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Tanto la confianza de los consumidores como la opinión favorable hacia el trabajo que realiza el gobierno de la presidenta Laura Chinchilla continúan en “caída libre” desde febrero del 2010, según reveló la última encuesta del Índice de Confianza del Consumidor.
El estudio realizado por la Escuela de Estadística de la Universidad de Costa Rica (UCR) detalla que la confianza del consumidor (medida en una escala de 0 a 100) bajó de 44 puntos en mayo pasado a 40 puntos en agosto. Esto, según el coordinador de la encuesta, Johnny Madrigal, puede considerarse un panorama pesimista.
Dicho investigador indicó que la pérdida de confianza de los consumidores en el momento económico se refleja en la reducción de la cantidad de personas “optimistas”, las cuales pasaron de 21.5% en mayo a 13.9% para la encuesta de agosto.
En contraste, los pesimistas aumentaron de 22.3% a 27.9% con respecto a la encuesta anterior, mientras que la pérdida de confianza fue generalizada por sexo, condición económica, nivel educativo y capacidad de hacer “gastos discrecionales”, que son aquellos que se realizan más allá de la cobertura de las necesidades básicas.
Madrigal mostró que la confianza de los consumidores viene en franca caída desde febrero de 2010 (ha perdido 14 puntos), luego de haber sido elegida Laura Chinchilla como presidenta de Costa Rica. Este es un ciclo que se ha repetido también en los gobiernos de Oscar Arias (2006-2010) y Abel Pacheco (2002-2006), en los que el optimismo de los costarricenses cayó conforme avanzaron sus administraciones. “Lo que cae es la esperanza sobre el futuro del país; se pierde confianza sobre el bienestar económico en los próximos meses. Una de las principales razones es la casi inminente recesión en Estados Unidos y Europa, cuyos efectos no pasan desapercibidos en el país”, comentó el estadístico.
GOBIERNO CON NOTA BAJA
En la mencionada encuesta, un 63.3% de los consumidores costarricenses manifestaron que esperan un aumento en las tasas de interés, lo cual encarece el crédito, mientras que un 61.4% cree que crecerá el desempleo y un 67.4% considera que aumentará la pobreza.
La opinión sobre política económica y social de la presidenta Chinchilla, también, se vio afectada por el pesimismo, ya que un 66.2% de los encuestados considera que la mandataria hace un “trabajo pobre”, mientras que solo un 6.4% afirma que su labor es buena.
Para el director de la Escuela de Estadística, Edgar Gutiérrez, llama la atención que a pesar de que el país muestra actualmente indicadores económicos que se pueden considerar moderadamente positivos, la confianza de los consumidores no refleja este panorama.
“El empleo, las exportaciones y el turismo han aumentado poco, pero siguen aumentando. A pesar de esto la percepción como ciudadanos es de incertidumbre, y cuando esto pasa las autoridades de gobierno tienen que hablarle al pueblo claramente sobre los proyectos a futuro, para que este optimismo se comience a construir”, advirtió Gutiérrez.
A su parecer, puede estarse creando un problema de percepción respecto al momento económico, del mismo modo en que desde los medios de comunicación se exageró la sensación de inseguridad ciudadana desde hace algunos años.
“Hay un problema muy serio; el Gobierno no lo percibe ni hace campañas para corregir esa percepción. Las estadísticas demuestran que las cosas no están tan mal como lo dicen los consumidores, pero doña Laura no tiene el equipo de personas que le ayuden en ese sentido”, afirmó.
Respecto a si es momento propicio para la compra de casa, las personas que piensan que son “malos tiempos” aumentaron de 50.9% a 52.2% de mayo a agosto, mientras que los que pensaban que son “buenos tiempos” se redujeron de 27.5% a 25.5%. Similar ocurrió con la compra de carro, pues los que afirman que son “buenos tiempos” bajaron de 17.8% a 15.3%.
La encuesta del Índice de Confianza del Consumidor se aplicó telefónicamente a 705 hogares entre el 3 y 17 de agosto, y tiene un nivel de confianza del 95%.
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