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Microcrédito para quienes lo requieren

En Costa Rica existe una gran cantidad de personas que trabajan en actividades propias o bien que lo desean hacer, que requieren de crédito, pero por diferentes razones no les es posible acceder al sistema crediticio tradicional. Esta situación limita su espíritu de trabajo y de emprendimiento para mejorar su bienestar y el de los suyos.

En Costa Rica existe una gran cantidad de personas que trabajan en actividades propias o bien que lo desean hacer, que requieren de crédito, pero por diferentes razones no les es posible acceder al sistema crediticio tradicional. Esta situación limita su espíritu de trabajo y de emprendimiento para mejorar su bienestar y el de los suyos.
En diferentes países se han estado desarrollando ciertas modalidades de microcrédito o microfinanzas que buscan llegar a sectores sociales que viven de actividades económicas a muy pequeña escala, generalmente en el sector informal, los cuales con gran constancia, trabajo y sacrificio logran sobrevivir y mejorar su bienestar. El microcrédito, definido como pequeños préstamos a personas sin acceso regular al crédito, es una estrategia innovadora en la lucha contra la pobreza.
Los programas de microcrédito brindan principalmente un tipo de servicios, a saber, la distribución y cobranza de préstamos, mientras que los programas de microfinanzas ofrecen varios servicios financieros y organizacionales, incluyendo el crédito, ahorros, seguros y el desarrollo comunitario. El microcrédito es en esencia un enfoque no lucrativo para el desarrollo y depende del apoyo externo, mientras que los programas de microfinanzas buscan al menos suficientes ganancias para ser autofinanciables.
Desde esta perspectiva el crédito es un medio para que las personas que trabajan con esmero y desean progresar puedan hacerlo. Por ello, consideramos importante, desarrollar sistemas de microcrédito para financiar pequeños emprendimientos que día a día costarricenses en diferentes regiones y sectores económicos llevan a cabo. En los sistemas de microcrédito se deberá, a partir de un capital semilla, llegar a tener autosuficiencia, con base en la responsabilidad de las obligaciones que cada persona debe asumir y el cobro de una tasa moderada de interés que permita la sostenibilidad de los fondos asignados a ese fin.
Aquí hay una oportunidad para la banca de desarrollo o para aquellos bancos privados que de forma creativa quieran crecer aportando al desarrollo. Con el apoyo de organizaciones cooperativas y otras organizaciones con demostrada capacidad de gestión, una nueva modalidad de pequeños financiamientos, capitalizando las experiencias internacionales desarrolladas en el campo de microcrédito y microfinanzas, para poder dar una mano a las personas que lo que requieren es una pequeña ayuda para salir adelante en sus actividades económicas en Costa Rica.
Bancos en países como Chile se han aliado a empresas que tienen relación directa por su fuerza de venta con dueños de pequeños comercios, para llevarle el crédito a su negocio, usando las tecnologías de la información con el menor costo y trámite posible. Banco, empresa y microempresario logran emplear un medio para apoyar el crecimiento y el bienestar.
Contrario a las compensaciones de créditos a unos pocos de millones de colones con los recursos de todos los costarricenses que se ha tenido, los microcréditos son pequeños préstamos generalmente a corto plazo para que muchos costarricenses puedan llevar a cabo actividades que les dan el sustento día a día. Es una semilla para que muchos, con poco, tengan una esperanza de que una sociedad solidaria ofrece un instrumento para que por sus propios medios, con base en su empeño, trabajo, creatividad y capacidad puedan construir un mejor futuro.
Con la participación de las entidades públicas del sector financiero y otras organizaciones del sector público, unido a la responsabilidad social del sector empresarial, pueden contribuir con innovadores programas de microcrédito en donde con la participación activa y responsable de diferentes sectores de la sociedad, se aporta una herramienta efectiva para un desarrollo con más oportunidades y equidad.

  • Dr. Roberto Jiménez Gómez (Economista)
  • Opinión
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