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Poetas toman el mundo

Cada ciudad presenta un afiche especial para celebrar un día dedicado a los cambios que puede propiciar la poesía.

Cada ciudad presenta un afiche especial para celebrar un día dedicado a los cambios que puede propiciar la poesía.
Una vieja voz, un tanto cambiada, parece anunciar para este próximo 24 de septiembre aquella máxima que hiciera famoso a Karl Marx: “poetas del mundo uníos”. Un nuevo fantasma recorre Europa y el mundo: el fantasma de la poesía.
Esa es la aspiración de los organizadores de “Cien mil poetas por el cambio”, una iniciativa que pretende dar un mensaje entorno al poder de la evocación poética en un mundo caótico y convulso.
San José, en Costa Rica; Kabul y Jalalabad, en Afganistán; Yerevan, en Armenia; Perth, Queesland y Sidney, en Australia; Tirane y Gjiroskater, en Albania; Dourados, Santos, Recibe, en Brasil; Montreal, Vancouver y Toronto, en Canadá; Bogotá, Medellín, Envigado, en Colombia; Kinshasa, en la República Democrática del Congo: en las latitudes más cercanas o en las más lejanas, el eco de la poesía, en sus múltiples manifestaciones, retumbará el sábado 24 de septiembre.
De esta manera, en 95 países y en 400 ciudades alrededor del mundo, los poetas harán oír su voz, con la certeza de que su palabra puede cambiar la visión y el rumbo que lleva hoy el planeta al despeñadero.
 
“Cien mil poetas por el cambio” propone firmemente que es posible transformar y salvar el orbe, en una situación en la que, como nunca antes, predomina el caos,  el hambre, la devastación ecológica y las guerras que alimentan los bolsillos de los poderosos.
Costa Rica figura en el amplio mapa de la poesía mundial gracias al esfuerzo que hace de forma personal y en nombre del Instituto Tecnológico el escritor Adriano Corrales, quien hace un llamado a que poetas, narradores, músicos, ecologistas y activistas a vivir una jornada sin precedentes en la Casa Cultural Amón del Instituto Tecnológico.
“Poetas, escritores, artistas, y humanistas crearán, actuarán, educarán y demostrarán en sus comunidades las palabras, imágenes y acciones del cambio dentro del marco general de paz y sustentabilidad, que, en las palabras del fundador de esta actividad, Michael Rothenberg, es una preocupación en el ámbito mundial y el principio que orienta esta iniciativa global”, según Corrales.
El propósito es que las manifestaciones, ese sábado 24 de septiembre, den espacio a las más variadas formas de expresión, con el afán de crear una sinergia que convoque a una nueva humanidad.
Desde Barbadon a México. Desde Argentina a Estados Unidos. Desde la India a Nigeria: que se oigan las voces que claman por un mundo diferente, en el que la vida sobre la tierra vuelva a ser respetada y en la que la palabra, de nuevo, como cuando Johannes Guteberg inventó la imprenta de tipos móviles, retorne al centro del universo.
Los que deseen participar en Costa Rica con alguna propuesta solo tienen que llegar a la Casa Amón el 24 de septiembre e inscribirse. La convocatoria es abierta. El ideal es que todo aquel que tenga algo que decir, lo pueda hacer con suma libertad y en un ambiente de plena apertura.
“Todos los involucrados, a través de sus acciones esperan tomar en sus manos y darle otra dirección al diálogo político y social actual, así como a la narrativa de la civilización hacia la paz y la sustentabilidad”.
Para que haya una memoria de lo que se hizo ese día en el mundo. La información enviada por cada uno de los países se guardará en la dirección www.100tpc.org y será preservada por la Universidad de Stanford, en California.
La apuesta por la palabra y la poesía, como vehículo para cambiar políticas sociales y económicas, y por darle un vuelco a la visión de que al planeta solo se le puede explotar es arriesgada, dado que muchos se preguntan si hoy en día el poder de la palabra no ha cedido enormes terrenos con el advenimiento de Internet.
Uno de ellos es el escritor estadounidense Nicholas Carr, quien en su libro “¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? Superficiales”, hace todo un extenso análisis de cómo la red ha cambiado, incluso, la conformación del cerebro en detrimento del pensamiento profundo y vasto.
En medio de ese panorama (un tanto desolador para la palabra escrita y por extensión para la poesía), surge “Cien mil poetas por el cambio”, esfuerzo que tendrá el próximo 24 de septiembre un desafío cumbre en el mundo entero.
OTROS USOS DE LA POESÍA

La del 24 de septiembre no es la única iniciativa que busca darle otros usos a la poesía, más allá del placer estético e intelectual que puede proporcionarle a quien la frecuenta.
En Europa, se ha dado una tendencia a darle usos terapéuticos a los versos. De esta forma, hace unos cinco años, The Times informaba sobre los alcances positivos que genera lo que en su oportunidad se denominó la “terapia poética”.
Parece, según investigaciones en salud, que el leer y escribir poesía producía invaluables beneficios en cierto tipo de enfermos.
Y como lo resaltaba el escritor español Manuel Rivas en su artículo “La moda de la terapia poética” leer no solo es bueno para la salud, como tanto insistía José Saramago, sino que es una nueva forma de enfrentar los trastornos orgánicos y psicológicos. Esto hace que, en vez de que las personas anden con sus bolsillos llenos de pastillas, incluyan en ellos poemas, desde Yeats o Wordsworh, Neruda o Vallejo, hasta cantos populares como los de Vinicius de Moraes.
Por tal razón, el soñar con que la poesía, venida a menos en la era de Internet ‒donde predominan la comunicación escrita por medio de palabras mutiladas en un pseudolenguaje que a veces cuesta comprender‒, sea capaz de cambiar el orbe, no es una aspiración del todo desmedida, sino una ocasión inmejorable para que se escuchen los ecos de los grandes y los pequeños poetas que en este mundo han sido.

  • Jose Eduardo Mora 
  • Cultura
Marx
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