Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
A la hora de trasladar el poder a la actual presidenta, Laura Chinchilla, el exmandatario Óscar Arias aseguró que “la mesa estaba servida”, refiriéndose a que solo quedaría pendiente darle continuación a los proyectos de desarrollo del país.
Sin embargo, en menos de un año Costa Rica se ha dado cuenta de que en realidad había una enorme deficiencia en los programas y que las arcas no estaban llenas, sino todo lo contrario: un déficit enorme.
Ante esta situación, el gobierno de Laura Chinchilla planteó a los legisladores una propuesta de reforma fiscal, la cual requerirá de una fuerte discusión y de análisis.
Mientras tanto, el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica presentó el pasado 20 de enero las estimaciones económicas que regirán en el 2011. Sobre esta temática UNIVERSIDAD le hizo una entrevista a su director, Max Soto Jiménez.
¿Cuáles son las expectativas económicas para este 2011?
-En el caso particular de la inflación, las expectativas tienden al alza y se prevé que alcance entre un 6% y un 8% al finalizar el año. Este incremento responderá a distintas variables, entre las que se puede destacar la presión externa, lo que denominamos como inflación importada y que está motivada por el incremento en los precios de las materias primas, los alimentos, insumos industriales y los combustibles.
Otro aspecto que tendrá un gran peso es el tipo de cambio, pues aunque en años anteriores aumentaron los precios internacionales, Costa Rica tenía como compensación el tipo de cambio. Ahora estamos en el piso de la banda y no tenemos muchas alternativas. Entonces el tipo de cambio no nos servirá como amortiguador y más bien podría contribuir a aumentar la presión inflacionaria. Para la economía en general vemos un aumento no muy dinámico, que rondará el 4% de crecimiento, por lo que la inflación superará por mucho la meta que se impuso el Gobierno.
¿Qué implicará para los empresarios ese aumento en las materias primas que usted menciona?
-Para los empresarios el panorama es complicado; incluso hay sectores que ya han manifestado el problema que enfrentan, sobre todo el agrícola que, a pesar de que ha tenido más recuperación y que superó el nivel que tenía de actividad económica antes de la crisis, es cauto, debido al alza en los costos de los insumos agrícolas y la revaloración del colón. Esto significa un doble efecto que influye negativamente en su capacidad de competir.
Por su parte, hay otros sectores que están siendo muy afectados por la banda cambiaria y por el incremento en los precios de las materias primas y en el caso del sector hotelero; su avance dependerá de la forma en que se reactiven las economías de Estados Unidos y Europa, que son el origen de nuestros turistas.
¿Qué expectativas tienen los costarricenses en materia de empleo?
-Esto no es fácil de responder, pues la información de la que disponemos con respecto al mercado laboral, se ha venido registrando únicamente una vez al año, con la encuesta de hogares en julio, por lo que el resto del año quedamos ayunos. También contamos con los datos que brinda la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS), pero estos se refieren a la cantidad de trabajadores afiliados. De hecho las cifras de la CCSS han aumentado, pero esto no implica precisamente una mayor contratación, sino que puede deberse a la formalización de empleados ya contratados.
Lo que pensamos es que este año habrá un cambio importante en la tasa del desempleo, pero motivada por el reingreso al mercado laboral de los desempleados desanimados -personas que se quedaron sin trabajo y dejaron de buscar empleo, por lo tanto, no son parte del grupo de desempleados-.
También podríamos esperar que se integren a la fuerza laboral los jóvenes que alcancen la edad para trabajar, pero no tenemos altas expectativas de que se dé una reducción en este índice, por lo que la tasa de desempleo podría mantenerse o aumentar un poco.
¿Cuál será el panorama para las exportaciones durante el 2011?
-La economía costarricense tendrá un crecimiento de 4% del Producto Interno Bruto (PIB) y es probable que los principales socios comerciales vean una mejora en sus economías.
Entonces nuestras exportaciones dependerán de la medida en que esos aliados logren una reactivación completa, para que nos compren en los niveles que requerimos. Las exportaciones continuarán siendo un elemento central en el desarrollo del país, como en años anteriores.
¿Cómo se comportarán los precios de la canasta básica?
-Es probable que el rubro de los alimentos se vea muy afectado, a pesar de que en los últimos dos años estuvo contenido, pero los aumentos de las materias primas e insumos en el ámbito internacional, provocados por la alta demanda de los países emergentes como India y China, influirán enormemente en el valor de la canasta básica, afectando principalmente a sectores medios y bajos. También tendremos un incremento en el rubro de transportes.
¿Se prevé una mejora en la Inversión Extranjera Directa (IED) para este año?
-El 2010 fue relativamente bueno, ya que alcanzó los $1.400 millones al final del año y para el tercer trimestre llevábamos $1.000 millones, lo que implica que en los últimos tres meses el aumento fue de $400 millones, una cifra muy esperanzadora. Estos datos responden a una mayor liquidez en el mercado internacional, producto de las medidas de reserva, tomadas por Estados Unidos y si continúa el flujo de los países desarrollados es muy factible que sigan llegando los recursos al país.
