarios disfrazados de noticias en los medios comunicativos, se agravaría el escenario de desigualdad. Aunado a la situación, Céspedes reprochó la poca sensibilidad del TSE para escuchar, por tanto, además de producir argumentos para denunciar, se enfocarán en brindar sus informes a la misma población, con el fin de fomentar la educación política y modificar comportamientos electorales pasivos.Mira con escepticismo las reformas al Código Electoral, pues aseveró que dejaron en el camino los derechos humanos y se concentraron en los derechos políticos de los partidos e intereses del mismo TSE.
Gastos de promoción
En setiembre de este año, por parte de la presidencia y el Programa Avancemos se hizo un gasto de ¢60 millones, según datos de la agencia MediaGurú.De esa cantidad, ¢50 millones se dedicaron a anuncios de televisión y 10 de radio. En total, se presentaron 351 productos. Respecto de las inversiones de las instituciones del Estado, exceptuando banca y seguros, en agosto se dedicaron ¢956 millones, en julio ¢1013 y en junio ¢827.
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