Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Salió el libro: Nace un hijo espiritual del Padre Pío de Pietrelcina, (testimonio milagroso) fruto de la ya conocida pluma del exdiputado verdiblanco (entiéndase “arista”) y embajador costarricense ante el Vaticano: Fernando Sánchez C. quien el 29 de julio del 2007, sorprendió a tirios y troyanos, con el “memorando del miedo” que envió a su carnal Óscar Arias, entonces presidente…¡Caray! No cabe duda qu
e el Padre Pío es milagroso y que la Justicia Divina cumple el precepto de: “haz bien y no mires a quien”. Gracias a la oración del padre Corrales (La Aurora de Heredia) y una prenda del Padre Pío, los problemas renales de la esposa de Sánchez y el “padecimiento en el corazón” de su hijo, desaparecieron. ¡Gloria a Dios! Y desde aquel 23 de setiembre, este Padre de la Patria se desveló, largas y frías madrugadas, escribiendo su calvario; ¡vaya contraste!: en la misma computadora con que le tocó escribir, también de madrugada, su memorando de terror y vergüenza… ¡Pobre Fernando, y la gente creyendo que a algunos diputados no les dolía nada por carecer de sentimientos!
Grande es Dios que redime pecadores. Lástima que don Fernando no se sinceró con el pueblo, pues más de un pobre (herencia de su TLC) habría rezado por su causa, en vez de leer en su trasnochada cara de asambleísta, un inconfeso cargo de conciencia por su “memorando autorretrato”: cruel e inhumano atentado contra nuestra democracia y soberanía y miles de niños y niñas costarricenses, cuya esperanza en un futuro más libre y digno, se fue al canasto con su macabro aporte. Y mientras él sufría por su hijo, miles de costarricenses “morbosos”, creían que su conciencia le carcomía como rata sanguinaria, por el daño causado al pueblo. ¡Pobrecito!, ¿qué claridad para legislar dignamente o tiempo de arrepentirse y renunciar a su curul, podría tener una criatura tan acongojada? De verdad que “caras vemos” y que “las procesiones van por dentro”. Fíjese, señor Sánchez, lo injustos que son a veces los pueblos: todos pensaron que su designación como embajador ante el Vaticano era otra treta maquiavélica de su calculador primo Óscar, para lavarle su cara y ya ve, es parte del milagro del Padre Pío… ¡Ay, don Fernando!, pero usted ya está “encaminado”, se le ve en la cara. Claro ¿quién no va dormir mejor después de un milagro, rodeado de santos y lejos de la presión que como diputado le impusieron sus parientes ególatras y tiranos? Dios le concedió milagros en el campo de la salud, donde las medicinas (como la canasta básica) son inalcanzables para tantos ticos, ¿por qué no aprovecha para pedirle otros milagritos? Por ejemplo, que les quite la avaricia a sus insaciables primos y dejen que otros gobiernen y se echen unos cinquillos a la bolsa también, pues ni dineros ni famas se llevan a la tumba… Que a los diputados se les hinche el cerebro como un grano de café y legislen honestamente. Que la Sala Cuarta, “siempre tan juiciosa”, ordene a La Volpe (el zorro) hacernos campeones para que justifique su sueldillo. Que a Johnny le salga otra “chamba” y no se termine de petrificar en la muni. Que a Educación le salgan más ideas que pelos. Que la presidente comprenda que ser “firme y honesta” en función del pueblo, podría ser realidad con un milagro pedido de corazón. Y bueno, ya que está en la “onda”, no sea tontito, pida algo para usted, que lo que se pide no se hurta y nadie va a juzgarlo mal después de su libro. ¡Pedid y se os dará! -dice la Biblia; sobre todo si lo que pide no es avaricia sino sabiduría y humildad. Por ejemplo, que le brinde el don del arrepentimiento y la vergüenza y tenga el valor de renunciar a ese cargo, que no puede merecer uno que recomendó arremeter contra los ciudadanos honestos que se oponían al TLC, a los cuales usted recomendó perseguir y enlodar y vilipendiar desde las alcaldías municipales, empresas, Asamblea y el Gobierno… Piénselo, Cristo perdonó ladrones y criminales, perdonará a quien viola la Constitución y denigra a su pueblo, sobre todo si trabaja en el Vaticano. “Nadie cree ni una sola palabra del gobierno” –decía usted en el memo. Pues señor Sánchez, hágase su propio milagro, renuncie y devuélvale la fe a los costarricenses, cambie y herédele a su inocente hijo (tocado por el milagro) un apellido limpio y digno. Además, la vida da vueltas y nunca se sabe, podría llegar a ser el San Fernando que anhela este pueblo falto de fe, de héroes, valores y políticos honrados…
Este documento no posee notas.