¿Qué parámetros debe cumplir una reforma fiscal eficiente, para mejorar los índices económicos en el país?
-Debe tener la capacidad de generar elementos para cerrar la brecha fiscal, que desde hace un año hemos venido estimando entre un 2% y un 3% del PIB. El paquete tiene que servir para resolver el problema. La iniciativa requiere el elemento de equidad; debe existir justicia tributaria y respetar las capacidades de tributar de cada sector. Además, su recaudación debe ser simple y fácil, pues muchas veces los tributos generan menos de lo esperado por las complicaciones en su cobro, como es el caso del impuesto a las casas de lujo.
Pensando en esos tres elementos, nos parece que deberá tocarse el impuesto al valor agregado (IVA), no necesariamente aumentar el 13% que ya existe, sino producir una generalización del impuesto a todos los sectores, incluso los que están exentos. También se debe analizar el tema de la renta, pues no todos pagan por igual, por ejemplo quienes viven de los intereses solo pagan el 8%, los que tributan en su salario alcanzan hasta el 15% y aquellos que reciben dividendos del exterior no pagan nada.
¿Cree usted que el proyecto presentado por el gobierno de Laura Chinchilla cumpla con esos criterios?
-Dado que la iniciativa se presentó hace poco, en estos momentos estamos iniciando un análisis del proyecto; un tema que vemos como fundamental es que el impuesto de la renta requiere necesariamente avanzar, que sea suficiente y equitativo. El país tiene un nivel de gasto del 18% del PIB, mientras que el ingreso es del 13%, por lo que forzosamente tendremos que dar un poco más, para garantizar los niveles de educación, salud y servicios con los que contamos en la actualidad. Lo que es probable es que el proceso de discusión en el Congreso de este proyecto no se finalice este año; por lo tanto, tampoco se recaudarán los impuestos que establece la iniciativa.
Recuperación económica será insuficiente
El Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica dio a conocer su pronóstico del desempeño de la economía nacional para el 2011, en el cual destacó una expectativa de inflación que oscilará entre el 6% y el 8% al finalizar el año, y un crecimiento real de la producción que irá del 3.8% al 4.8% del Producto Interno Bruto.
De acuerdo con el investigador Rudolf Lücke, este crecimiento es más elevado que en el año 2010, tomando en cuenta que es menor que lo observado en años anteriores, como producto de que la economía no se ha reactivado a su máximo potencial.
“Podríamos decir que la capacidad productiva, la mano de obra y el capital todavía no se utilizan al cien por ciento; el potencial de la economía no tiene plena eficiencia, por lo que se trata de un crecimiento leve”, explicó el experto.
Con respecto al incremento de la inflación, Lücke señaló que la cifra es un poco más elevada que el año anterior, ya que si se considera que la economía crecerá un poco, habrá mayor demanda; asimismo influirán factores externos, como el aumento de precios en el petróleo, los insumos industriales y agrícolas. Algunos productos han aumentado de precio de forma significativa, como es el caso del maíz, trigo y soya, que se utilizan para concentrados para la alimentación animal, impactando el precio de las carnes.
Por otra parte, la tasa básica pasiva durante el año se mantendrá entre el 7% y el 9%, respondiendo al aumento de la inflación, a la demanda del crédito y al creciente déficit fiscal.
Empresarios reservados
Como parte de los pronósticos realizados por el Instituto, los investigadores llevaron a cabo una encuesta entre empresas del sector agropecuario, manufacturero, construcción, comercio y otros servicios.
En este sondeo se hizo evidente la actitud cauta de los empresarios, quienes no esperan muchos cambios en el nivel de contrataciones e inversiones; así lo considera el 61.2% de los entrevistados, mientras que el 26,5% prevé cambios en el número de empleados y solo un 10% piensa en disminuirlo.
Los sectores que más optimismo presentan son los de construcción y comercio; sin embargo, las compañías pertenecientes al área agrícola y otros servicios tienen pocas esperanzas.
“Se puede decir que hay un estancamiento en el optimismo de los empresarios. El índice general que tenemos es 56.9%, pero lo cierto es que el sector construcción prevé una mayor demanda local y concretar iniciativas públicas iniciadas el año anterior”, comentó la investigadora Gabriela González.
Las personas del sector agropecuario han visto un aumento en los costos de producción y aspectos climatológicos que los afectaron seriamente, por lo que no consideran generar nuevos empleos.
Según González, el sector manufactura aumentó sus expectativas debido a estrategias que se implementaron a lo interno de las empresas, aunque compañías como las de servicios, alojamientos y comidas, esperan una baja en la demanda.
En resumen, los empresarios esperan no invertir o hacerlo muy poco durante el primer trimestre del año.
Este documento no posee notas.