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Exlugarteniente de Pastora: Nicaragua y Estados Unidos deben indemnizar a víctimas de La Penca

José Esteban Argüello explica a periodistas de UNIVERSIDAD la situación que atraviesa. Le acompañan (de izquierda a derecha) Laura Martínez, Ernesto Ramírez y Eduardo Ramírez. (Foto: Katya Alvarado)

José Esteban Argüello explica a periodistas de UNIVERSIDAD la situación que atraviesa. Le acompañan (de izquierda a derecha) Laura Martínez, Ernesto Ramírez y Eduardo Ramírez. (Foto: Katya Alvarado)
El nicaragüense José Esteban Argüello, quien fuera la “mano derecha” de Edén Pastora, dijo, a UNIVERSIDAD, que Nicaragua y Estados Unidos tienen la obligación moral de indemnizar a los sobrevivientes y familiares de los fallecidos en el atentado de la Penca, perpetrado hace 27 años en las cercanías del río San  Juan.
El atentado de La Penca fue el resultado de un “gran complot”, en el que “muchos” estuvieron involucrados, “los sandinistas y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), un aparato terrorista”, dijo Argüello, sobreviviente de la explosión que mató a la periodista norteamericana Linda Frazer, al camarógrafo del canal 6, Jorge Quirós, y a su asistente Evlio Sequeira, entre otros fallecidos.
Conocido en aquel entonces como el “Comandante Peché”. (Ver nota aparte: El atentado que conmocionó al mundo), Argüello asegura que era uno de los lugartenientes de Edén Pastora cuando éste se levantó en armas en el sur de Nicaragua contra sus antiguos compañeros de lucha, al frente del grupo armado Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE).
 
