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In The Pendiente

No me moví un centímetro para celebrar la “independencia”. No como si fuera una mejenga. Se trata del país más feliz del mundo. Todos y todas se lo creyeron. Mal [email protected] a Suiza Centroamericana nos enceguece la tesis de “[email protected] [email protected]” Primera cadena de dependencia: falso narcisismo nacionalista. Acá la violencia no es tan explícita como en países hermanos, pero es porque el sistema de tenernos “prensados” es diferente. Morbo televisado: lágrimas, escándalos -eso sí- todas farsas, con la certeza de que se trata de actores y actrices. Nos hacen creer que es más emotivo un compendio de ficticios que la REALIDAD de personas, que por ejemplo, tienen 2 años en Honduras viendo morir a sus seres queridos por un GOLPE MILITAR; solapado por una elección disque democrática.

No me moví un centímetro para celebrar la “independencia”. No como si fuera una mejenga. Se trata del país más feliz del mundo. Todos y todas se lo creyeron. Mal [email protected] a Suiza Centroamericana nos enceguece la tesis de “[email protected] [email protected]” Primera cadena de dependencia: falso narcisismo nacionalista. Acá la violencia no es tan explícita como en países hermanos, pero es porque el sistema de tenernos “prensados” es diferente. Morbo televisado: lágrimas, escándalos -eso sí- todas farsas, con la certeza de que se trata de actores y actrices. Nos hacen creer que es más emotivo un compendio de ficticios que la REALIDAD de personas, que por ejemplo, tienen 2 años en Honduras viendo morir a sus seres queridos por un GOLPE MILITAR; solapado por una elección disque democrática.
Segunda cadena: amnesia histórica. Veamos hechos de polí-Ticos. “Chemis” escapado en Suiza – este si quería cumplir con aquel cliché- Varios otros con casa por cárcel. Otro que manoseó la Constitución para reelegirse. Un Fiscal General que pide que las causas de Crucitas y el BCIE relacionadas con un perfilado candidato, terminen antes de que el 2011 acabe. ¿Será que tienen que barrerle la casa al candidato para que después aparezca en televisión con fondo blanco inmaculado y reparta en los discursos “mano dura” como si fuera sacerdote rociando agua bendita?
Acá no tenemos militares marchando el 15 de Setiembre. Acá el circo es diferente. Claro que me alegra no tener militares pero “oh sorpresa”:
¿Qué hace el Ministro de Seguridad de CR reunido con carabineros en Chile?, ¿por qué CR participó este año en las olimpiadas militares en el Salvador?, ¿por qué BUQUES militares para atrapar a 5 tipos con droga en altamar y traerlos a tierra?, ¿por qué la represión policial exacerbada en cada acto PACÍFICO de manifestación del descontento? –Nótese, por cada señora mayor de 50 años al menos 4 policías-,
Y no. No es una broma que meses atrás el Canciller sugiriera “que deberíamos considerar nuestras posturas históricas”, aludiendo reestructurar el cuerpo policial para “responder a la amenaza extranjera”. Esa reestructuración no es otra cosa que militarización. Otra cadena de este Estado de “In-the-pendencia”: somos unos engañados y engañadas. Comemos cuento como tomar agua y el sistema nefasto es quien nos sirve en bandeja.
Cuarta cadena: desamor por lo propio. Todo lo bueno es gringo o europeo. Desde la música hasta la comida. Los estilos de vida. Por algo actualmente tenemos más del 58,3%¹ de la población en sobre peso. La dieta tradicional es sana, aporta fibra, protege el corazón. Ahora resulta que la ganga familiar es ir al “Mac”, “a KFC”, “a BK” o a lo que sea que tenga muchas grasas al morderlo y su nombre sea en inglés. Hagamos un alto. Nunca lograremos hacer Patria, prendiendo la tele, tomando cerveza y al grito de Gol, sentir que hemos resuelto las penas del País. Como si se tratara de la pomada canaria. Falsa panacea.
El des-gobierno gasta exageraciones de dinero en actos protocolarios en Cartago, y la Presidente a micrófono abierto, comete el “error” de preguntar si las personas quienes llegaron a manifestar su molestia esa noche “toman fuerza o se están callando”, seguido, peor aún, por un “que torta.” Que torta, que sean ellos quienes con sus impuestos terminan pagando tanta rimbombancia cuando lo que piden es, por ejemplo, un hospital nuevo. No quiero decir con todo esto que apaguen las caras de alegría de los niños y las niñas, mucho menos que cancelen los actos cívicos en escuelas o colegios. Maravilloso que aún se repitan estas  tradiciones pero la visión “tarimera” en la que el gobierno ha querido jugarnos: “No, así no.” Pido realidad. Que se hablen las cosas “a calzón quitao”. Porque la Independencia no es un título de campeonato, ni una corona de belleza, ni un cinturón de boxeo, ni un record de atletismo. Independencia es un proceso, un derecho, una responsabilidad. La Independencia es más parecida a un ser vivo que a otra cosa y la estamos descuidando. Nos están tirando este roble de Independencia por una pendiente derechita a un barranco. Quieren ponernos un árbol flaco de plástico. Hace años que lo vienen haciendo.
1. Organización Mundial de la Salud. Enfermedades no contagiosas: Perfiles de los Países. Ginebra: Organización Mundial de la Salud; 2011. Disponible en: http://www.who.int/nmh/publications/ncd_profiles_report.pdf [fecha de acceso: 18 de 2011]

  • Ana Beatriz Hernández Barquero (Estudiante de Biología de la UCR)
  • Opinión
Violence
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