Hoy, a sus 53 años, y con su cuerpo marcado por las cicatrices de la explosión, el comandante “Peché”  no duda en calificar a su antiguo jefe como un “corrupto”, “traidor” y un “vendido” a “la familia Ortega”.
“Peché” vive en  Grecia, donde se alberga en un pequeño cuartito. Veintisiete años después del fatídico 30 de mayo de 1984, lucha por sobreponerse de las secuelas que le dejó la explosión.
Su torso resultó horriblemente quemado, perdió las orejas,  y en Miami le reconstruyeron la cara. Ahora camina lento, le cuesta articular ideas, sufre problemas circulatorios, padece de depresión postraumática y de delirio de persecución.
Nunca más volvió a Nicaragua por temor a que lo maten, “y no volveré jamás”. “No tengo familia allá, fui abandonado por Pastora tras el atentado de la Penca y trato de sobrevivir en Costa Rica con ayuda de algunos amigos empresarios de Grecia”, narró Argüello a UNIVERSIDAD, que lo rastreó durante ocho meses hasta ubicarlo y entrevistarlo en nuestras instalaciones.
El caso de La Penca, cuyos responsables siguen en absoluta impunidad, volvió a cobrar importancia a raíz del documental “Goodby Nicaragua” (qué se exhibe aquí) del periodista de televisión sueco y sobreviviente de la explosión, Peter Törbiornsonn, quien involucra al entonces Ministro del Interior nicaragüense Tomás Borge, a la Seguridad del Estado de ese país, y al desaparecido asesor cubano Renán Montero, en la preparación intelectual del atentado.
Aunque dijo no tener dudas de que los sandinistas fueron los responsables directos del hecho, el comandante “Peché” explicó que para que ocurriera se conjugaron una serie de factores que derivaron en un complejo complot, donde estuvo también involucrada la CIA y uno de sus agentes encargado de realizar operaciones encubiertas desde Costa Rica, el finquero John Hull, quien huyó a Estados Unidos años atrás tras ser requerido por la fiscalía.
“La CIA seguro quería también a matar a Pastora, pues le dieron armamentos porque decía que quería derrocar a Daniel Ortega y se las vendió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) de Colombia y a Pablo Escobar (el desaparecido jefe del Cártel de Medellín),  quien pagó con droga”, aseguró Argüello.
“Esa droga pasó directamente desde la frontera de la finca de Hull, hasta Nicaragua, en una complicada operación mediante la cual fue enviada desde allá a Estados Unidos, con el aval de Tomás Borge”,  afirmó “Peché”.
“Fue un negocio donde muchos se hicieron  millonarios, porque Hull se metió en el negocio”, según cree el exguerrillero antisandinista. “Aunque Pastora luchaba contra los sandinistas, por debajo tenía contactos con Borge, sin que los Ortega se dieran cuenta”, aseguró.
“Yo sé todas estas cosas, algunas de las cuales no dice Peter en el documental, porque era la mano derecha de Edén Pastora”, insistió.
Argüello deambula por Grecia, visita a conocidos en Turrúcares de Alajuela, quienes le ayudan con comida y dinero. “Tengo charneles en la pierna izquierda, muy poca circulación en una arteria y los traumas psicológicos que aún arrastro me mantienen en una situación de salud muy difícil, por eso nadie me da trabajo”, dijo a UNIVERSIDAD.
“Peché” narró que en aquel entonces, en que recrudecía la guerra entre sandinistas y los “contras”, el entonces gobierno del hoy expresidente Luis Alberto Monge, de alguna manera daba “ciertas facilidades” para las actividades de los rebeldes. “Muchas veces la policía se hacía de la vista gorda cuando introducíamos armas camufladas con carne en camiones por la frontera norte”, afirmó.
A su juicio, esa fue una de las razones que facilitó la organización de la conferencia de prensa convocada por Pastora aquel 30 de mayo de 1984, en las cercanías de un  recodo del San Juan, y donde una treintena de periodistas nacionales y extranjeros llegaron desde Costa Rica, utilizando botes y lanchas para cruzar el río.
Entre ese grupo de trabajadores de prensa se infiltró un falso reportero, con pasaporte danés, Peer Anker Hansen, quien según una serie de indicios era en realidad un guerrillero argentino, Roberto Vital Gaguine, a quien se atribuye haber llevado el explosivo oculto en su equipo fotográfico.
“A Pastora no le pasó mucho porque estaba rodeado de los periodistas que murieron, de la comandante Rosita, también fallecida y los escoltas y guardaespaldas, incluido yo”, explicó Argüello.
En Costa Rica, dos empresarios de la zona de Grecia, Jorge Pinto y Manuel Meza, le dan soporte, e incluso le subvencionan un seguro social voluntario, donde dos veces por semana recibe tratamientos y curaciones en el hospital San Juan de Dios, con la ayuda del médico Carlos Álvarez.
“Las medicinas, las cremas para la piel son muy caras, he gastado un dineral en esto”, dijo “Peché”, quien asegura que la exministra de Seguridad Pública, Janina Del Vecchio, le ha ofrecido soporte para que realice trámites para su nacionalización.
En Costa Rica tiene dos hijos, menores de edad, fruto de un matrimonio con una joven costarricense, quien luego lo abandonaría, según narró.
Ahora que Pastora está al lado de Daniel Ortega y de quienes supuestamente ordenaron matarlo, ¿Qué mensaje le enviaría?, preguntó UNIVERSIDAD a Argüello.
“Le digo que es un sicario corrupto, con delirio de grandeza, de poder y amor al dinero, nos dejó abandonados y traicionados para venderse a la familia de Ortega. En Costa Rica recibió enorme ayuda, incluida de dinero, tuvo empresas, vivió como un rey y ahora paga con la toma de isla Calero”, espetó.
 

 
El atentado que conmocionó al mundo
José Esteban Argüello muestra las graves quemaduras sufridas en el atentado de La Penca. (Foto: Katya Alvarado)
Una noticia sacudió al mundo en la tarde del 30 de mayo de 1984. Un sangriento atentado, perpetrado en el cuartel general del guerrillero antisandinista Edén Pastora, en las riberas del río San Juan, arrebató la vida a una periodista estadounidense, Linda Frazer, reportera del Tico Times, y mató también al camarógrafo del canal 6 de televisión, Jorge Quirós, y a su asistente Evelio Sequeira,  así como a la comandante “Rosita”, una de las lugartenientes del jefe rebelde.
La explosión que voló la casa donde se acuartelaba Pastora ocurrió mientras éste se disponía a brindar una conferencia de prensa para explicar los avances de la lucha armada contra sus antiguos compañeros del sandinismo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

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